El sueño americano de los coches en Narón: «Los tenemos desde mil euros»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

NARÓN

La pareja formada por Saray García y José Alberto Fontao, al frente de la empresa AFC.
La pareja formada por Saray García y José Alberto Fontao, al frente de la empresa AFC. CESAR TOIMIL

La joven empresa AFC vive el bum de la segunda mano y la tendencia de exponer al aire libre

07 abr 2024 . Actualizado a las 09:26 h.

Tan icónicos en el cine americano como los diners donde las pandillas se toman una Coca-Cola y una hamburguesa. Los concesionarios que exponen sus autos usados al aire libre bajo banderolas de colores forman parte de nuestra memoria cinéfila. Y ahora han llegado a Ferrolterra para quedarse. Podemos comprobarlo en Narón, donde la empresa AFC se montó hace tres meses. Se dedica a la compraventa de coches de ocasión en su web www.afcautosnaron.com y en redes sociales, y los interesados pueden comprobar las calidades al aire libre en Freixeiro, donde los estacionan para los clientes. Al frente se encuentran los naroneses José Alberto Fontao Cendán y Saray García, de 36 y 25 años, una joven pareja experta en el motor: «Tenemos coches a la venta desde 1.000 euros para arriba, gangas en vehículos de muy buen estado».

José Alberto ya lleva 20 años en el sector, tanto trabajando (empezó con 16 años en un concesionario de la Opel ya desaparecido en la carretera de Cedeira) como conduciendo en yincanas y de copiloto en rallies. Saray recalca que «ahora se vive un bum de los coches usados, se venden más que los nuevos por el nivel adquisitivo de los clientes: no tienes que desembolsar tanto dinero». Y se cumple este tópico: «La depreciación de un coche de ocasión es siempre menor al de uno nuevo, porque el nuevo en cuanto sale del concesionario pierde un 20 % de su valor».

¿Más ventajas según AFC? «En desgastes o problemas de fabricación no hay tantos gastos en segunda mano, y en nuestro sector te puedes encontrar muchas gangas». Toda familia con los dos progenitores trabajando necesita, muchas veces, dos coches: uno suele ser nuevo para desplazamientos largos y otro más antiguo. Incluso algunas tienen un tercero más viejo aún para mil apaños: «a la segunda mano siempre puedes acudir cuando la reciente adquisición da fallos».

De todos modos, Saray recalca que «aquí el comprador busca un coche principal y nos entrega el de toda la vida». El perfil del cliente va de jóvenes a mayores. «Y nos movemos en precios que van desde 1.000 para arriba, una persona con bajo nivel adquisitivo puede encontrarlos aquí muy baratos», indica la pareja.

Locos por las furgonetas

En ese espíritu de furor por la vida al aire libre, especialmente asentada desde la pandemia, el cliente de Ferrolterra se pirra por las furgos: «Ahora mismo lo más buscado son las furgonetas porque valen para el día a día y también para el trabajo, valen para todo». Pero también hay pasión «por los coches diésel, porque consumen menos». Y las marcas más vendidas, «las del grupo de Seat, Volkswagen, Audi».

La entrada de AFC en el sector hace tres meses «fue muy buena y esperamos seguir así, ya que con la clientela estamos bastante contentos». Preguntados por si esa exposición al aire libre de coches recuerda a Estados Unidos, recalcan que «ahora se está llevando muchísimo este estilo, en Narón cada 300 metros casi empiezas a encontrar sitios de este tipo; tú quieres que la gente se fije, pero nosotros solo los tenemos así para enseñárselos al cliente». Aseguran que «nuestra venta es online, con la página web, Facebook, Marketplace, Wallapop o en Milanuncios». Porque Internet ha provocado cambios tanto este mundo como en muchos otros, «antes la gente se fiaba menos pero todos están concienciados de que las ventas online son muy legales».

Esta pareja es la clara demostación de que Ferrolterra controla mucho de motor. «Y yo desde que estoy con él ando súper centrada en este mundo (risas), tenemos una niña de tres meses (Lola) que lo lleva en la sangre seguro, y José Alberto tiene otro niño (Yeray de 14) que ya es un crack», indica Saray. La pareja tiene en su casa cuatro coches para uso propio, dos quads, otro coche para correr y una embarcación. Listos siempre para girar sobre ruedas mientras se cumple su sueño americano.