«Al vernos con la mascarilla, mucha gente se la pone en la puerta»

FERROL CIUDAD

La mayoría de los ferrolanos se muestran reacios a quitarse la mascarilla
La mayoría de los ferrolanos se muestran reacios a quitarse la mascarilla JOSE PARDO

En la mayoría de los negocios de Ferrol siguen atendiendo a los clientes con cubrebocas

26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ferrolanos se muestran reacios a quitarse la mascarilla en interiores. Cuando ya casi ha transcurrido una semana desde que finalizó la obligación de utilizarlas, este elemento de protección frente los contagios del covid todavía sigue estando muy presente, tanto en la calle como dentro de los establecimientos de acceso público. Así, un promedio de dos de cada cinco personas que transitan por las calles de la ciudad llevan puesto el cubrebocas, mientras que otros lo portan en la muñeca, en previsión de poder utilizarlo en cualquier momento.

Los únicos lugares concurridos en los que pueden verse las caras completas de la gente son las terrazas de hostelería, porque incluso en las entradas y las salidas de los colegios casi todo el mundo va protegido.

Según comenta Alejandro Rañal, propietario de la churrería Bonilla, «no hubo cambios respecto a semanas atrás; la mayoría de la gente entra con ella y solo se la quita para tomar la consumición y los empleados también la tienen».

En Casa Amador, casi todos los clientes entran con el cubrebocas puesto. «Al vernos a nosotros con la mascarilla puesta, mucha gente se la pone en la puerta para entrar», manifiesta Luis Amador, añadiendo que «mientras haya personas a las que les pueda molestar que las atendamos sin ella, nosotros la seguiremos llevando, hasta ver cómo evoluciona la situación».

En la cafetería Beirut, algunos de los camareros atienden sin mascarilla, pero otros sí la siguen llevando, entre ellos la cocinera.

Por su parte, Paula Liberato, de la cafetería Ankha, explica que la mayoría de los clientes siguen entrando con mascarilla y los empleados también la siguen utilizando. «Vamos a esperar un poco más adelante, porque contagios los sigue habiendo», indica. En el establecimiento Oslo el personal también sigue protegido, e indican que, en el caso de los clientes, alrededor del 50 % continúa entrando con mascarilla.

En muchas peluquerías la mascarilla se mantiene por ser sitios concurridos en los que se pasa bastante tiempo sentado, y en otras, los estilistas la ponen cuando ven que el cliente la lleva. En supermercados y grandes superficies comerciales, como Carrefour o Alcampo, tanto los trabajadores como los clientes continúan utilizando el cubrebocas habitualmente.