La «terrorífica» tercera lactancia de María Castro

C.A. REDACCIÓN / LA VOZ

GENTE

Marta Fernández / Europa Press

«El peor momento del día era cuando el sol empezaba a bajar... aún me emociono y lloro», confiesa

20 abr 2024 . Actualizado a las 17:04 h.

«Ánimo a todas a las que estáis luchando con la teta». Así termina un sincero vídeo de la actriz viguesa María Castro, donde confiesa todas las dificultades que tuvo tras el nacimiento de su tercera hija, Emma, para darle el pecho como a sus hermanas. 

A pesar de que la intérprete, tal y como ha contado numerosas veces en redes, ha dado el pecho a sus dos hijas mayores, Maia y Olivia, es más, recalca que a la mediana le dio hasta hace apenas cinco meses, eso no evitó que en esta ocasión surgiesen complicaciones que se lo hicieron pasar muy mal los primeros días tras la llegada al mundo de su tercera hija junto a José Manuel Villalba

«Tenía muy claro que quería amamantar, respeto cualquier postura» comienza aclarando antes de contar su experiencia en esta tercera lactancia. «¡Los arranques no tienes por qué ser fáciles! Mi tercera lactancia y en la que más he sufrido. No recuerdo haber sufrido tanto físicamente (con lo que eso supone para lo emocional), ¡en mi vida!», confiesa en un vídeo y un texto colgado en Instagram. 

«Pensad que es mi tercera operación mayor, mi tercera cesárea, pero ¡el dolor del pecho hizo que me olvidara de ella durante estos días! A partir del quinto día, tal y como os cuento en el vídeo ''salió el sol''… y ahora NO PUEDO SER MÁS FELIZ!», añade. 

«El bebé tiene que aprender igual que tú a ser un binomio perfecto. Aparecieron las grietas, se me ingurgitó el pecho, que dicen que es debido a la cesárea», prosigue. «La ingurgitación es que se te forman unos edemas tremendos... Está el dolor físico, las hormonas disparadas, una cesárea por curar, y un sentimiento de ''la quiero alimentar'' y al mismo tiempo ''no la quiero alimentar''», rememora María Castro. 

«El peor momento del día era cuando el sol empezaba a bajar (aún me emociono y lloro), yo ya entraba en pánico, sentía que me iba a quedar sola en la habitación con la bebé que no iba a poder alimentarla...», explica. 

«Hasta que apareciste tú Alba (refiriéndose a Alba Padró, consultora de lactancia). Alba me ha acompañado en todas mis lactancias, es una eminencia, lo sabe todo... Cuando estaba pasándolo fatal recibí su mensaje. Me encerré en una habitación con la bebé a las 5.30 de la mañana y le dije ''Solo tengo ganas de llorar". Me desahogué y después estuvimos viendo la postura del bebé. Os juro que prefería que me hicieran otra cesárea en el ojo, que aguantar ese sufrimiento. Pero también sabía que era pasajero», recuerda.

«El problema es que a mí me sube leche para una familia de cinco hijas, no para una. Ella me dio la confianza que necesitaba, me pasé el fin de semana con hojas de col frías de la nevera en el sujetador, controlando muy bien las tomas y los agarres... Al quinto día empezó a caer la leche y vi la luz», confiesa. 

«Cuento mi experiencia por si le alienta a algunas, sin dejar de agradecer cuando toca. Gracias familia… la que me creó, y la que Jose y yo hemos creado…. Porque sin ellos quizá habría sido posible, porque al final, mal que nos pese, siempre se puede, pero habría sido MUCHO más complicado!!!!», agradece. 

«Lo he pasado tan mal… que solo quería ser hija y hermana… ¡no mamá! Y gracias por supuesto a @albapadibclc … porque esta es la tercera lactancia que me salvas. Gracias por tu saber, por tu acompañamiento y por tu empatía tan humana. Como no te voy a poner un piso en Benalmádena, hablo por aquí de tu existencia y la de tu equipo, porque sé que tu mayor ilusión es «salvar» lactancias por el mundo adelante», recomendaba. 

«No dejéis de localizarla si necesitas ayuda, estáis desesperadas… o si queréis que la que más sabe, os acompañe. Su app @lactapp_lactancia (que encima tiene una parte enooooooorme gratis) ha sido la salvación de muchas.  Ánimo a todas… a todas las que lo deseen y puedan, claro….con la teti. ¡Soy tan feliz!», se despide.