La madera se reinventa con el covid

M. M.

FAI GALICIA VERDE

forestal
XOAN CARLOS GIL

Como troncos, tableros, nanocelulosas o fibra textil, los derivados de la materia que surge de nuestros montes se agrandan

05 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia cuenta con una de las mayores masas forestales de Europa y ese suelo debe de ser una semilla para fijar población y desarrollar las posibilidades de un recurso natural al que la investigación le abre un campo de posibilidades infinito: la madera.

Como en casi todos los sectores, la pandemia ha tenido un impacto en la cadena de valor de nuestros árboles, desde que son plantados hasta que se transforman en mobiliario, pasta de papel o fibra. Sin embargo, los efectos de la irrupción del coronavirus no han sido iguales en todas sus vertientes. A algunas, como a la construcción, las han impulsado, y a otras, como en el contractc, las han lastrado empujando a una reflexión sobre la necesidad de anticiparse a la demanda y apostar por el diseño.

«La primera fase de la cadena está siendo tremendamente dinámica. Hay una alta demanda en el sector hábitat. Ha sido incluso una oportunidad. Muchas empresas duplicaron su facturación. Otros ámbitos han resultado más perjudicados, como el contract, que depende más de los sectores retail y HORECA (el acrónimo de hoteles, restaurantes y cafeterías). Con todo, las expectativas son buenas. De hecho, hay un déficit de madera», destaca José Manuel Iglesias, el presidente del Clúster da Madeira e do Deseño de Galicia (CMG). Se refiere al estudio que prevé un déficit anual de 300 millones de metros cúbicos anuales para el 2030 en Europa.

Las aplicaciones de la madera están aumentando y aquí la investigación y la inversión en ciencia juegan un papel fundamental, reconoce el director de Ordenación Forestal de Ence, Alejandro Oliveros: «En Galicia se aprovecha el 60 % de la madera que se corta en España. Los propietarios forestales ingresan todos los años en torno a 300 millones de euros por su venta, pero es importante que sea la sociedad quien se conciencie de la importancia de utilizar productos sostenibles y, por tanto, de madera, un material renovable y reciclable, capaz de sustituir muchísimos usos de otros materiales no sostenibles como el plástico. Esto nos ha ayudado a todos a pensar qué modelo de sociedad queremos y por qué queremos que sea sostenible».

Si en la construcción, el XIX fue el siglo del acero y el XX el del hormigón, el XXI lo será de este recurso, sostienen en el clúster. La madera es un almacén de CO2 gracias a su capacidad para absorber dióxido de carbono. Tiene unas propiedades aislantes y termorreguladoras y se ha demostrado que es más resistente de lo que se pensaba como elemento estructural. «Vivimos un auge tremendo de los contralaminados, pero las aplicaciones van desde el textil, uno de los proyectos de Galicia para captar fondos europeos es una fábrica de producción de viscosas (sustituto de las microfibras de poliéster), a usos insospechados como el automovilístico», detalla Iglesias.

Más allá del armario heredado de la abuela, las nanocelulosas como la lignina son uno de los muchos derivados de este material noble al que los laboratorios químicos no paran de descubrirle nuevas oportunidades. «Estamos desarrollando productos nuevos como el naturcel, para sustituir envoltorios plásticos, o el closecel. Hay que hacer mucho I+D+i y trabajar en red de forma coordinada con otras empresas. Es fundamental comunicar las ventajas de estos productos», enumera Oliveros, de la pastera pontevedresa.

Que el empuje llegue a todo el mundo depende de las capacidades intrínsecas y de la logística. «El forestal es un sector histórico, de presente y de futuro. Llevamos años exportando tronco de eucalipto y de pino y también tableros. Últimamente se están exportando pelex de biomasa», precisa Julio Hernández, jefe del área comercial y de desarrollo de la Autoridad Portuaria de Ferrol.

Los adhesivos, recubrimientos, espumas o composites con las nanocelulosas son un campo por explotar. Con el impulso de las construcciones prefabricadas, según José Manuel Iglesias, se está cultivando un cambio disruptivo en la concepción de nuestros hogares.

José Manuel Iglesias, del clúster; Julio Hernández, de la Autoridad Portuaria de Ferrol, y Alejandro Oliveros, de Ence, en la mesa sobre el sector forestal organizada en La Voz de Galicia y presentada por María Meizoso
José Manuel Iglesias, del clúster; Julio Hernández, de la Autoridad Portuaria de Ferrol, y Alejandro Oliveros, de Ence, en la mesa sobre el sector forestal organizada en La Voz de Galicia y presentada por María Meizoso VÍTOR MEJUTO

 «El empleo de la madera ofrece una alternativa a los productos de plástico»

La bioeconomía se afianza en la cadena de valor industrial

Es la economía del futuro y el sector forestal gallego, del que dependen 20.000 puestos de trabajo directos, no quiere quedarse descolgado. La bioeconomía se impone por imperativo normativo, por necesidad ambiental y por concienciación ciudadana. ¿Cómo puede buscar aquí un hueco la industria de la madera? Compañías, Administraciones y universidades trabajan en una hoja de ruta que el covid ha reactivado.

«El clúster de la madera tiene un plan estratégico que va ejecutando periódicamente gracias a su equipo técnico. Pero, como sector, es la primera vez que nos planteamos que hay que alinear nuestras capacidades con las oportunidades que brinda el mercado. Por eso, con un equipo de KMG, estamos coordinando un marco base que oriente a toda la cadena ante los nichos que vienen», explica José Manuel Iglesias, presidente del clúster. En el caso del contract, esto se traduce en aprovechar el conocimiento que hay en la comunidad para apostar por el diseño como una vía para tener mayor presencia, más valor añadido y una producción que gane estabilidad y no depender así tanto de encargos.

«Necesitamos ordenar, gestionar y explicar todas las oportunidades»

El desarrollo sostenible fue uno de los temas tratados en la mesa redonda organizada por La Voz de Galicia en la que participaron el propio José Manuel Iglesias, así como el director del área comercial y de desarrollo de la Autoridad Portuaria de Ferrol, Julio Hernández, y el responsable de Ordenación Forestal de Ence, Alejandro Oliveros. «Es fundamental ver que la madera tiene un papel protagonista ascendente. Consolidar una base económica a través de productos renovables. Cuando hablamos de madera, pensamos fundamentalmente en suelos o muebles, cuando la utilizamos todos los días de forma continúa. Papel, productos higiénicos, absorbibles y cada vez más en derivados químicos que son un sustituto de los poliuretanos. En la composición de fibras para el textil, tienen una huella hídrica mucho menor que la del algodón», defiende Oliveros.

Los sellos de certificación forestal que garanticen la trazabilidad del producto desde el monte hasta sus manos, insiste el directivo de Ence, son un aliciente para que el consumidor sepa que paga por elementos cuyo proceso fue sostenible.

«La madera tiene un papel protagonista ascendente en la economía gallega»

En una economía globalizada, el transporte es clave. «La logística marítima es la que da acceso a los mercados y también es el medio de transporte más sostenible. Es el que menos emisiones contaminantes produce por tonelada movilizada. El sector forestal, históricamente, ha utilizado esta vía para su actividad. En el puerto de Ferrol tenemos bonificaciones a sus mercancías de hasta el 40 %, el máximo permitido», expone Julio Hernández, de la Autoridad Portuaria de Ferrol.

La exportación se puede realizar de dos formas. «En los puertos gallegos tenemos la posibilidad de hacer embarques de mercancías con buques completos, lo que suele llamarse buque convencional, es decir, fletar un barco entero. Otro canal, las líneas regulares, posibilitan contar todas las semanas con salidas y llegadas de buques, más eficientes cuando no se dispone de cantidades tan grandes», aclara Herández. En el caso de su puerto exterior, este tráfico regular existe con radas de toda Europa.

«La logística marítima es una oportunidad para la industria maderera»

El aprovechamiento forestal, como mecanismo de fijación de habitantes y elemento preventivo contra los incendios, es otra razón para combatir el calentamiento global. «El abandono evita que generemos esta riqueza y es el principal motivo de propagación de los incendios», admite Iglesias.

Las plantaciones tienen otra cualidad, son reservorios que absorben CO2. Según cálculos de Ence, las de eucalipto de Galicia son capaces de mitigar la misma cantidad de dióxido de carbono que producen el 30 % de los turismos en España o cuatro veces y media lo que emite el parque móvil gallego. A todo esto, hay que añadir los valores sociales y ambientales de preservar estos espacios verdes.