Salen a subasta 34 chalés de Ciudad Jardín, la urbanización creada en Ferrol durante la edad de oro del ladrillo

FERROL CIUDAD

Los chalés vacíos e incorporados a la subasta se alinean junto a otros habitados en la urbanización Ciudad Jardín, de Ferrol
Los chalés vacíos e incorporados a la subasta se alinean junto a otros habitados en la urbanización Ciudad Jardín, de Ferrol César Toimil

Hay 22 adosados, cinco pareados y siete aislados, cada uno valorado entre 239.765 y 307.970 euros; la puja es hasta el día 15 y cualquier interesado puede optar a uno de ellos

02 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Alzada en 2004 en plena edad de oro del ladrillo, la urbanización Ciudad Jardín en Ferrol acabó sumida en los males de la posterior gran crisis inmobiliaria. Su constructora Coinasa quebró, las obras de urbanización quedaron pendientes y parte de los chalés no llegaron a venderse. Finalmente, las 34 casas que quedaron vacías han salido a subasta judicial por la vía de apremio. El plazo para pujar se inició el 26 de marzo y finaliza el 15 de abril. Y cualquier interesado puede presentarse en la subasta para hacerse con uno de los chalés, ya que se trata de un procedimiento abierto al público. El acreedor es la Sareb (gestora de activos procedentes de la reestructuración bancaria). Y no hay una cifra mínima para la puja, aunque cada vivienda está valorada entre 239.765 y 307.970 euros (según el tamaño).

La autoridad gestora es el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Ferrol. Y para participar en la puja hay que registrarse en el Portal de Subastas del BOE e iniciar sesión. Además hay que pagar un depósito, en función del valor de cada casa. Los 34 chalés (todos unifamiliares) se encuentran en el lugar de Vinculeiro, parroquia de Santa Icía en el término municipal de Ferrol. «Y la adjudicación será independiente», es decir que cada chalé se subasta en un lote individual. La cantidad reclamada asciende a 8,681 millones de euros, como valor total de estas viviendas que quedaron sin vender.

En total, se ofrecen 22 chalés adosados (unidos a otros en ambos lados), cinco pareados (solo se comparte una fachada lateral con un predio) y siete aislados (independientes de otras casas). Todos los adosados tienen estas características: 68 metros cuadrados construidos en un solar de 141 metros, un valor de 239.765 euros y la obligatoriedad para pujar de un depósito de 11.988,25 euros. Los tramos entre pujas son de 4.794, 02 euros.

Las viviendas aisladas tienen diferentes dimensiones; hay una de 96,6 metros cuadrados (solar de 447 metros), otra de 108,10 (solar de 482), tres de 112,5 (solar de 483) y dos de 120,4 (con solares de 483 y 488). Los valores van de 304.220 euros a 307.970. Y los depósitos para participar en la subasta oscilan entre los 15.211 euros y los 15.398,5. En los pareados, dos incluyen local además de vivienda (van de 94,2 a 107,5 metros, con un valor de 274.699 euros a 284.602 y depósitos de 13.734,95 a 14.230). Las viviendas no son visitables.

Cuando quedan desiertas

Seguramente no ocurra con Ciudad Jardín, pero anteriores subastas de otros inmuebles quedaron prácticamente desiertas. En una celebrada en 2020 con 33 pisos, trasteros y garajes de Ferrol solo hubo pujas para tres de ellos.

Vista de la zona habitada desde el principio en Ciudad Jardín
Vista de la zona habitada desde el principio en Ciudad Jardín César Toimil

El primer dinero que se recaude irá para el Ayuntamiento, acreedor preferente de cobro

El Concello de Ferrol será el primer beneficiado en la salida a subasta de los chalés de Ciudad Jardín: el primer dinero que se que recaude por la venta de estos inmuebles irá a parar a las arcas municipales. El Ayuntamiento es acreedor preferente de cobro de este proceso, después de más de una década bloqueado. La promotora Proyectos Ciudad Jardín, filial de Coinasa, contrajo con la administración local una deuda por el impago de tasas e impuestos por la construcción del centenar de viviendas de esa urbanización de O Boial. En concreto, lo adeudado respondía al impago del impuesto de construcción, el colector del río Inxerto, el 10 % de aprovechamiento urbanístico y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). En total, se estimaba que la suma ascendía a 961.243 euros, que se elevaba a 1,1 millones con los intereses legales generados. El Concello reclamó el pago, pero no tuvo respuesta de la promotora, razón por la que se inició el embargo de las 34 viviendas que permanecían sin vender. Sin embargo, cuando el Concello intentó ejecutar ese embargo, los chalés ya estaban en manos de la Sareb.

Proceso judicial

La promotora llegó en 2013 a presentar una demanda contra el Concello en la que solicitaba que se anulasen las diligencias. Y que la administración local pagase una indemnización por no haber podido vender las casas sobre las que pesaba el embargo. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Ferrol tumbó tales pretensiones, ya que la demandante no negaba en ningún momento la existencia de la deuda. Proyectos Ciudad Jardín apeló. Y el TSXG falló de nuevo en favor del Concello.

Pese a todo ello, el Ayuntamiento seguía sin poder disponer de esas propiedades, tras el bloqueo mientras la Sareb no decidiese sacarlas a subasta. El hecho de que parte del dinero fuese a parar al Ayuntamiento y el presumible escaso interés en la adquisición, tras años de deterioro y abandono, en los que los chalés vacíos fueron pasto de la okupación y del saqueo, con su consiguiente pérdida de valor, apuntalaban la situación. Ahora será el mercado, a través de la subasta abierta, el que dictamine si Ciudad Jardín resulta o no atractiva para firmas inmobiliarias o particulares que puedan ver allí una oportunidad.

Lo cierto es que el Concello nunca estuvo interesado en hacerse con la propiedad de viviendas en Ciudad Jardín. Lo que aguardaba era, precisamente, lo que ha ocurrido: que la Sareb convocase la subasta para poder cobrar lo adeudado en dinero. El Concello ya tuvo que recurrir al aval depositado en su día por la promotora para finalizar la urbanización de la zona, en situación irregular al no poder concederse las licencias de primera ocupación, lo que generaba numerosos problemas.