Feijoo amplía el Gobierno y hace ajustes sin alterar la esencia ni abrir el debate sucesorio

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Pasa de diez a once conselleiros al incorporar a Fabiola García, Carmen Pomar y José González

27 sep 2018 . Actualizado a las 17:04 h.

Alberto Núñez Feijoo cambia su Gobierno para que todo siga igual. Satisfecho con el equipo que le dio su tercera mayoría absoluta y que este verano se ha convertido en el más longevo de cuantos ha configurado desde el 2009, las necesidades electorales con vistas a las municipales del próximo año le han obligado a activar los relevos de Beatriz Mato, en Medio Ambiente, y José Manuel Rey, en Política Social, que serán los cabezas de cartel en A Coruña y Ferrol, respectivamente.

Aprovechando la crisis, ha tensionado su mandato introduciendo algunos ajustes de competencias entre los titulares en activo, que ha resuelto con la incorporación de tres nuevos conselleiros: la docente Carmen Pomar Tojo estará al frente de Educación, Universidade e Formación Profesional, una cartera que se desliga de Cultura, con la que se había fusionado en el 2012, en el momento de mayores ajustes presupuestarios; Fabiola García Martínez promociona y da el salto de la Dirección Xeral de Maiores e Persoas con Discapacidade a conselleira de Política Social; y el diputado José González Vázquez será el nuevo responsable de Medio Rural.

Los dos últimos eran rostros vinculados a los segundos niveles políticos, y el de la hasta hoy profesora de Psicología de la Universidade de Santiago es el único que se puede considerar un fichaje ciudadano sin vinculaciones orgánicas. Con esta nueva alineación, el primer frente del Ejecutivo gallego pasa a contar con once conselleiros, seis hombres y cinco mujeres, además de Feijoo.

La nueva división de consellerías deja a Román Rodríguez en exclusiva con Cultura, aunque incorporará también a sus responsabilidades Turismo, que hasta ahora funcionaba con cierta autonomía como una dirección general bajo el paraguas de Presidencia. El objetivo es darle mayor rango a la industria que mejor está funcionando en España y Galicia incluso durante la crisis, y para insuflar potencia a los preparativos del jacobeo 2021, que toca para la próxima legislatura.

Ethel Vázquez sigue al frente de la Consellería de Infraestruturas, que cambia de apellido, porque ya no llevará la política de vivienda, coordinada desde el Instituto Galego da Vivenda e Solo. La ingeniera coruñesa mantendrá las competencias en Mobilidade para afrontar la drástica transformación que vivirá el transporte por carretera en el 2019, y suma a sus responsabilidades la gestión del agua, un asunto que ha ganado peso en la agenda tras la sequía de los dos últimos años, que encendió todas las alarmas.

La incorporación de José González a Medio Rural supone que Ánxeles Vázquez, la conselleira que capeó la crisis incendiaria de hace casi un año, pase a liderar la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, con el apéndice que suelta Ethel Vázquez. La melidense deberá culminar la renovación de la legislación urbanística de Galicia, muy avanzada.

Tras los cambios, Feijoo deja solo a dos supervivientes de su primer Ejecutivo, Alfonso Rueda (Vicepresidencia y Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza) y Rosa Quintana, al timón de la Consellería do Mar. Y otros tres conselleiros verán inalteradas sus funciones: Valeriano Martínez García (Consellería de Facenda), Francisco Conde López (Consellería de Economía, Emprego e Industria) y Jesús Vázquez Almuíña, el conselleiro de Sanidade, que en los próximos meses tendrá un protagonismo intenso al haber fijado el tiro la oposición en su departamento.

Segundos niveles y sucesión

Feijoo ha activado los cambios solo un día después de haber superado el ecuador de su tercera mayoría, y si no hay sobresaltos -como en otros ámbitos institucionales- va a intentar alcanzar el 2020 con este mismo equipo, aunque no serían descartables más ajustes después de las elecciones municipales del 2019, tal como hizo hace ahora tres años.

Y tampoco serán los últimos cambios, porque es previsible que en las próximas semanas se vayan produciendo más nombramientos en los segundos niveles, tanto en la estructura como en los respectivos gabinetes, compuestos por personal de confianza. En esa segunda revisión de los cuadros autonómicos es posible que se produzca alguna promoción interna y la incorporación de algún alto cargo que haya salido del Gobierno en junio.

El perfil de los nuevos conselleiros y las nuevas competencias mantienen congelado el debate sucesorio, aunque Feijoo manda un mensaje por pasiva: él sigue siendo el mejor situado para sucederse a sí mismo.

«O xacobeo 2021 ben merece un departamento novo na Xunta»

Los domingos tenían mayoría absoluta en las crisis de Gobierno de Feijoo. De las seis presentaciones que llevaba desde que accedió a la Xunta en el 2009, tres anuncios los hizo en domingo, para iniciar la semana con las tomas de posesión. Hasta ayer, que optó por compatibilizar la firma del decreto con una sesión de control parlamentaria, pisando también la actualidad que pueda deparar la primera reunión del nuevo Ejecutivo, que se celebrará esta mañana excepcionalmente en el pazo de Raxoi tras la séptima foto de familia.

En el mismo escenario, junto a su despacho institucional que da a la plaza del Obradoiro, y con las gaitas y el ruido de los turistas de fondo, hizo su primera valoración de los ajustes ejecutivos e incorporaciones. Acompañado por el alcalde de la ciudad japonesa de Tanabe, al que recibió en audiencia, el presidente puso el foco en dos circunstancias: el cumplimiento del compromiso de hacer los recambios antes de la proclamación de candidatos a las municipales; y su idea de «poñer en valor a cultura e a preparación do xacobeo 2021, que ben merecen un departamento novo na Xunta». Hoy, a partir de las 10 de la mañana, habrá explicaciones más detalladas sobre los ajustes, que Feijoo enmarca en una línea de «coherencia» sobre lo adelantado en los últimos meses.

En realidad, la activación de la reforma estaba prevista en el calendario en junio o principios de julio, pero la moción de censura y el debate sucesorio de Rajoy, con Feijoo implicado a fondo, obligó a reajustar los planes iniciales, que pasaban por darles más tiempo a los dos conselleiros salientes para echarse a la calle en A Coruña y Ferrol.

En rigor, solo ha habido un desajuste de tres días, ya que desde el PP y el entorno del presidente se dijo que el relevo sería «en verano», que acabó el domingo.