Sánchez refuerza la coalición con el debate de la nación, pero no frena el efecto Feijoo

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras la votación de propuestas en el debate sobre el estado de la nación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras la votación de propuestas en el debate sobre el estado de la nación. Kiko Huesca | EFE

Los expertos consultados por La Voz analizan sus consecuencias políticas

16 jul 2022 . Actualizado a las 19:38 h.

Pedro Sánchez sale reforzado del debate sobre el estado de la nación, sobre todo porque recompone la relación con Unidas Podemos y sus otros socios, gracias al anuncio de una batería de medidas que estos demandaban. Pero, según los expertos, solo le proporcionará un balón de oxígeno hasta un otoño que se augura muy difícil y no logra frenar el efecto Feijoo.

¿Quién sale fortalecido?

Sánchez gana. «En cuanto a mantenimiento estable del poder hasta presuntamente el final de la legislatura, sin duda Sánchez», afirma Carlos Barrera. «Ha consolidado el llamado bloque de la investidura con su apuesta por medidas de cierto corte populista que agradan, o al menos alivian, a sus socios enfrentados por otros temas», explica. Para Carmen Lumbierres, «hay un claro ganador, que es el presidente del Gobierno, no tanto la parte de la coalición más pequeña, Unidas Podemos, porque ve recogidas gran parte de sus propuestas por Sánchez y personalizadas en él, que es quien sacará más rédito político».

Santiago Martínez considera que sale fortalecido en primer lugar «el debate político, ya que se recupera la celebración de un debate cuya regulación hace que su convocatoria sea demasiado discrecional por parte del Gobierno». Respecto a quien sale favorecido políticamente hablando, «Sánchez ha logrado acaparar por unos días el protagonismo mediático, frente a una presencia constante de Alberto Núñez Feijoo a raíz de su reciente irrupción como líder de la oposición y de Yolanda Díaz con su plataforma». Claramente, «esta situación de pinza entre derecha e izquierda ha obligado a la convocatoria de este debate, durante el cual, además, ni Feijoo ni Díaz podían replicarle».

¿Frena el efecto feijoo?

Poca repercusión en el PP. Martínez no cree que «frene la tendencia alcista del PP, sino que más bien lo que pretende es movilizar e ilusionar a sus votantes, que pueden echar en falta que se haga política de izquierdas por parte del Gobierno». En su opinión, «Sánchez busca el mismo proceso que está realizando el PP de aglutinar el voto en su espectro ideológico, en este caso en la izquierda, y contentar en cierto modo a los partidos que lo apoyaron en su investidura».

Según Barrera, «la tendencia de ascenso del PP o, más en general, de la derecha y el centroderecha aparece bastante clara en las encuestas, el debate puede quizás arañarles algunos puntos o décimas, pero no será significativo». Además, «todos los indicadores apuntan a un otoño duro en lo económico y, en esas circunstancias, el electorado apunta siempre como culpable al Gobierno; no será fácil que escape a la crítica de su política económica».

¿Afecta al gobierno?

Pegamento entre los socios. Lumbierres apunta que «para apreciar el efecto que las medidas pueden producir en la intención de voto será necesario que pase un tiempo en el que puedan empezar a materializarse; el nivel de descrédito de la política en la ciudadanía necesita de acciones concretas más que de promesas o regulaciones legales».

Señala que «esto ha servido de balón de oxígeno al Gobierno después de unas semanas de confrontación entre las dos formaciones que lo componen por asuntos que los separan, como el posicionamiento en la OTAN, el gasto en defensa y la gestión de los movimientos migratorios, y ha conseguido reforzar el pegamento entre ambos con las iniciativas sobre los impuestos a las empresas energéticas y a la banca».

En cambio, le parece «poco significativo este debate para el PP, de tránsito, con un papel muy difícil para Cuca Gamarra porque ella no va a ser la interlocutora directa con Sánchez». Un PP que «ha intentado recuperar la emocionalidad en el recuerdo del terrorismo de ETA, desaparecida hace 11 años para fijar la imagen de un PSOE que pacta con Bildu y los independentistas».

La abstención en la votación de los decretos anticrisis «acerca la imagen a un partido de Estado, sabiendo que la economía es uno de sus argumentos donde se ve fuerte».

Balón de oxígeno hasta un otoño caliente

¿Cómo puede afectar el debate sobre la nación a los partidos? Martínez señala que «este tipo de debates suelen reforzar el bipartidismo, si bien la imposibilidad de que Feijoo interviniera ha dado más cancha al resto de partidos».

Cómo afecta al psoe

Oxígeno hasta otoño. «El PSOE sobrevive y emerge un nuevo liderazgo que veremos cómo se materializa en otoño, donde empieza lo trascendental», afirma Lumbierres. Para Barrera, «puede dormir algo más tranquilo hasta el otoño y eso ya es un respiro tras lo sucedido los últimos meses». Martínez explica que «el PSOE se ha beneficiado de un escenario protagónico para anunciar sus medidas».

Partido Popular

A la espera. Barrera estima que «al PP le basta con no cometer errores para seguir subido a la ola triunfadora». Hasta cierto punto, «le puede haber salido rentable que Feijoo no tuviera que intervenir para no exponerse a posibles fallos en formatos a los que no está aún habituado a nivel nacional». Según Lumbierres, «el PP pasa página en espera de las municipales y autonómicas, para ver si el cambio de ciclo es auténtico o solo un espejismo».

Unidas Podemos

Díaz, perjudicada. «UP aplaudió el nuevo volantazo a la izquierda de Sánchez, aunque tanto el núcleo duro de la formación como su futura líder electoral, Yolanda Díaz, han quedado algo opacados por la apropiación de su terreno por parte de Sánchez», asegura Barrera. «UP sigue teniendo el problema de la división y la gestión de la nueva candidatura de Yolanda Díaz, una de las más perjudicadas por las propuestas del PSOE», sostiene Lumbierres.

Vox

Toca techo. «Vox parece haber tocado techo, y sigue muy noqueado por el resultado de las elecciones andaluzas, muy por debajo de las expectativas», opina Lumbierres. Barrera cree que «Vox se jugaba poco, su mayor reto es detener la fuga del voto útil de derechas al nuevo PP de Feijoo».

Medidas de izquierdas que pueden dar rédito electoral si son efectivas

¿Las medidas anunciadas por Sánchez, serán bien recibidas por los votantes? «Suenan bien a los oídos de los votantes más de izquierdas, pero su eficacia está por demostrar dada la volatilidad de los contextos internacionales», estima Barrera. Además, «si no consiguen el efecto esperado de alivio de la crisis, como ha pasado con otras anteriores, le será difícil a Sánchez sacar más conejos de la chistera». «El temido otoño dictará sentencia», concluye.

Para Martínez, «entre su electorado e indecisos, pueden convencer, si bien una vez más aparecen de modo reactivo, ya que las causas de los actuales problemas que estas medidas pretenden corregir llevan muchos meses sobre la mesa y eran totalmente previsibles, por lo que se podían haber comunicado antes y haber generado una imagen más proactiva en vez de reactiva, que es precisamente una de las debilidades del Gobierno percibidas por la ciudadanía».

Dentro del relato

Esto, añade, «habría permitido secuenciar mejor la comunicación de las mismas». «Al hacerlo en tromba, mezclando banca, luz, sanidad, billetes de tren, etc. se pierde la oportunidad de ganar más presencia y de explicar mejor cada una de las medidas dentro de un relato que facilite la comprensión por parte de la ciudadanía», explica. Por ejemplo, «el impuesto a la banca, dentro de un relato de que se benefició de las ayudas durante la crisis del 2008, no devolvió el dinero público y aprovechó para comprar bancos más pequeños y hacerse más grande podría haberse entendido mejor». Pero «no se hizo bien, ni tampoco se inmunizaron ante la respuesta de que probablemente la banca repercuta ese impuesto o gasto en los consumidores».

En opinión de Lumbierres, hay «dos grandes medidas estrella, la que tiene que ver con el transporte público, a la que le encuentro una debilidad, porque está pensada para el grueso de la población que vive en un entorno urbano, pero olvida a la población rural». Y «la principal, que además de efectiva se acopla al sentir popular es el freno en parte a la economía especulativa de las grandes mayoristas de la energía y la tributación de la banca, rescatada en parte por el dinero público tras la crisis del 2008».