La venganza de EE.UU. sobre los proiraníes en Irak y Siria incendia Oriente Medio

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

El Ejército iraquí inspecciona un coche dañado en Al Qaim.
El Ejército iraquí inspecciona un coche dañado en Al Qaim. STRINGER | REUTERS

Los bombardeos en represalia por el ataque a una base norteamericana dejan 45 muertos

04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Venganza consumada. Estados Unidos esperaba el momento adecuado para devolver el golpe por el asesinato de tres de sus soldados en una base ubicada entre Siria y Jordania hace una semana. La respuesta llegó la madrugada del viernes, cuando las fuerzas norteamericanas golpearon con contundencia a las milicias proiraníes de Irak y Siria. En total, murieron 45 personas, entre civiles y milicianos, y la Administración Biden pone ahora la pelota en el tejado de Teherán, que decidirá si escala o no las hostilidades.

El Mando Central del Ejército de Estados Unidos confirmó un total de 85 posiciones atacadas vinculadas a las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, benefactora de las milicias, para neutralizar «centros de mando y de control de operaciones, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de vehículos no tripulados e instalaciones de suministro de munición y logística» y, por supuesto, hombres armados.

Las zonas atacadas se ubican mayoritariamente en el desierto sirio-iraquí. En el país gobernado por Bachar al Asad llovieron proyectiles de precisión sobre las ciudades de Al Qaim y Akashat. La Resistencia Islámica, integrada en las Unidades de Movilización Popular, confirmaron la muerte de 16 combatientes y 36 heridos. El Gobierno iraquí, aún con el recuerdo de la guerra contra el Estado Islámico (EI) en la memoria, criticó que «este ataque agresivo coloca la seguridad en Irak y la región al borde del abismo, en conflicto con los esfuerzos por establecer la estabilidad necesaria» a través de su portavoz, Basim al Awadi.

Fuentes militares del Kurdistán iraquí precisan que «el temor a que la crispación aumente entre los ciudadanos puede reunir a los lobos solitarios de EI que quedan en el desierto e impulsar su fuerza». El argumento de la injerencia extranjera en suelo musulmán es un fuerte catalizador para el radicalismo.

Posible escalada regional

Por otra parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos recogió que 29 militantes murieron en las localidades de Mayadín, y Deir al Zur, así como en el distrito de Bukamal. No especificaron cuántos civiles. Con todo, el Ministerio de Exteriores aseguró que las muertes «alimentan el conflicto» en la región. Pero Siria está agotada de una guerra civil que se mantiene activa pese al mayoritario control del país de Bachar al Asad. No se esperan represalias por su parte.

El portavoz de Exteriores iraní, Naser Kanani, aseguró que estos ataques son otro «error estratégico» de Estados Unidos, mientras que la Resistencia Islámica anunció que responderá «con lo que considere apropiado en el momento y lugar desee. Este no es el final».

Rusia ya ha pedido a través de su Ministerio de Exteriores «que el Consejo de Seguridad de la ONU trate esta situación de emergencia». Desde Washington, el presidente Joe Biden advirtió: «Que todos aquellos que puedan intentar hacernos daño sepan esto: si dañan a un estadounidense, responderemos».

Rafah se prepara para la entrada de las tropas israelíes sin apenas ayuda humanitaria

Mientras se suceden las hostilidades entre estadounidenses y la órbita chií, en Rafah, la localidad gazatí fronteriza con Egipto, esperan la llegada de las tropas terrestres israelíes y sufren sus bombardeos pese a ser la única zona segura a la que el Gobierno de Benjamín Netanyahu prometió que los civiles podían ir para salvarse de las bombas.

La agencia palestina de noticias Wafa señaló que los bombardeos sobre Rafah, más concretamente en la vivienda de la familia Hijazi, que albergaba a decenas de desplazados, murieron 13 personas. Sobre otra casa también cayeron misiles que provocaron la muerte de dos personas, además de un número indeterminado de heridos.

Situación límite

El Ministerio de Salud gazatí anunció un total de 24 muertes en la localidad, mientras que elevó a 100 la cifra total de fallecidos en la Franja durante ataques nocturnos. Desde el inicio de la guerra, ya han muerto 27.238 civiles, la mayoría mujeres y niños. La ayuda humanitaria escasea, mientras los camiones de ayuda se acumulan en Egipto y la falta de fondos puede acabar con la asistencia que presta la agencia para los refugiados palestinos de la ONU (UNRWA).