La red de Arousa adquiría cocaína en Sudamérica y la movía en veleros

Serxio González Souto
S. GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

Agentes retiran las plantas de cannabis localizadas ayer en un registro en Baión
Agentes retiran las plantas de cannabis localizadas ayer en un registro en Baión OSCAR VIFER

Nuevos registros destapan una plantación de 500 pies de marihuana en Vilanova

02 oct 2019 . Actualizado a las 16:42 h.

Poco a poco comienzan a trascender los detalles acerca de la investigación que desencadenó, en dos fases, la caída de la trama de narcotráfico desarticulada esta semana en el corazón de O Salnés. El secreto del sumario todavía no ha sido retirado por el juzgado de Levante que coordina la operación ejecutada por el equipo contra el crimen organizado (ECO) de la Guardia Civil en Galicia. Pero de lo que persisten ya pocas dudas entre los agentes es de la capacidad y los recursos de una organización cuyo liderazgo en las rías se atribuye presuntamente a Manuel Osorio Grande, quien sería el principal de los nueve detenidos del lunes, que se suman a los otros tres que permanecían ya en prisión.

El hilo del que tira la Guardia Civil ha permitido establecer, en primer lugar, que la red se proveería de cocaína en Sudamérica, probablemente en Colombia. Y que la adquiriría directamente a las mafias que controlan su producción, sin necesidad de recurrir a intermediarios. Este hecho indica, por sí mismo, unos contactos de primer nivel. Hay otro factor que aporta a esta trama un carácter muy particular dentro del tupido tapiz de quienes se dedican a amasar fortunas a base de importar sustancias psicotrópicas a través del océano. La organización utilizaba, por lo visto, métodos muy poco frecuentes para mover su mercancía. Lo haría en embarcaciones, como otros tantos grupos de narcotraficantes, pero en su caso se daría una clara preferencia por los veleros. Completar la reconstrucción de sus métodos de trabajo exigirá aguardar al levantamiento del sumario. Pero posiblemente explique que la investigación haya requerido alrededor de un año.

 La organización recurriría a métodos muy poco frecuentes entre los narcos en España

Más inspecciones

Entretanto, la cadena de registros que se inició el lunes prosiguió ayer en la comarca de O Salnés para deparar alguna que otra sorpresa. Por ejemplo, durante la inspección de una vivienda ubicada en la parroquia de Baión, dentro del municipio de Vilanova de Arousa. Los agentes del ECO destaparon una plantación de marihuana en la que crecían medio millar de pies. El equipo de la Guardia Civil retiró tanto las plantas como los aparatos que los cultivadores empleaban para hacerlas crecer, como focos de luz de buen tamaño, imprescindibles para que el cáñamo desarrolle sus propiedades embriagadoras.

Ni por volumen ni por composición es comparable, pero esta incautación se une, al fin y al cabo, a la de la media tonelada de cocaína que fue interceptada en la primera fase de la operación. Los investigadores calculan que se trata solo de una parte de un importante alijo que la organización habría conseguido introducir en Europa a través del Atlántico. El hecho de que aquel cargamento de polvo blanco fuese requisado entre Levante y Portugal, sumado a este segundo tramo del operativo, que se está desarrollando en Galicia, aporta otro dato fundamental sobre la banda y desvelaría su capacidad para mover su mercancía a lo largo y ancho de la península.

Sus miembros podían colocar su mercancía a lo largo y ancho de la península

El teórico papel de Manuel Osorio en todo este entramado parece apuntar no tanto al contacto directo con los productores como a la gestión de las travesías y al almacenamiento y distribución por tierra de la cocaína. Uno de sus lugartenientes se esfumó antes de que lo detuviesen.

 

Osorio, presunto cabecilla de la trama, asistió al registro realizado por los agentes en una nave de O Facho
Osorio, presunto cabecilla de la trama, asistió al registro realizado por los agentes en una nave de O Facho OSCAR VIFER

Perfil

MANUEL OSORIO, presunto cabecilla: De rali por las islas Azores

Hace ocho años, las amistades que frecuentaba estuvieron a punto de costarle un serio disgusto a Manuel Osorio Grande, un cambadés de unos cuarenta años al que el registro mercantil atribuye actividad en tres empresas a lo largo de los últimos tres lustros. En una de ellas, Astilleros Gallegos S. L., con sede en O Rial (Vilagarcía), Osorio figura como administrador solidario junto a Juan Manuel Vidal Padín, más conocido como uno de los Burros, a los que nadie ha conseguido meter el diente. Una serie de pinchazos telefónicos destaparon las supuestas relaciones que el farmacéutico Jorge Dorribo mantenía con Padín y el teórico cabecilla de la trama desarticulada esta semana. El Servicio de Vigilancia Aduanera impulsó entonces una investigación por blanqueo que fue incorporada a la operación Campeón y resultó archivada.

Astilleros Gallegos echó el cierre provisional hace cinco años. Pero Osorio estaba vinculado a otras dos sociedades que también lo hicieron tambalearse al hilo de aquella operación contra el fraude y la corrupción. Se trata de Bussines Dubai y Tresnaves Arousa. El empresario cambadés figura en ellas como administrador, aunque Vigilancia Aduanera sostenía que, en realidad, ejercía como testaferro de Dorribo. Y que habría intervenido en la puja por una antigua nave propiedad de los Charlines, así como en la adquisición de la lujosa mansión que el farmacéutico lucense poseía en Carril. Valorada en su momento en seiscientos mil euros, hoy es una ruina lastimosa, visitada esporádicamente por chavales en busca de emociones y, como mucho, por quienes no tienen otro lugar en el que caerse muertos y al menos se guarecen allí de la intemperie.

Al campeonato europeo

Casualidades de la vida. Estas dos últimas firmas tienen su sede en la calle Padre Feijoo, en pleno centro de Vilagarcía, a un paso del garaje que la Guardia Civil registró el lunes. Más casualidades. A Dorribo le gustaban sobremanera los ralis. Una afición que compartía con Osorio, quien no dudaba en sentarse al volante para correr en pruebas del circuito gallego. Claro que, últimamente, el empresario arousano parecía haber pisado el acelerador un poco más. Tras competir en febrero en Serras de Fafe (Portugal), decidió anotarse un mes más tarde en el rali de las Azores, la primera prueba que esta temporada puntuaba para el campeonato de Europa, y en la que, por lo visto, firmó un meritorio 31.º puesto. Trasladar un coche a las islas y pilotarlo alrededor de un volcán no debe de ser barato. Pero si la Guardia Civil, ahora, y los cuerpos Greco y Udyco de la Policía Nacional, en su día, tienen razón, el cambadés habrá tenido tiempo de acumular recursos de sobra para ello en diez años de actividad a tope.