Miles de personas claman contra el «pacto encapuchado» de PSOE y Bildu

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

ESPAÑA

Feijoo, entre los miles de asistentes a la concentración contra la moción de censura que hará alcalde de Pamplona al candidato de Bildu con los votos del PSOE, Geroa Bai y Podemos.
Feijoo, entre los miles de asistentes a la concentración contra la moción de censura que hará alcalde de Pamplona al candidato de Bildu con los votos del PSOE, Geroa Bai y Podemos. Jesús Diges | EFE

UPN, PP y Vox acusan en Pamplona a Sánchez de «perder la dignidad»

17 dic 2023 . Actualizado a las 17:54 h.

En plena digestión de la cuestionada ley de amnistía, el anuncio de la presentación de una moción de censura pactada por el PSOE y a Bildu para desbancar a UPN de la alcaldía de Pamplona llevó ayer a miles de personas a salir a la calle en la ciudad navarra para protestar contra el «pacto encapuchado» de socialistas y aberzales para desalojar a Cristina Ibarrola como regido y entregar el bastón de mando de la ciudad navarra a Joseba Asiron, el próximo 28 de diciembre, día de los inocentes.

Bajo el lema «Pamplona no se vende», la manifestación partió a las doce del mediodía de la plaza Consistorial aunque ya desde primera hora centenares de ciudadanos fueron tomando posiciones con carteles en los que podía leerse «Traición por sillón», «Ibarrola alcaldesa» o «PSOE-PSN mentiroso» y proclamas como «Ibarrola no estás sola», «Chivite traidora» o «Cerdán cuentista, Bildu es terrorista», en alusión al secretario de organización del PSOE, muñidor de un pacto que los socialistas navarros negaron antes de las elecciones generales.

La concentración estaba convocada por UPN y contó con el respaldo del PP y Vox. El líder del PP se desplazó a Pamplona para apoyarla. «No es un problema de siglas, es un problema de dignidad, de democracia, de moralidad, sabíamos que había un acuerdo entre Otegi y Sánchez y que el pacto encapuchado iba a tener consecuencias, se nos estuvieron ocultando durante mucho tiempo, y ahora sabemos cuál es la primera factura y la última mentira», afirmó Alberto Núñez Feijoo al comenzar el acto.

El acuerdo alcanzado entre el PSOE y EH ha provocado un auténtico terremoto político con ramificaciones en el País Vasco, que afrontaré en breve una nueva cita electoral en la que dos socios del Ejecutivo de Sánchez, el PNV y EH, luchan por la hegemonía entre los partidos independentistas y en la que los socialistas, socios tradiciones del PNV, tendrán la llave para dar el poder a unos u a otros, según reflejan las encuestas.

Los populares, desde la constitución del nuevo Ejecutivo, han trasladado a las calles la batalla política que libra en el Congreso y en el Senado contra la ley de amnistía y contra el pacto entre en PSOE y Bildu. «Es absolutamente lamentable que al PP se le haya pedido que apoye al Partido Socialista para evitar que Bildu gobernase en Vitoria y que los independentistas lo hiciesen en Barcelona, y el PP le haya ha dado al PSOE ese apoyo, y ahora sea los socialistas los dan la Alcaldía de Pamplona a una marca independentista heredera de una organización terrorista», recordó Feijoo.

La todavía alcaldesa y el líder de UPN, Javier Esparza, llevaron la voz cantante en la manifestación, que no será, ni mucho menos, el final de la ofensiva política contra Sánchez por sus acuerdos con Bildu y con el independentismo catalán. La propia formación regionalista anunció ya otra concentración contra el acuerdo el próximo 28 de diciembre, el día que el Ayuntamiento debatirá la moción de censura contra Ibarrola, y el PP monopolizará la última sesión de control del año en el Senado con preguntas al Gobierno sobre el acuerdo en Pamplona y la amnistía.

Política de «juego de tronos»

Pedro Sánchez fue el gran protagonista de esta concentración. La mayoría de las críticas iban dirigidas contra el presidente del Gobierno. «No hay nada más vil que sacar de la alcaldía a los demócratas para entregársela al fascismo aberzale», afirmó Esparza, para quien «muchos socialistas están avergonzados de este pacto». También acusó al presidente del Gobierno de convertir la política en un «juego de tronos» y en una «carrera infame para mantenerse en el poder». «Navarra no olvidará esta traición», sostuvo.

En la concentración de Pamplona no estuvo Santiago Abascal. La representación de Vox corrió a cargo del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. «ETA va a gobernar Pamplona con los votos del PSOE. Algunos dicen que Bildu es un partido más. Y lo que hay que decir es claro, Bildu es ETA», sostuvo García Gallardo, quien recordó que el líder de la formación aberzale, Arnaldo Otegi fue condenado por pertenencia a banda armada. «El siguiente paso puede ser que el PSOE entregue el gobierno del País Vasco también a ETA, a Bildu, que es la última marca política de ETA», dijo.