Las tierras del Eume recuperan la mágica romería de Breamo, una de las grandes tradiciones de la primavera

Pontedeume recupera, tras el parón provocado por la pandemia, la romería de San Miguel de Breamo, una de las grandes tradiciones festivas de la primavera gallega. Miles de personas, de todas las generaciones, han vuelto a subir al monte, en diferentes momentos de la jornada, para rendir tributo a la imagen que se venera en el bellísimo templo románico que perteneció a un monasterio de los Padres Agustinos que se encontraba en ese mismo lugar, y del que nada queda.

Decía Otero Pedrayo que los ábsides de la iglesia de Breamo son una de las más bellas creaciones del arte gallego, y nada hay más cierto. En pleno siglo XXI, Breamo es una joya de la arquitectura religiosa, un centro de devoción y un enclave mágico. Y en días como el de hoy, con el sol brillando en lo más alto del cielo, es, además, una celebración de la esperanza, la alegría por la llegada de un tiempo nuevo.

«Estamos moi contentos, porque esta romería é algo moi especial -dice el alcalde eumés, Bernardo Fernández-. Volver a Breamo é moito máis que unha festa -añade el regidor-, porque tamén é reencontrarte coas túas propias raíces, revivir recordos de infancia e recordos da familia enteira. Así que non podemos estar máis satisfeitos -añade el regidor-, vindo tanta e tanta xente»

Gran parte de quienes hoy han subido hasta Breamo lo han hecho caminando. Por lo general, caminando desde la propia villa, desde Pontedeume, a través de caminos que ofrecen una perspectiva magnífica sobre la desembocadura del Eume. Pero son muchos, también, quienes han realizado la ascensión en sus propios vehículos o utilizando el servicio de autobuses fletado por el concello.

---

---

---