El Celta más defensivo golea a Osasuna a domicilio (0-3)

Xosé R. Castro VIGO

GRADA DE RÍO

Benítez salió con un 5-4-1 en El Sadar y los vigueses convirtieron en gol sus tres tiros ante el cuadro navarro

05 feb 2024 . Actualizado a las 20:42 h.

El once más defensivo del Celta consiguió el triunfo más contundente de la temporada. En El Sadar, con un 5-4-1 de sistema táctico, los celestes fueron una roca ante Osasuna, marcador dos goles en un minuto (Larsen y Luca) mediado el primer tiempo, resistieron el asedio navarro en el segundo tiempo y mataron el encuentro con un tanto de Douvikas. Un plan perfecto y un respiro para el Celta y para Benítez.

El día que Benítez apuesta por un 5-4-1, con ocho jugadores de corte defensivo, se vio con dos goles de ventaja por la vía rápida. En los minutos 23 y 24. Y marcaron los dos únicos ofensivos: el delantero Larsen a pase de Luca el primero, y el americano el segundo a pase del noruego.

Benítez tomó buena nota del repaso de Osasuna en el estreno de la temporada en Balaídos y apostó por el equipo más físico posible. Haciendo debutar a Manquillo como lateral derecho, colocando a Tapia de central y a Jailson al lado de Beltrán en un centro del campo de cemento armado en el que Mingueza tan bien era interior como media punta o incluso lateral.

La apuesta no funcionó de inicio y el cuadro navarro tuvo dos claras ocasiones en el arranque. Convirtió su banda izquierda en un desfiladero y por ahí llegó una jugada de Rubén Peña que salvó Tapia de un modo providencial. Poco después, Unai cometió un error de infantil con un pase horizontal en la frontal del área que neutralizó Guaita con un paradón a un disparo a quemarropa de Budimir.

El Celta salió de la cueva al cuarto de hora con un pase excelso de Luca de la Torre, Ristic asomó la cabeza en la izquierda a continuación y las dos siguientes llegadas celestes fueron gol. Primero el americano lideró una contra que resolvió Larsen con un quiebro y un medido disparo desde el área grande y en la jugada siguiente el noruego se ganó el espacio y metió un centro raso y templado que Luca convirtió en gol adelantándose a David García.

Desde el 0-2, el Celta todavía replegó más, el Osasuna vivió en campo contrario y tiró de la estrategia para meter miedo, pero se fue al descanso con un remate de cabeza de Catena y otro de Raúl con el pie que salieron altos como únicos argumentos ofensivos.

La segunda parte fue un monólogo de Osasuna, pero el Celta se defendió casi siempre con orden. Los rojillos hicieron una colección de centros laterales, colgando balones al área una y otra vez. Por encima, Jagoba metió en el campo a los cinco jugadores ofensivos que tenía en el banquillo, pero el Celta resistió con Tapia en plan imperial, bien auxiliado por el resto de la defensa y con Guaita haciendo su trabajo, aunque sin necesidad de hacer paradas para enmarcar. En medio del asedio rojillo, una contra lanzada por Beltrán, acabó con asistencia de Jailson y gol de Douvikas para certificar un triunfo más que necesario. 156 días después, el Celta volvió a ganar como visitante en la liga.