Israel lleva a Gaza a su brigada más prestigiosa para «limpiar» Jan Yunis

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un grupo de soldados israelíes posa en la sede del Gobierno de Hamás, en la Ciudad de Gaza.
Un grupo de soldados israelíes posa en la sede del Gobierno de Hamás, en la Ciudad de Gaza. Cedida

La mecanizada ha librado las batallas más importantes de la historia del país

10 dic 2023 . Actualizado a las 13:54 h.

Los combates urbanos en Gaza se recrudecen a medida que la guerra lanzada por Israel avanza en sus objetivos. Con la «limpieza» continua en la zona norte de la Franja, los esfuerzos se concentran ahora en Jan Yunis, uno de los bastiones de Hamás en cuanto a presencia de líderes, almacenes de explosivos, redes de túneles y, por ende, combatientes de las brigadas Al Qassam. Pero por la complejidad de las operaciones, Israel ha desplegado a su cuerpo de mayor prestigio, la brigada Golani, para golpear con contundencia sobre el Movimiento de Resistencia Islámica.

Los Golani aparecieron en Israel en febrero de 1948, antes del inicio de la Guerra árabe israelí, siendo el corpus militar más antiguo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Su orientación de infantería mecanizada les posibilita cualquier despliegue rápido. Además, su instrucción especializada de combate, su gran movilidad y maniobrabilidad y un elevado nivel de camaradería entre los soldados hacen un cóctel perfecto para que sean una de las fuerzas especiales más letales del mundo.

Participaron en la toma de Rafah en la guerra con Egipto de 1956 para permitir el paso de los blindados y avanzar en la campaña del Sinaí. Once años después, en la Guerra de los Seis Días, le arrebatarían a Siria los Altos del Golán que actualmente mantiene ocupados. En la primera guerra contra el Líbano, conquistaron Beaufort y establecieron los perímetros de seguridad junto a la frontera con el sur del país árabe. En la primera Intifada, lideraron la operación Escudo Defensivo y, en el 2006, tras retirarse de Gaza, la operación Lluvias de Verano sobre la propia Franja. Un currículo que advierte que, en las victorias históricas más decisivas de Israel, los Golani han sido protagonistas.

Peones extraordinarios

Los Golani se reparten entre el batallón HaBokim HaRishonim, el batallón Barak y el batallón Gideon y otro, sin nombre, de reconocimiento. Acceden al cuerpo voluntariamente tras completar la formación militar obligatoria y, durante meses, su entrenamiento consiste en someterse a duras pruebas físicas y psicológicas con el fin de convertirse en soldados capaces de todo bajo las órdenes de oficiales salvajes.

De hecho, los comanda el general Ghassan Alian, el primer druso que ocupa el liderato y que tiene también un fuerte sentimiento nacionalista y antiárabe, lo cual lo convierte a él y a sus hombres en soldados aún más peligrosos. Respecto a los ataques de Hamás del 7 de octubre llegó a decir sobre el grupo islamista que «los animales humanos deben ser tratados como tales. No habrá electricidad ni agua [en Gaza], solo habrá destrucción. ¿Queríais el infierno? Lo tendréis».

Alian tiene la capacidad para desatarlo porque precisamente fue designado comandante del Ejército en las zonas bajo seguridad israelí de la Cisjordania ocupada por Gadi Eisenkot, exjefe del Estado Mayor entre el 2015 y el 2019 y que ahora forma parte del gabinete de guerra creado por Netanyahu y sus socios ultras.

La designación revela complicidad entre dos autoridades militares sanguinarias, puesto que Eisenkot es padre de la conocida como Doctrina Dahiya, cuya base ya de por sí es un crimen de guerra: no distinguir entre objetivos civiles y militares y bombardear masivamente. Muera quien muera.

Él mismo contó los orígenes de dicha doctrina en una entrevista: «Lo que ocurrió en el barrio Dahiya de Beirut en 2006 ocurrirá en todas las aldeas que se utilizan como base para disparar contra Israel. Usaremos una fuerza desproporcionada. Desde nuestro punto de vista, no son pueblos civiles, sino bases militares».

Discípulo y maestro ya no trabajan juntos, pero la predisposición de ambos a la violencia sin mesura desde sus puestos augura un futuro negro a Gaza.