28 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
Los responsables del colegio, desde el coordinador de actividades acuáticas a los dueños, no tuvieron ninguna responsabilidad en la muerte del pequeño. Afirma la jueza en su sentencia que «la instalación de piscina contaba con las medidas de seguridad adecuadas, si bien la normativa establecida para el desarrollo de las actividades en la piscina por parte de los grupos de educación infantil era mejorable, pero no insuficiente ni inadecuada y en su aplicación estricta hubiese evitado el fallecimiento de Diego, que se produjo por la inobservancia de la normativa por parte de quienes hubiesen debido velar directamente por su seguridad». Las normas fueron reforzadas tras la muerte de Diego Novo.