Pionyang afirma que el soldado de EE.UU. que cruzó la frontera ha pedido asilo en Corea del Norte

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Travis King traspasó la frontera con Corea del Norte el pasado 18 de julio, momento desde el cual se perdió cualquier comunicación con el joven soldado estadounidense
Travis King traspasó la frontera con Corea del Norte el pasado 18 de julio, momento desde el cual se perdió cualquier comunicación con el joven soldado estadounidense TINGSHU WANG | REUTERS

La prensa norcoreana afirma que el joven ha declarado sentirse maltratado por el Ejercito estadounidense por cuestiones de discriminación racial

16 ago 2023 . Actualizado a las 11:48 h.

Corea del Norte investiga al soldado estadounidense que cruzó su frontera el mes pasado, según los medios estatales de Pionyang, que añadieron que el militar ha pedido asilo en el país tras sentirse maltratado en el Ejército de Estados Unidos.

«Travis King ha confesado que decidió venir a la República Popular Democrática de Corea debido a que albergaba malestar por el tratamiento inhumano y la discriminación racial dentro del Ejército de Estados Unidos», señaló hoy en una nota la agencia estatal de noticias KCNA.

Travis King en una localización desconocida
Travis King en una localización desconocida SOCIAL MEDIA | REUTERS

Se trata de la primera confirmación de los medios del régimen sobre la situación de King, quien cruzó el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita turística de la Zona de Seguridad Conjunta en el corazón de la frontera entre las dos Coreas.

Pionyang, no obstante, se encontraba en contacto con Estados Unidos sobre la situación del soldado, quien se creía que estaba detenido por el régimen desde que cruzó la frontera. Travis King «entró de forma ilegal en el territorio» de Corea del Norte el pasado día 18 y «quedó bajo control de soldados» norcoreanos tras haber entrado deliberadamente en la zona norcoreana al otro lado de la línea de demarcación militar.

El soldado estadounidense «expresó su deseo de pedir asilo» en Corea del Norte «o en un tercer país», señalando su «desilusión por la desigualdad en la sociedad americana», según el medio propagandístico de Pionyang, que añade que la investigación sobre King «continúa».

Washington, por su parte, señaló que no ha podido corroborar esta información, y afirmó que aún trabaja para traer de vuelta al soldado a su país. «La prioridad del Departamento es traer al soldado King de vuelta a casa, y trabajamos a través de todos los canales posibles para lograr ese resultado», según afirmó un funcionario del Departamento de Defensa.

King, de 23 años, cruzó la frontera al Norte después de haber pasado 48 días en un taller penitenciario de Corea del Sur debido a que no pagó la multa que se le impuso en febrero por un incidente con la policía en Seúl.

Como medida disciplinaria, Washington decidió repatriarlo, pero King huyó del aeropuerto internacional de Incheon, donde debía tomar un vuelo de regreso Estados Unidos, y al día siguiente reservó una visita turística a la JSA que aprovechó para cruzar al Norte.

Posible moneda de cambio

Los analistas han señalado que Corea del Norte podría utilizar al soldado con fines propagandísticos o como moneda de cambio con Washington, en el contexto de diálogo bilateral roto desde 2019 y en pleno repunte de tensiones en la península coreana.

Corea del Norte «solo ha desvelado parte de su investigación» sobre la supuesta deserción de King y «sin alcanzar una conclusión», con lo que parece querer decir a Washington «que tiene en su mano la resolución de la cuestión», dijo Yang Moojin, de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl.

Los desertores previos

King es el séptimo militar del país norteamericano del que se tiene constancia que haya desertado al país asiático tras la Guerra de Corea (1950-53)  y representa el primer caso de este tipo en más de 40 años. Estos son los seis casos previos a la deserción de Travis:

En mayo del 1962, el soldado Larry Allen Abshier, miembro de un escuadrón de reconocimiento, cruzó la frontera intercoreana hacia el Norte con 19 años. Abshier había sido destacado en Corea del Sur el año anterior e iba a ser procesado internamente por fumar marihuana en varias ocasiones de servicio. Murió en 1983 en Pionyang de un ataque al corazón.

En agosto del 1962, el soldado raso de primera clase, James Joseph Dresnok, siguió los pasos de Abshier. Divorciado a los 21 años, iba a ser sometido a un consejo de guerra por falsificar la firma de su sargento para visitar a una mujer, según relató en el documental «Crossing the Line» (2006). Compaginó su perfil de actor en metrajes dirigidos por Kim Jongil con un trabajo como profesor de inglés, e incluso tradujo algunos escritos del mandatario norcoreano. Dresnok se casó en el Norte con una mujer rumana con la que tuvo dos hijos, quienes confirmaron su muerte en 2016 de un ataque cardíaco.

En el 1963 el cabo Jerry Wayne Parrish se encontraba patrullando en la Zona Desmilitarizada fronteriza cuando decidió cruzar al lado norte para desertar. Dejó atrás una nota en su rifle dedicada a su madre y prometiendo volver algún día. No está claro por qué Parrish decidió huir a Corea del Norte, dado su impecable historial. Allí se casó con una mujer libanesa junto a la que tuvo tres hijos y llegó a ser aparentemente uno de los actores más destacados de la propaganda norcoreana. Diferentes versiones sitúan su fallecimiento entre 1996 y 1998 debido a problemas de salud.

En enero del 1965, el sargento Charles Robert Jenkins fue posiblemente el desertor estadounidense al Norte más célebre. Cuando tenía 24 años abandonó su puesto de vigilancia y cruzó la frontera, movido por el miedo a ser movilizado para la Guerra de Vietnam. Jenkins acabaría calificando esta como la peor decisión de su vida. Durante su primera década en Pionyang sufrió maltratos físicos, fue obligado a enseñar inglés a los espías norcoreanos, a aparecer en sus cintas propagandísticas y a contraer matrimonio con Hitomi Soga, una japonesa secuestrada por el régimen. En 2004, en medio de un deshielo de las relaciones entre Pionyang y Tokio, obtuvo un permiso para regresar a Japón, donde se reunió con su esposa (repatriada años antes) y posteriormente con sus dos hijas. Jenkins vivió hasta su muerte en la ciudad natal de su mujer, Sado, donde escribió un libro sobre sus vivencias, «The Reluctant Communist: My Desertion, Court-Martial and Forty-Year Imprisonment in North Korea» (2007), y se convirtió en una celebridad.

En el 1979 el soldado raso de primera clase Roy Chung, hijo de una familia de migrantes surcoreanos que llegó a EE.UU. en 1973, desapareció en junio de 1979 cuando se encontraba destacado en la ciudad alemana de Bayreuth, entonces en Alemania Occidental, y al mes siguiente fue declarado desertor.

Dos meses después de su desaparición en Europa, la radio norcoreana anunció su deserción. El caso nunca fue investigado en profundidad, pero su familia siempre sostuvo que fue secuestrado. Según informaciones difundidas por el documentalista Bonner, Chung murió por causas naturales en 2004.

El último caso registrado antes de King, es el del soldado de infantería Joseph T. White, que en agosto del 1982 huyó a un puesto de guardia norcoreano en Kaesong, cerca de la frontera, llevando consigo documentos militares robados.

El régimen nunca dejó que representantes del Comando de Naciones Unidas hablaran con White para esclarecer las razones de su huida, pero publicaron un vídeo del estadounidense criticando duramente a Washington y su despliegue de tropas en Corea del Sur. Según una carta recibida por sus padres en 1985, White murió ese año a los 23 años, ahogado en un río mientras nadaba con amigos.