Santi Comesaña, que visita Balaídos, brilla en su primer año tras dar el salto de nivel

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Benoit Tessier | REUTERS

El centrocampista de Nigrán lleva 23 partidos, 16 como titular en el Villarreal

03 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Santi Comesaña vuelve a Balaídos para jugar una vez más como visitante. La diferencia con respecto al pasado es que lo hace como futbolista del Villarreal, donde está confirmando que tiene madera para jugar en un grande del fútbol español después de una amplia estancia en el Rayo Vallecano, al que llegó desde el Coruxo.

Porque Santi Comesaña es uno de los pocos vigueses que escapó al radar celeste. Canterano del Val Miñor cuando el Celta intentó incorporarlo desde el Coruxo, ya era demasiado tarde y el Rayo había tomado la delantera. Fue la segunda tentativa fallida del cuadro vigués. «Cuando era pequeño, me quisieron, pero yo no me quise ir porque me lo pasaba bien jugando en el equipo de mi pueblo, en Nigrán, y no quería cambiarme. Después del Coruxo también hubo cierto interés, pero elegí al Rayo porque era el que apostaba por mí de verdad. Son decisiones y momentos», comentó en una ocasión.

Con la franja a cuestas jugó siete temporadas, cuatro en Segunda y tres en Primera, y el pasado verano recibió la llamada del Submarino para dar un paso más en su carrera. Y en uno de los grandes del fútbol español no le va nada mal: 23 partido de liga, 16 de ellos como titular, y asentado en la formación de Marcelino. Santi nunca negó que le gustaría jugar en el Celta, pero no se ha dado la oportunidad. «Sería bonito jugar en el Celta, pero si no se da, no pasa nada», comentó a La Voz el verano pasado antes de anunciarse su fichaje por su actual equipo. Para entonces, ya se daba por hecho que no renovaría en el club de Vallecas en busca del salto al siguiente nivel. Y el aterrizaje no ha podido ser más fructífero.

El vigués ha sido titular para Marcelino García Toral en doce de las 13 últimas jornadas y la única que se perdió fue para cumplir un partido de sanción por una roja. «No es fácil llegar a un sitio donde estaban yendo las cosas bien y pegar un bajón en lo deportivo como estaba siendo este año. En el Rayo me pasó lo mismo. He vivido situaciones parecidas. Me lo tomo con naturalidad y mirando hacia delante, que es lo mejor que podemos hacer en estos momentos», dijo de su adaptación en un inicio de temporada complicado para el submarino.

Pero aunque su subida en el mundo del fútbol haya sido importante, el de Nigrán no perdió la esencia: «Soy la misma persona, pero más madura y de otra forma. Ahora tengo más experiencia y soy más maduro, pero sigo siendo el Santi de siempre». El domingo formará con toda probabilidad en el doble pivote amarillo en un partido que les puede acercar a Europa. En el estadio de su ciudad, pero que nunca pisó como local vestido de celeste.