Ahora sí, Alfonso Rueda vuela solo

GALICIA

Alfonso Rueda, al inicio de la sesión de investidura, la semana pasada en el Parlamento.
Alfonso Rueda, al inicio de la sesión de investidura, la semana pasada en el Parlamento. XOAN A. SOLER

15 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Han tenido que pasar dos años y unas elecciones para que de Alfonso Rueda se pueda decir que vuela solo. Ya no hay hilos sujetándolo. En la formación del nuevo gobierno ha demostrado personalidad suficiente para evitar esa debilidad política de querer contentar a todos y no hacerlo consigo mismo. Ahora se da el gusto de hacer el gobierno que él quiere. Responsabilidad y riesgo. Pero si quiere marcar perfil propio hay que ir con todo, aunque haya descontento. Quien gana manda.

Y Rueda manda dos señales. La primera, que la Xunta vuelve a ese modelo presidencialista con el que Feijoo construyó una imagen todopoderosa, hasta que, asentada esa idea, decidió nombrar un número dos, que fue el propio Rueda. Ahora la supresión de las dos vicepresidencias evita abrir debates sobre sucesiones, aunque produzca inquietud en quien baja ese peldaño que le permitía estar por encima de sus compañeros.

Segundo, Rueda quiere dar la pelea en tres temas en los que la oposición le gana en argumentos: la vivienda, la juventud y la defensa del idioma. Habrá una consellería específica para activar un necesitado parque público de vivienda, que agrupará también obras públicas pero un momento en el que las nuevas inversiones en cemento, con la política verde de la UE, van a flaquear. Y ha alumbrado un nuevo departamento, el de Cultura, Lingua e Xuventude, con el que pugnar directamente con el Bloque, que se siente cómodo en esos tres sectores, situando al frente a un alcalde que se bate bien en la dialéctica política. Es una de las cuatro caras nuevas; el 25 % del Gobierno se estrena en el cargo. Veremos si pagan la bisoñez o ayudan a que el jefe vuele solo, y si quiere, o puede, más alto.