Callar es consentir

Nona Inés Vilariño MI BITÁCORA

FERROL

15 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

TLa confusión y el hartazgo que producen el deterioro de las instituciones, y el crónico frentismo que rebrota para reproducir las dos Españas, garantizan la tensión y el enfrentamiento como agresivas armas contra el discrepante, al que se aísla con un muro de actitudes cínicas y falsas imputaciones bajo el paraguas del poder y el, supuesto, interés general.

Ante la deriva autoritaria del Gobierno no cabe la tibieza para contrarrestar el insoportable clima (que crea el sanchismo desde sus terminales) pese al riesgo de pisar una línea roja. Ante la evidencia de fuertes grietas en el proyecto común de convivencia, es obligado defender la España de todos ¡Sin complejos! Tan grande es el hartazgo que no se distingue entre gobernar y arengar sin límites al culpable universal, el PP. Se niegan a explicar los motivos de los intentos de “exiliar” de España (en la que caben y mandan los que homenajean a asesinos de ETA y prófugos) a todos los no progresistas?

Callar es consentir. Y la cobardía más repudiable: creer que esto pasará. No nos engañemos, España, sus instituciones y leyes comunes son, en Cataluña, papel mojado por la lluvia de la impunidad. Si se ignora en el ejercicio de la política a los catalanes que se sienten españoles, los independentistas ya no necesitarán referéndum. Habrán expulsado a España de Cataluña y los españoles, sean de donde sean, tendrán que examinarse de “catalanismo anticonstitucional” para trabajar o vender ternera gallega en su tierra, que un día Sánchez entregó al separatismo, para que lo convirtiese en…? Él sabrá a quién traicionará mañana.