El inicio de la tramitación de los Orzamentos marca la cuenta atrás para las elecciones gallegas

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Una disolución inmediata del Parlamento tras la aprobación de las cuentas en diciembre llevaría los comicios al 18 de febrero

07 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Inés Santé, directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, cerró este lunes por la tarde en el Parlamento la ronda de comparecencias de los miembros del Gobierno gallego para presentar las cuentas de sus respectivos departamentos. En apenas siete jornadas se han condensado las intervenciones de conselleiros, presidentes de las diputaciones provinciales y directores generales en la comisión tercera, cuyos diputados se preparan ahora para la elaboración del informe de ponencia que dará lugar al dictamen de comisión. Antes de eso, se debatirán las enmiendas a la totalidad del texto en el pleno del lunes 20 al miércoles 22.

El proyecto presupuestario entra así en la fase decisiva de su tramitación. En mes y medio, el 19 y 20 de diciembre, se debatirá y votará en pleno para su entrada en vigor el 1 de enero. Serán las últimas cuentas de una legislatura que se agotará antes del verano.

Fuentes del Gobierno gallego reiteraron en los dos últimos meses que la Xunta contaría con nuevos presupuestos al estrenar el año, y eso aleja cualquier posibilidad de adelanto electoral en al menos tres meses. La convocatoria de elecciones supone la disolución inmediata de la Cámara autonómica, lo que conllevaría paralizar la actual tramitación de las cuentas. En ese período sin actividad parlamentaria se constituye la diputación permanente, un instrumento de control legislativo sin facultad para aprobar leyes, como la de presupuestos.

Todo hace indicar que los Orzamentos culminarán su tramitación parlamentaria según lo previsto. Fuentes jurídicas en el Parlamento confirman que el calendario ya ha sido fijado y no sufrirá alteraciones, por lo que se mantendrán los plazos marcados. La entrada en vigor de los presupuestos el 1 de enero no solo seguiría la filosofía de la «illa de estabilidade» que defiende el presidente gallego frente al ruido de la política estatal, sino que serán su mejor carta de presentación para la próxima legislatura. Desde la oposición lo han visto así, tachando de «electorais» los anuncios realizados en las últimas semanas por una Xunta «en precampaña». Así, a partir del 1 de enero entrarán en vigor con las cuentas la gratuidad del transporte interurbano para mayores de 65 años o las ayudas a dependientes de 5.000 euros al año. 

El precedente de Touriño

La decisión de convocar elecciones, que compete al presidente de la Xunta según la normativa autonómica, podría llegar justo después de la aprobación de los Orzamentos. De hacerlo durante la semana del pleno presupuestario (la del 18 de diciembre), la fecha de los comicios se fijaría el 18 de febrero, ya que deben pasar entre 54 y 60 días desde la convocatoria hasta su celebración.

En la hemeroteca de estos más de cuarenta años de autonomía solo hay un precedente. El 18 de diciembre del 2008, dos días después de que PSdeG y BNG aprobasen los presupuestos que tendría el Gobierno de la siguiente legislatura, el presidente Emilio Pérez Touriño anunció un adelanto electoral para el 1 de marzo. Lo comunicó tras reunir al Consello de la Xunta, pero la convocatoria no se publicó hasta enero. La fecha buscaba evitar que los comicios autonómicos se solapasen con los europeos y, al mismo tiempo, distanciarlos de los vascos. Los tres volverán a coincidir el próximo año, pero por ahora solo se ha despejado la incógnita de las elecciones comunitarias, que serán el 9 de junio.

La decisión de Touriño se produjo un jueves, fecha en la que semanalmente se celebra el cónclave del Gobierno gallego. Su sucesor al frente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijoo, lo comunicó siempre un lunes tras reunir de forma extraordinaria al Consello. De seguir sus pasos Alfonso Rueda, y hacer lo propio el lunes 25 —en Navidad, algo poco probable—, la fecha elegida seguiría siendo el 18 de febrero.

En declaraciones a los periodistas antes de participar el lunes en la junta directiva nacional del Partido Popular en Madrid, Alfonso Rueda eludió avanzar una fecha de los comicios y se limitó a responder que serán «cuando toquen». «No va a influir otra cosa que lo que le interese a Galicia», zanjó sobre una eventual coincidencia con las elecciones vascas, como vino ocurriendo desde el 2012. El lendakari Íñigo Urkullu, en minoría parlamentaria, no tendrá tan fácil como Rueda dar luz verde a las cuentas vascas que se votarán en su caso el viernes 22 de diciembre.