Las víctimas del Alvia reclaman «una sentencia ejemplar» en el décimo aniversario de la tragedia

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Supervivientes del accidente y familiares de las víctimas rindieron un sentido homenaje en la curva de Angrois. Por la mañana se concentraron en el Obradoiro para exigir justicia

24 jul 2023 . Actualizado a las 22:10 h.

Diez años después del accidente en Angrois, en el que fallecieron 81 personas y 144 resultaron heridas tras volcar el tren a las puertas de Santiago, la asociación de víctimas volvió a manifestarse. En esta ocasión, exigen «una sentencia ejemplar para que esto no vuelva a ocurrir». El colectivo simbolizó sus reivindicaciones portando maletas con mensajes en los que mayoritariamente se repite la palabra «mentiras». La protesta comenzó con una concentración en las escaleras de la estación ferroviaria a la que el Alvia 04155 nunca llegó tras producirse el segundo accidente ferroviario más grave de España y el primero en la red de alta velocidad.

Antes de iniciar el recorrido entre la estación de tren y la Praza do Obradoiro, el portavoz de la asociación de víctimas, Jesús Domínguez, denunció que durante estos diez años se han sentido «abandonados por todas las instituciones del Estado, con una actitud de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado lamentable» y afirmó que «solo en Europa nos han tratado como verdaderos ciudadanos». Domínguez resumió todo lo ocurrido desde el accidente en dos llamadas. La primera corresponde a la que hizo el maquinista, no la que realizó durante el viaje, sino la posterior al accidente en la que reconocía que iba a velocidad excesiva y señalaba que ya había alertado del riesgo de la fatídica curva de Angrois. La segunda es la que el portavoz cree que debió existir para el cambio de criterio del fiscal del caso, que solo mantiene la acusación contra el maquinista. «Las víctimas, diez años después estamos aquí, luchando contra el Estado porque hay que recordar que el ADIF es una empresa pública. La verdad es que somos incómodos, pero vamos a seguir hasta el final», añadió.

XOAN A. SOLER

Antes de que comenzase la marcha, el padre de una de las víctimas mortales del accidente también arremetió contra la actuación fiscal del caso y del abogado del ADIF ante la afirmación de que este organismo no iba a pedir perdón, pese a que «no se hicieron los análisis de seguridad». «Las víctimas viajaban en un transporte público que tenía que llevar los viajeros a su destino sanos y salvos. No lo han hecho y no piden disculpas», concluyó.

Ya en el Obradoiro, Inma Mayer, otra de las víctimas del accidente, dio lectura al manifiesto que el propio colectivo titula como «El pacto de la curva».«Se cumplen diez años de lucha tratando de destapar todo lo que hay detrás de esta tragedia evitable exigiendo responsabilidades, peleando contra el Estado y las instituciones implicadas, que han tratado por todos los medios de culpar al último eslabón de la cadena, el maquinista, evitando cualquier responsabilidad y contaminando a la opinión pública para ocultar la verdad y las negligencias», recoge el texto.

En el manifiesto añaden que los sistemas que hubieran evitado la tragedia no se instalaron para ganar tiempo cuando el gallego José Blanco era ministro de Fomento. Y que Ana Pastor, también con el mismo cargo, prometió una investigación independiente, pero varios autos señalaron la falta de colaboración de Fomento Renfe y el ADIF.

La asociación de víctimas del accidente de Angrois hizo suyo uno de los argumentos del técnico de la Unión Europea y en el manifiesto citan una de sus conclusiones: «En este caso, con una curva muy cerrada, puede haber un exceso de velocidad y debe mitigarse. No se puede dejar un riesgo catastrófico en manos del maquinista porque puede cometer fallos».

Tras el acto reivindicativo, la catedral de Santiago acogió un emotivo funeral presidido por el arzobispo de Santiago, José Prieto. Por la tarde, familiares y supervivientes se trasladaron hasta la curva de Angrois para celebrar allí, un año más, un acto en recuerdo de las víctimas y también para agradecer a los vecinos que tras el descarrilamiento del tren ayudasen a los pasajeros heridos y a los que estaban atrapados entre los hierros del tren. Flores, globos, música y silencio simbolizaron los lazos con el vecindario, el recuerdo, el dolor y los diez años de espera por el juicio.