Renfe reclama 116 millones a Talgo por el retraso de los trenes Avril que Galicia esperaba este verano

José Manuel Pan / María Santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de archivo de un AVE circulando entre Ourense y Zamora tras otro gran incendio a mediados de junio.
Imagen de archivo de un AVE circulando entre Ourense y Zamora tras otro gran incendio a mediados de junio. MIGUEL VILLAR

Esos convoyes, de ancho variable, iban a extender la alta velocidad al resto de Galicia

29 jul 2022 . Actualizado a las 00:11 h.

Renfe le ha reclamado a la constructora Talgo una indemnización de 116 millones de euros por el retraso en la entrega de los trenes de muy alta velocidad, conocidos como Avril, según confirmaron fuentes conocedoras de las negociaciones para la construcción de esos convoyes. El problema surgido por la demora en la puesta a disposición de ese tipo de trenes afecta de manera especial a Galicia, ya que parte de esos trenes estaba previsto que entrasen en servicio en la comunidad este verano. De hecho, desde el Ministerio de Transportes le comunicaron a la Xunta en varias ocasiones que los Avril estarían en Galicia en julio. Pero a principios de este mes se confirmó el retraso en la entrega y Renfe emitió un comunicado en el que culpaba a Talgo de la demora y anunciaba que estaba analizando las posibles penalizaciones a la constructora.

No poder contar con estos trenes supone un grave perjuicio para Galicia ya que los Avril permitirían extender la alta velocidad más allá de Ourense. Renfe adjudicó a Talgo en el 2016 la construcción de 30 trenes Avril, y 15 de ellos tienen sistema de ancho variable, con lo que pueden combinar la circulación por vías convencionales y por las de ancho europeo. Por eso esos trenes son idóneos para Galicia y hubieran permitido mejorar considerablemente la oferta de Renfe en todo el ámbito del AVE de larga distancia, como por ejemplo en los servicios ferroviarios entre Madrid y Santiago, A Coruña y Vigo, ofreciendo un mayor número de frecuencias, más plazas y consiguiendo la reducción de tiempos de viaje en muchos recorridos. Estos trenes pueden circular primero en el ancho estándar hasta Ourense por la nueva vía de alta velocidad y posteriormente adaptar sus ejes sin necesidad de parar el tren para proseguir al resto de Galicia con velocidades de 300 kilómetros por hora.

Renfe ya tendría que tener estos trenes, pero la constructora Talgo achacó el retraso a las caídas de producción y a las interferencias en la cadena de suministros debido a las restricciones por la crisis sanitaria del covid, así como a otros eventos geopolíticos, como la guerra de Ucrania. Talgo explicó que ya le había notificado a Renfe determinados retrasos en los plazos de entrega de los trenes Avril «generados por causas de fuerza mayor» y reconoció que otras causas ajenas a la compañía están provocando retrasos en los procesos de pruebas y de homologación de los trenes.

Desde Galicia fueron muchas las quejas planteadas ante el retraso en la llegada de estos trenes. El primero en pedir explicaciones fue el presidente de la Xunta. Alfonso Rueda criticó la tardanza y responsabilizó al Gobierno central de los problemas con estos trenes. Aseguró que en el Ministerio de Transportes nadie habló nunca de retrasos. «Sempre que preguntamos dixéronnos que se mantiñan os prazos», dijo Rueda tras conocer que los trenes Avril no llegarían este verano a Galicia. Lamentó el impacto negativo que esa demora tendrá en la campaña turística gallega. Incluso desde el PSdeG lamentaron el retraso en la entrega de estos trenes y exigieron celeridad para que los Avril estén disponibles cuanto antes. Desde el BNG fueron más allá al señalar que el problema no es solo el retraso en la llegada de estos trenes, sino en la demora de la modernización de toda la red ferroviaria de Galicia.

Renfe redistribuye la flota

Pero el retraso en la entrega de estos trenes no solo afecta a Galicia, ya que Renfe ha tenido que redistribuir por distintas zonas de España la flota existente hasta que lleguen los nuevos vehículos que debe entregar Talgo. Renfe reconoce que la flota de trenes no ha aumentado en los últimos años, pero sí lo hicieron las conexiones ferroviarias.

Un proyecto de Estado que no estará antes del primer cuatrimestre del 2023

Una vez perdida la oportunidad de que los trenes Avril recorriesen las vías gallegas este verano, la preocupación en Galicia es por saber cuándo Talgo entregará esos trenes. El propio consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, solo indicó que el proyecto se encuentra en proceso de pruebas dinámicas y de homologación y que espera «poder terminarlas próximamente».

La fecha más aproximada la dio el domingo en una entrevista en La Voz la secretaria de Estado de Transportes, la lucense Isabel Pardo de Vera. Reconoció que no podía dar un plazo exacto, pero que será cuestión de meses. «Nos dan una aproximación programada si se cumplen todos los hitos de entrega semana a semana, de dosieres de seguridad, de resultados de pruebas… Si se cumplen esos hitos se nos da un horizonte del primer cuatrimestre del 2023. Pero ya digo, con todas las cautelas de que cumplan todas las entregas comprometidas y de que no aparezcan incidencias nuevas».

Pardo de Vera explicó que el contrato con Talgo había comenzado mal porque dejaba lugar a que determinadas condiciones fuesen subjetivas, aunque también dijo que es un tren con grandes innovaciones tecnológicas. Es basculante, con rodadura desplazable, circula a 300 por hora y tiene sistemas electrónicos de guiado. La secretaria de Estado de Transportes admite que este es un contrato estratégico para introducir trenes nuevos: «Para nosotros y para el Gobierno es un proyecto de Estado. Y de ese retraso no solo sale perjudicada Galicia, que es la más perjudicada, porque reconfigura todo el mapa de servicios en España».