Coger un ladrillo y agitarlo, la ingeniosa manera para que los peatones crucen seguros en Vancouver

LA VOZ REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Activistas de la ciudad canadiense, hartos de atropellos, idean un sistema para atravesar con seguridad los pasos de cebra no regulados por semáforos, donde es más difícil que los vehículos se detengan «voluntariamente»

10 abr 2024 . Actualizado a las 19:21 h.

Be seen, grab a brick! (Hazte ver, coge un ladrillo) es la curiosa campaña puesta en marcha por el grupo en defensa de la seguridad de los peatones Vision Zero en la ciudad de Vancouver, en Canadá. Pretenden concienciar sobre lo peligroso que puede ser atravesar un paso de cebra, especialmente los que no tienen regulación semafórica, para los viandantes. Por eso, han ideado una propuesta que mezcla a partes iguales la seguridad con el humor. Su invento consiste en colocar dispensadores de ladrillos a ambos lados del paso para peatones. Quien quiera cruzar coge uno con la mano y atraviesa la vía con él bien visible (la actitud amenazante con intención de arrojarlo a un vehículo que no tenga intención de parar es secundaria), depositándolo del otro lado en un recipiente idéntico a donde lo cogió inicialmente. 

A juzgar por el vídeo en el que se muestra el funcionamiento, la medida está dando resultado. «¿Te sientes inseguro cruzando un paso de cebra?, ¿coches cortando tu forma correcta de transitar?, por estos motivos estamos encantados de presentarte nuestro programa piloto para mejorar la seguridad de los viandantes: ladrillos», indican en las imágenes los impulsores de una campaña que está siendo muy comentada en las redes sociales. Antes, los vehículos en el punto donde se ha impulsado esta iniciativa no se detenían con la misma facilidad que cuando sienten los conductores la amenaza de que sus coches puedan resultar dañados por los ladrillos.  

Aunque la acción fue pensada para el Día de los Inocentes anglosajón (April Fool's Day, que celebran el 1 de abril) en la entrada a la isla Granville -donde en los últimos cuatro años ha habido 10 atropellos con cinco víctimas mortales-, el éxito ha provocado que se haya instaurado en otros cruces de la urbe canadiense. Una curiosa idea creativa que ha servido al mismo tiempo para visibilizar un grave problema de seguridad vial.