El «romance scam» o «estafa del amor», el ciberdelito en el que cayeron las hermanas halladas muertas en Morata de Tajuña

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Una de las imágenes que compartían las hermanas Amelia y Ángeles con los supuestos embaucadores
Una de las imágenes que compartían las hermanas Amelia y Ángeles con los supuestos embaucadores

El «modus operandi» no es nuevo para los investigadores de este tipo de delitos por internet: el embaucador se hace pasar por un occidental desplazado a una zona de conflicto y que necesita dinero para volver.

24 ene 2024 . Actualizado a las 18:52 h.

Muchos internautas buscan nuevas amistades, compañía e incluso el amor a través de internet. Los nuevos servicios y aplicaciones que han ido apareciendo en el mercado facilitan en gran medida esta utilidad, pero también ha provocado la proliferación de un tipo de estafa del que no dejan de surgir víctimas: es el romance scam o estafa del amor, que parece estar detrás del trágico final de Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, los tres hermanos jubilados cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados el jueves en su domicilio de la localidad madrileña de Morata de Tajuña.

El caso tiene aún muchas incógnitas pero las primeras investigaciones sospechan que fueron asesinados por un ajuste de cuentas al no haber devuelto el dinero que las dos mujeres habían pedido para sufragar a los presuntos novios estadounidenses que conocieron por Facebook, y los gastos para cobrar una presunta herencia que nunca llegó. Todo era mentira y la forma de actuar no es nueva: los estafadores se esconden detrás del anonimato que les otorga la red para mostrar un perfil lo más atractivo posible para una víctima vulnerable, en este caso, dos mujeres de edad avanzada. 

Las víctimas suelen ser captadas a través de una red social y, en la mayoría de los casos, el embaucador se hace pasar por un occidental desplazado por trabajo a una zona de conflicto. Un amigo de la familia relataba ayer que tanto Amelia como Ángeles contactaron hace años con dos militares estadounidenses a través de Facebook; uno de ellos, quien decía llamarse Edward y que estaba destinado en Afganistán, les dijo que el segundo había muerto y que, para cobrar una herencia que disfrutarían juntos, necesitaba que le enviasen dinero de manera periódica. Fuentes policiales reconocen que es común que se hagan pasar por militares o policías e incluso utilizan fotos falsas extraídas de internet para dar más realidad al engaño. La víctima, que termina embaucada, termina cayendo en su red e inicia el envío de dinero.

Para preparar su engaño con éxito, los estafadores utilizan indistintamente perfiles falsos masculinos o femeninos dependiendo de su víctima, «por lo que cualquier usuario puede ser candidato a ser víctima de un engaño», alertan desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad. Es fácil encontrar perfiles falsos masculinos en los que se detalla que son españoles o descendientes de una persona con nacionalidad española pero que se encuentran en el extranjero trabajando; y en el caso de perfiles femeninos, lo más habitual son las supuestas chicas de países del este de Europa que buscan simplemente amor. Así, recopilan de antemano información de usuarios que han dejado en redes sociales información al alcance de cualquiera para fijar su objetivo; de ahí la importancia de que todo internauta sea consciente de la información personal que publica en internet.

Después, los estafadores contactan con su objetivo y inician una relación que convertirá en «real» mediante el envío de fotos retocadas para dotar de mayor credibilidad al fraude. El Incibe recuerda que cualquier usuario pude corroborar la la veracidad de una imagen buscándolas en buscadores como Google Images o Tineye, y y comprobar si han sido utilizadas en otros perfiles o han sido extraídas de alguna página web. Este organismo de ciberseguridad recuerda que, cualquier usuario que sospeche de algún contacto que haya conocido por internet debe recopilar toda la información disponible y denunciarlo ante la Policía Nacional o la Guardia Civil.