El jugador del Gran Canaria, próximo rival del Breogán, es un ejemplo de cómo crecer paso a paso hasta llegar a lo más alto
16 abr 2023 . Actualizado a las 11:41 h.Miquel Salvó Llambrich (Vilanova i la Geltrú, 1994) es el jugador perfecto de equipo. Un perfil versátil que puede jugar como alero y ala-pívot. Muy asentado en ACB, con cada vez más peso específico y ganándose cada vez más minutos en la selección absoluta, de la que formó parte de la prelista del pasado Eurobasket. Además, capaz de marcharse muy joven a Bélgica y, después, escalar desde 2014 a 2018 de EBA a LEB Plata a LEB Oro hasta ACB. Una categoría por año. El guion cinematográfico perfecto. Atiende a La Voz horas después de clasificarse para cuartos de final de Eurocup, donde tendrán el factor cancha hasta una hipotética final, y en pleno día libre.
—¿Cómo está el equipo horas después de la clasificarse para cuartos de final de la Eurocup?
—Muy contentos. Conscientes de que es solo una victoria, que esperemos que sea la primera de cuatro victorias. Fue un partido muy duro. La clasificación engañaba porque realmente no eran octavos a nivel de juego. El año pasado ya consiguió un hito histórico siendo octavos y llegar la final. La segunda parte marcó un poco la victoria.
—¿En qué momento del proceso de la temporada están?
—Estamos bien. Lástima de la derrota en Zaragoza, donde ellos plantearon un buen partido. Quizás tema del calendario, quizás que nuestra cabeza estaba más en el partido de Eurocup, no lo sé, pero teníamos un partido controlado y se nos escapó. Últimamente estamos muy bien, con sensaciones muy buenas ganando partidos con solvencia, como los dos últimos en casa contra Betis y Joventut. Estamos en un momento en el que todos sabemos cuál es nuestro rol. Ya nos conocemos todos y es un momento de salir a morder ahí.
—¿Qué referencias tienen de Paris Basketball, rival en cuartos de final de Eurocup, al que le ganaron los dos partidos en la fase de grupos?
—Un equipo muy físico, de los equipos más físicos de la Eurocup. Quizá te podría decir que tácticamente somos superiores nosotros, pero físicamente plantean un ritmo de juego, un nivel defensivo muy alto, juego por encima del aro. Tenemos que estar preparados a muchas situaciones de uno por uno, a un tipo de baloncesto diferente al que estamos acostumbrados en España.
—¿Se encuentra en su madurez deportiva dentro una carrera claramente en ascenso?
—Muy contento, muy feliz por esta temporada. También es un año donde termino contrato y es un año muy importante para mí. Estoy muy a gusto en la isla, pero lo que tendrá que ser será. Madurez ya va un poquito en mi personalidad, por lo que tuve que vivir, tuve que salir de España. Me siento muy bien dentro de los esquemas de Jaka (Lakovic), que confía mucho en mí. Tengo algunas cualidades allí para poder hacer mis cosas. Soy un jugador que trabaja para el equipo. Si el equipo va bien yo siempre funciono bien. Estoy deseando llegar lo más lejos posible con este equipo. A ver si podemos, pasito a pasito sin pensar más allá, levantar un título, que tenemos muchas ganas. En la ACB llegar lo más lejos en play-offs, que son muy caros. Este año parece que hay un poquito esta separación de equipos, pero los play-offs son muy caros. Lo sabemos los jugadores que llevamos unos años en la liga.
—¿Cómo se presenta el partido ante Breogán?
—Partido muy difícil, eh. No nos podemos fiar del partido de Lugo. Ellos tuvieron claramente un día de estos que no te sale nada y nosotros todo lo contrario. Breogán es muy peligroso, muy peligroso, muy inteligente, muy bien entrenados, con un estilo de juego muy claro. Vienen con confianza. Ven que depende de ellos ganar a cualquier rival. Eso les hace aún un equipo más peligroso de lo que son. Máximo respeto a Breogán y, cómo no, a su afición, que ya son muy importantes en la ACB. Están jugándose muchas cosas: entrar en esa plaza de play off esperando si Valencia puede aflojar un poco también. Tenemos que salir muy al loro.
—¿Destacaría a alguien a nivel individual?
—No, y eso les hace más peligrosos. Son un equipo que hemos visto que un día puede salir uno, otro día otro. Parece que tiene bajas y te sale otro. Los dos bases: Sergi García y Justus Hollatz, que hizo un auténtico partidazo contra el Madrid. Si no está uno está otro o están los dos. Es un equipo que está muy bien compensado. Destaco el equipo por encima de las individualidades y eso es lo que les hace verdaderamente peligrosos.
—¿Se encuentra más cómodo al tres o al cuatro?
Me es totalmente indiferente. Me da igual. Lo que quiero es estar en la pista. La verdad es que últimamente en ACB juego más al tres, pero momentos puntuales o momentos donde hay bajas o quizás se quiere plantear un partido diferente puedo aportar al cuatro tranquilamente, que es una posición donde también me siento cómodo.
—¿Qué destacaría de Jaka Lakovic?, su actual primer entrenador?
Tiene mucha ambición y mucho carácter, nos exige siempre al máximo, no nos permite relajarnos. Es el entrenador ideal para este momento en el que se encuentra Gran Canaria, un club que quiere volver a hacerse respetar, estar con los de arriba como hace unos años. Vamos por el buen camino. Lo que transmite a la plantilla es perfecto para nosotros. Además, ha sido jugador y eso también nos da mucha confianza al jugador porque nos entiende más.
—¿Aunque son jugadores con matices claramente diferentes, encuentra similitudes entre usted y Toni Nakic al poder jugar ambos de alero y ala-pívot?
—Sí. Está haciendo un temporadón. Lo está haciendo muy bien. Como dices, perfil un poco diferente. Ha impactado mucho en la liga. Es de los jugadores a tener muy controlado para el partido del sábado. Se está encontrando muy cómodo en los esquemas del Breogán.
—¿Cómo recuerda sus cuatro años en el Barça siendo campeón de España infantil y cadete, así como campeón de la Minicopa? ¿Cómo le influyó en su carrera?
—Mi etapa en el Barça fue muy bonita. A un club como el Barça si viene a buscarte cuando eres tan pequeño no le puedes decir para nada que no. Me marcó muchísimo. Aprendes unos valores, un tipo de baloncesto que después ya lo llevas para toda la vida. Años muy bonitos que acabaron desgraciadamente antes de lo que yo quería, lógicamente. Después seguí mi camino. Esos años en el Barça y, sobre todo, los otros años que me he ido curtiendo en ligas de cualquier nivel, empezando ahí por volver a mi casa, me han dado mucho. Tengo que estar agradecido por todas las etapas que he podido vivir y por todas las personas que he podido conocer en mi camino.
—Ha tenido una carrera de guion cinematográfico, pasando en cuatro años de EBA a ACB. ¿Esperaba ese paso cada año? ¿Cómo se adaptó a categorías diferentes? ¿Cómo lo gestionó a nivel emocional?
—Pues mira, a nivel emocional no me costó mucho, más que nada porque no era consciente de todo lo que estaba haciendo. Lo viví con mucha normalidad. Ahora visto con perspectiva estando en ACB me digo: «Ostras, es un caso, como dices tú, cinematográfico». Es para escribir una historia. No cambio nada de todo lo que he hecho.
—¿Qué opinión tiene de la afición de Lugo? Jugó en el Pazo en ACB y también en LEB con Oviedo.
—Esta afición es vital para la ACB. Da un plus de carisma y de todo. Es una afición increíble. Siempre se ha destacado por estar hasta en los malos momentos. Recuerdo ganar en la primera vuelta de forma bastante plácida y la afición estaba en todo momento, hasta el final, les aplaudió. El jugador lo agradece mucho tanto si eres local como visitante. Los jugadores nos quedamos mucho con estas cosas. Es una afición muy sana, con mucho respeto y que en todo momento está animando. Espero que sigan muchos, muchos años en ACB.
—Ganó dos Champions y una Intercontinental con Burgos. ¿Nota ese poso que ya tiene a la hora de competir en Eurocup?
—Quizás no me pilla tan de nuevo esos partidos que ganas o te vas a casa. Quizás te da un poco de tranquilidad. Tenemos jugadores rookies como Olek (Balcerowski) y Khalifa (Diop) que no dominan este tipo de situaciones y se puede transmitir un poco más de paciencia y de tranquilidad a gente que no ha vivido este tipo de situaciones.
—En Burgos jugó con un ex breoganista como Jordan Sakho. ¿Qué recuerdos tiene de él?
—Un crack. Un luchador, un trabajador en la sombra que quizás a veces no aparece tanto en las estadísticas, pero vital para conseguir los títulos que conseguimos. No hubiesen sido posibles sin él y sin los otros compañeros. Para que un jugador meta 20 puntos necesita a Jordan Sakho en la plantilla.
—Es habitual de la selección desde febrero de 2021 y estuvo en la prelista de 22 del Eurobasket. ¿Tiene la esperanza de jugar el Mundial?
—Siempre orgulloso, muy contento de ir allí, de ir con tan buen jugador. Lo que tenga que ser será. Siempre estoy a disposición de la selección. Últimamente soy un clásico, digamos, de las ventanas. A ver si se da la oportunidad de sacar la cabeza en algún torneo importante y, si no, esperar la oportunidad, siempre ayudar porque es una familia y entre todos nos tenemos que ayudar.
—¿Qué le pide Sergio Scariolo, el seleccionador?
—Sergio nos pide que seamos un equipo, que seamos nosotros mismos. Vamos a la selección por lo que somos en nuestros equipos. Sergio es muy bueno, trabaja tácticamente muchísimo hasta los detalles, que es una de las claves de los triunfos de la selección. Son equipos muy bien trabajados que ganan a las individualidades como vimos en el pasado Eurobasket.
—Termina contrato. ¿Quiere seguir en Gran Canaria pudiendo jugar Euroliga si son campeones de Eurocup o tiene opción de buscar otro perfil de equipo, subir un peldaño?
—Sabemos cómo funciona el negocio. Estoy muy contento aquí, muy feliz. Siento el club como si fuese mío. Va un poquito más allá de baloncesto. Tenemos que ver, ojalá salga todo bien. Estoy más centrado en la temporada, pero es algo que se tiene que mirar.