Rusia recluta como voluntarios forzosos a miles de inmigrantes

INTERNACIONAL

Voluntarios retiran los cascotes de un edificio bombardeado en Kiev.
Voluntarios retiran los cascotes de un edificio bombardeado en Kiev. SERGEY DOLZHENKO | EFE

El partido de Putin está formando una fuerza paramilitar con ultras de fútbol neonazis y bajo el nombre de La Española

04 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

De festivo a pesadilla. Nada más sonar las campanadas, cuando celebraban con fuegos artificiales la entrada del nuevo año, varios miles de inmigrantes centroasiáticos fueron reclutados a la fuerza como voluntarios en la región de San Petersburgo. Como mínimo, las autoridades locales arrestaron a tres mil extranjeros, incluyendo mujeres, niños y ancianos, según una fuente oficial filtró al periódico independiente ruso Novaya Gazeta. Las detenciones obedecen a un plan trazado en los últimos meses para engrosar las filas del Ejército, desvela la investigación del medio que ahora tiene su sede en la Unión Europea.

Tras la promesa del presidente Vladimir Putin de no volver a movilizar a la población civil, los responsables militares habrían detectado la necesidad de estimular el reclutamiento de voluntarios. Estimaban que harían falta, solo en la región de Leningrado, unos siete mil, cifra difícil de alcanzar, por lo que se comenzó a prestar atención a los «nuevos ciudadanos» e, incluso, «a aquellos a quienes se podría obligar a firmar un contrato con el Ministerio de Defensa».

Desde el inicio de la invasión de Ucrania, Rusia agilizó los trámites para conseguir la nacionalización y ciudadanía rusas, facilidades pensadas para ucranianos que desearan regularizarse en su nuevo país. Sin embargo, fue el numerosísimo contingente de inmigrantes centroasiáticos el que aprovechó la situación, ignorando que se convertiría en una trampa: una vez nacionalizados, también quedarían sujetos a una movilización o serían elegibles como voluntarios.

Ante la dificultad de reclutarlos en sus domicilios, las autoridades decidieron llevar a cabo esta operación bajo la apariencia de un control rutinario de inmigración ilegal. Optaron por la noche de Fin de Año, cuando todos estarían en sus barrios, previamente acordonados, celebrando la fecha con sus comunidades.

Al menos unas tres mil personas habrían sido arrestadas y retenidas durante varias horas, según informan distintos medios. Las mujeres y menores pasaron a centros de detención especiales y los hombres, a celdas aisladas. Por la mañana, estos recibieron la visita de militares, que les «aconsejaron insistentemente» inscribirse como voluntarios en el Ejército, prometiéndoles la ciudadanía rusa por vía urgente a quienes todavía no la tuvieran, y amenazando con expulsar a las familias (ya bajo arresto) de quienes dudaran.

Paralelamente, una nota de prensa de la Justicia de San Petersburgo informó, el 1 de enero, de una revisión de varias violaciones de las leyes migratorias, con 27 condenados a ser deportados, dos multados y otros dos puestos en libertad. Advertidos de estas expulsiones, al día siguiente, al menos 1.500 detenidos ya habrían firmado su contrato como voluntarios, según las fuentes de Novaya Gazeta.

Desde la movilización de septiembre del 2022, el reclutamiento selectivo, especialmente intenso en zonas rurales, regiones periféricas y entre minorías étnicas, fue un fenómeno muy extendido. Ahora, el éxito de este experimento en San Petersburgo será tenido en cuenta para la captación de más «voluntarios».

Nuevo grupo paramilitar

No es el único caso. Este mismo miércoles, fuentes ucranianas aseguraron que Rusia Unida, el partido que apoya a Vladimir Putin, está formando su propio ejército bajo el nombre de La Española. Se constituye de ultras de fútbol de ideología neonazi, muchos de ellos procedentes de cuerpos paramilitares prorrusos de la región ucraniana del Dombás, como el Batallón Vostok. La división se considera una empresa militar privada. Según la inteligencia ucraniana, el sueldo mensual de estos voluntarios es de 220.000 rublos (2.200 euros).