Junts utiliza una moción de confianza encubierta para evidenciar la soledad de Aragonès

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Alejandro Garcia | EFE

El texto de los posconvergentes fue apoyado por PSC, comunes y CUP

10 nov 2022 . Actualizado a las 21:26 h.

Un mes después de la ruptura entre ERC y Junts, que supuso la salida de los de Carles Puigdemont del Gobierno catalán, el Parlamento autonómico aprobó este jueves una moción que «constata la pérdida de confianza de la mayoría parlamentaria que permitió la investidura del presidente de la Generalitat de Cataluña al inicio de la legislatura». La resolución la presentó Junts, que la planteó como una cuestión de confianza encubierta, salió adelante con los votos favorables de PSC, Junts, comunes y la CUP. Vox no votó y ERC se abstuvo, al igual que Cs y PP, para no quedarse solo.

El Gobierno de ERC no tiene el apoyo de la Cámara catalana, pero de momento ninguna fuerza apuesta por presentar una moción censura y la de confianza depende del presidente de la Generalitat, que no tiene ninguna intención de someter su continuidad a la Cámara catalana. Pere Aragonès está en minoría, pero ninguna fuerza está en disposición de arrebatarle la presidencia.

El dirigente republicano lleva un mes gobernando en solitario y de momento solo cuenta con el apoyo de los 33 diputados de ERC. Una soledad que le ha hecho perder votaciones en la Cámara catalana y que incluso ha obligado al Ejecutivo a retirar decretos para no sufrir derrotas parlamentarias. Aragonès, aun así, sigue sin mover ficha. Está a la espera de que se resuelvan las negociaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado y la mesa de diálogo. Su apuesta hasta la fecha es gobernar de acuerdo a la geometría variable. 

Los números no salen

Ha iniciado una ronda previa de contactos para buscar socios de cara a la aprobación de las cuentas autonómicas. Afirma que cuenta con Junts, En Comú Podem y la CUP. También ha incluido al PSC en las conversaciones, pero no considera a los socialistas como posibles socios. No obstante, los números no le salen al Gobierno. Junts apuesta por una oposición dura y hasta la fecha no da síntomas de querer apoyar al Ejecutivo del que salió. Los comunes podrían apoyar a Aragonès, pero en cambio la CUP ni siquiera ha acudido a las reuniones convocadas por el presidente sobre presupuestos. El PSC se ofrece casi a diario.

Aragonès, en cambio, sigue sin recoger el guante de los socialistas. Si lo hace, perdería toda su fuerza de presión en Madrid para apretar al Gobierno central a que ceda en materia de desjudicialización en la mesa de diálogo. Los 13 votos de ERC en el Congreso para aprobar los Presupuestos son la principal fuerza de presión de Aragonès. Por lo que, si apuesta por el PSC como socio, será una vez que haya concluido la negociación sobre la mesa de diálogo.