Segundo Pérez López: de profesor del colegio Los Hexágonos e impulsor de la vida cultural de la Domus en Ferrol a investigador del Archivo Secreto Vaticano

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

XOÁN A. SOLER

La ciudad, la diócesis y el mundo académico rinden tributo al teólogo, que de joven ejerció su labor sacerdotal en Caranza

04 oct 2023 . Actualizado a las 02:09 h.

El día 8 de diciembre, Segundo Leonardo Pérez López, una de las figuras intelectuales de mayor proyección de la Iglesia española, cumplirá 75 años de edad. Circunstancia que viene a sumarse a la celebración de las bodas de oro —quiere decirse que al cincuentenario— de su ordenación sacerdotal. Y, con tal motivo, Ferrol, con una iniciativa que parte del ámbito diocesano pero que cuenta con el respaldo de personalidades de los campos más diversos, se dispone ahora a rendirle homenaje.

Un homenaje que no solo reivindicará sus facetas más conocidas —impulsor de los Caminos de Santiago y de la restauración de la catedral de Compostela, autor de docenas de libros, catedrático de la Universidad Pontificia, investigador del Archivo Secreto Vaticano...—, sino también su paso, como coadjutor, por Caranza, su labor como profesor en el desaparecido colegio Los Hexágonos, o el impulso que le dio a la Domus, desde la que fundó el anuario Estudios Mindonienses.

«Segundo Pérez López non é só un intelectual —dice su amigo Ramón Antonio López Rodríguez—. A pesar dos seus logros en diversos ámbitos, coma os de teoloxía ou a historia, exerceu desde moi novo un labor pastoral practicamente ininterrumpido. Nos anos setenta fixo un gran traballo na parroquia en Caranza —dice López Rodríguez—. Máis tarde, nos oitenta, o seu labor nas Pontes foi impagable. E sempre atopou tempo, dun xeito ou doutro, para seguir atendendo a súa parroquia natal, a de San Pedro do Buriz, na Terra Chá». «Ver a figura de Pérez López só como a dun teólogo, un investigador e un catedrático de universidade —recalca Ramón Antonio— é non contemplar, na súa verdadeira dimensión, o legado dun home que, por riba de calquera outra cousa, é un pastor da Igrexa. Unha persoa sempre cercana, transparente e boa, que ao longo da súa vida estivo en todo momento do lado dos que máis sofren, do lado dos que carecen de todo. Segundo —concluye López Rodríguez— nunca viviu para si mesmo. ¡Viviu e vive para os demais!».

Segundo Leonardo Pérez López, con la Madre Teresa de Calcuta en una imagen tomada en Roma
Segundo Leonardo Pérez López, con la Madre Teresa de Calcuta en una imagen tomada en Roma A. E. M.

La donación de una de las mayores bibliotecas personales de Galicia

El próximo número de Estudios Mindonienses estará dedicado también, monográficamente, a la figura de Segundo Leonardo Pérez López, que ha decidido donar a Ferrol su biblioteca personal, una de las mayores bibliotecas personales de Galicia. Una biblioteca cuyos fondos serán una de las columnas centrales de la futura biblioteca diocesana —la primera biblioteca pública de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol— que se instalará en Esteiro, con casi total probabilidad en el edificio que antaño albergó la iglesia del barrio.

Benito Méndez, impulsor del proyecto de creación de dicha biblioteca, canónigo de la catedral de Mondoñedo, profesor del Instituto Teológico Compostelano y actual director, además, de Estudios Mindonienses, cita, para glosar la figura de Segundo Leonardo Pérez López, unos versos de Hermann Hesse: «Todos los libros del mundo / No te traen suerte / Pero te enseñan secretos / Que se encuentran en ti mismo. / Allí está todo lo que necesitas, / Sol, estrella y luna, / Porque la luz que buscas / Vive dentro de ti. / La Sabiduría que has buscado durante / mucho tiempo / En los libros / Ahora brilla en cada hora / Porque ahora ella es tuya».

«O mundo dos emigrantes»

«Segundo —dice Pedro Rodríguez Paz, experto en Liturgia, sacerdote adscrito a la unidad pastoral de Ferrol Centro y compañero de estudios de Pérez López en Salamanca— foi sempre unha persoa que nos axudou moito. Sendo moi novos, el era quen nos animaba a viaxar a Europa. E así fomos traballar fóra nos veráns, coñecendo o mundo dos emigrantes e, ao tempo, traballando para reunir algúns cartos cos que axudar a pagar os estudos». «Desde que eramos estudantes —dice—, Segundo foi unha referencia para todos».