Ni las detenciones ni las expulsiones de alumnos parecen aminorar las acampadas, en medio de las acusaciones de alimentar el antisemitismo
22 abr 2024 . Actualizado a las 17:14 h.Las manifestaciones propalestinas en los campus de las universidades de Yale y Columbia se han convertido en símbolos del debate abierto en Estados Unidos sobre el temor a provocar una ola antisemita y la defensa del derecho a denunciar las masacres de civiles en Gaza. Ni las detenciones ni las expulsiones de alumnos parecen aminorar las protestas, mientras el presidente Joe Biden alertaba el domingo por el surgimiento de mensajes antisemitas en «colegios y comunidades educativas» del país con motivo de la Pascua judía (Pésaj). No nombró directamente a Columbia ni a Yale, pero citó «el acoso y los llamamientos a la violencia contra los judíos» en los últimos días, según The Washington Post.
Este lunes fueron detenidos al menos cuarenta personas, entre ellas varios estudiantes, en la prestigiosa Universidad de Yale, donde llevaban varios días acampados para protestar por la guerra de Gaza y exigir al centro información sobre sus inversiones. En la de Columbia (Nueva York), la semana pasada fueron arrestados un centenar de alumnos y muchos de ellos fueron suspendidos indefinidamente.
Según relata el Yale Daily News -el diario universitario más antiguo del país, que ha sido financiera y editorialmente independiente desde su fundación en 1878- más de 250 manifestantes instalaron la noche del domingo, por tercera jornada consecutiva, un campamento en la Beinecke Plaza, donde desplegaron unas cuarenta tiendas de campaña, informa Efe. Los manifestantes propalestinos piden a Yale que revele y se deshaga de sus participaciones en fabricantes de armas militares.
El presidente de la universidad, Peter Salovey, ya había advertido el domingo de que se tomarían medidas disciplinarias de acuerdo con las políticas del centro educativo perteneciente a la prestigiosa Ivy League, que se encuentra en la ciudad de New Haven, Connecticut.
Suspensión de las clases presenciales
Las autoridades de la Universidad de Columbia anunciaron la suspensión este lunes de las clases presenciales tras las protestas por la guerra entre Israel y Hamás que llevaron a arrestos y provocaron que un rabino instara a los estudiantes judíos a mantenerse alejados del centro coincidiendo con el inicio de Pésaj. La polémica sentada, que derivó el jueves pasado en el arresto de un centenar de alumnos y a la suspensión indefinida de muchos de ellos -han recibido la orden de abandonar «inmediatamente» la institución y las residencias universitarias en que se alojan- continuó el viernes, derivando ya en una protesta por las represalias contra los estudiantes.
«Es terrible que nuestra propia universidad eche de su hogar a los estudiantes y, encima, les den solo quince minutos para irse», denuncia una alumna -quien prefiere no dar su nombre- y que el jueves fue una de las arrestadas por las autoridades. Ante la suspensión indefinida de muchos de sus colegas, los jóvenes propalestinos piden que se les amnistíe, aunque sin desviarse de las demandas que motivaron en primer lugar la sentada: una mayor transparencia de la universidad en cuanto a las instituciones que financia y el despojo de su inversión a compañías que fabrican armas y que, según los alumnos, colaboran con la guerra de Israel en Gaza, informa Efe.
El ambiente que se respiraba el viernes en el improvisado campamento era de suma prudencia, con los organizadores controlando meticulosamente quién entraba y salía del recinto en el que se concentran los estudiantes con banderas de Palestina, pancartas, cacerolas, comida e incluso mantas y almohadas.
«Muchos estudiantes de Oriente Medio no pueden arriesgarse a ser detenidos, porque no tienen ni idea de cómo funciona el sistema legal estadounidense, ni de cómo conseguir un abogado, algo que además es excesivamente caro» expresa al respecto Mona, una alumna de la universidad que también participa en la sentada.
La sentada ha atraído la mirada de medios de comunicación y personas ajenas a la Universidad -que ahora se congregan a sus puertas en apoyo a los alumnos de la sentada-, e incluso mostró su apoyo la actriz de Hollywood Susan Sarandon, que no dudó en sumarse a las consignas de los estudiantes.
La critica de los alumnos en cuanto a la transparencia de la Universidad y sus inversiones viene de tiempo atrás, pero ahora ha vuelto a ponerse en el foco después de una audiencia de la presidenta de Columbia el pasado miércoles ante el Congreso, donde tuvo que defenderse de acusaciones de antisemitismo por parte de legisladores republicanos.
Sus respuestas, en las que intentó zafarse de una polémica similar que llevó a su homóloga de Harvard a dimitir, decepcionaron a los estudiantes y desataron la sentada, aunque desde que empezó la guerra en Gaza el 7 de octubre esa no es la primera protesta propalestina en el campus, pero sí la más numerosa.
Este fin de semana también se han registrado protestas en el Colegio Emerson y la Universidad Tufts, ambos en Boston, y en Harvard, en Cambridge. Y las autoridades académicas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad de Brown (Rhode Island) y la Universidad de Nueva York han tomado medidas contra los estudiantes involucrados en protestas.