Hezbolá no entra en el conflicto, pero «todas las opciones están abiertas»

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

El líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, Hasán Nasralá, vitoreado por los ciudadanos de Beirut.
El líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, Hasán Nasralá, vitoreado por los ciudadanos de Beirut. MOHAMED AZAKIR | REUTERS

El Ejército declaró el «estado de alerta máximo» con motivo del primer discurso de un Nasralá que congregó a miles de seguidores al sur de Beirut

03 nov 2023 . Actualizado a las 21:39 h.

El líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, Hasán Nasralá, rompió ayer el silencio que mantenía desde el 7 de octubre para decir que «todas las opciones están abiertas» si Tel Aviv no detiene su «agresión» contra la Franja.

Nasralá no declaró la guerra total, como algunos esperaban, y eso pesó más que su interminable discurso. Fue un doble mensaje para Hamás e Israel. En el frente norte se registran choques diarios entre milicianos de Hezbolá y militares israelíes a lo largo de una frontera que desde hace una semana está vacía de civiles a ambos lados.

El Ejército declaró el «estado de alerta máximo» con motivo del primer discurso de un Nasralá que congregó a miles de seguidores al sur de Beirut para seguir en directo su alocución a través de una enorme pantalla. Cada palabra de esta mezcla de líder político, religioso y militar fue vitoreada por la masa. Durante el resto del largo discurso de más de una hora empleó un tono sosegado con el que explicó que «la operación del 7 de octubre fue un plan secreto palestino» del que no recibió aviso previo y que «no tuvo ayuda exterior», en alusión a Irán.

El líder de Hezbolá dibujó un escenario con el frente principal en Gaza y un «frente secundario» en el Líbano que «ha obligado a Israel a reforzar su presencia en el norte, lo que le impide concentrar todo su esfuerzo en Gaza».