Los resultados de las elecciones gallegas del 18F, provincia a provincia

ELECCIONES GALLEGAS 18F

vota
Paco Rodríguez

La participación subió en las cuatro, siendo en la lucense donde alcanzó su mayor porcentaje

19 feb 2024 . Actualizado a las 15:05 h.

A Coruña: el PP cede un escaño al BNG, que arrebata también otro al PSOE

El PP se impuso en número de votos en todos los concellos de la A Coruña, a excepción de Corcubión, Fene y Mugardos, donde el BNG fue la fuerza más votada. De los 25 escaños en juego en la provincia, el PP mantuvo 13, cediendo uno a la fuerza ascendente, el BNG, que creció hasta los 9 a costa también de restar uno al PSOE, cuya representación quedó reducida a 3.

Ni Vox, ni Sumar, ni tampoco Podemos (aunque su candidata a la presidenta, Isabel Faraldo, encabezase la candidatura por A Coruña) lograron reunir los suficientes apoyos para entrar en el Hórreo. La división de estas dos fuerzas de izquierda les ha hecho perder los apoyos que en su día consiguieron bajo las sigas de En Marea y que no han logrado recuperar en las dos últimas citas con las urnas. Las cifras dejan a un PP con el respaldo de 288.911 coruñeses (47,67?%), con un BNG que se mantiene, al igual que ya había sucedido en el 2020, la segunda posición, pero subiendo hasta los 197.929 apoyos (32,66?%) y un PSOE con 78.458, (12,94? %). En este escenario, solo los nacionalistas, con su candidata Ana Pontón como cabeza de lista de su candidatura por la provincia, crecieron, en 7,81 puntos. El PP y el PSOE retrocedieron en 1,48 y en 3,81, respectivamente.

En cuanto al comportamiento de las ciudades, en todas fue similar: pese a la victoria popular, si funcionase el pactómetro, los votos de nacionalistas y socialistas superarían a la formación encabezada por Alfonso Rueda. En el caso de A Coruña, donde gobierna la socialista Inés Rey en minoría, el Partido Popular logró un 44,75 % de los votos, frente al 33,26 % del BNG y el 14,63 % del PSOE. En Ferrol, donde los populares acaban de recuperar la alcaldía con José Manuel Rey Varela en las municipales, el PP se mantiene como fuerza más votada, pero pierde respaldo porcentualmente. El gran crecimiento del BNG, de más de 9,2 puntos, aún con la caída de los socialistas, de 4,4 puntos, hace que el sufragio de izquierdas sea mayoritario, superando a la derecha en más de 500. Algo similar pasa en Santiago, donde gobierna en minoría la alcaldesa del BNG, Goretti Sanmartín Rei. El PP logró un apoyo del 45,63 %, pero el voto de BNG (36,98 %) y PSOE (11,3 %) sumó un 48,2 %.

En cuanto a las reacciones, el presidente provincial del PP, Diego Calvo, aseguró que están «tremendamente agradecidos por la confianza que han depositado los coruñeses en nosotros». «No les vamos a defraudar y desde mañana mismo pueden contar con un Gobierno que seguirá trabajando para la estabilidad y el crecimiento de Galicia», avanzó ayer tras conocerse el escrutinio. «Estas elecciones han demostrado que los gallegos confían en el Partido Popular y en su presidente, Alfonso Rueda», consideró.

«Tivemos un resultado histórico, o mellor da historia do nacionalismo galego, quer no país quer na provincia quer na cidade e na comarca da Coruña», consideró Mercedes Queixas, número 2 del BNG por A Coruña. «Aínda sabendo que non son extrapolábeis ao seren comicios que obedecen a dinámicas distintas, non podemos deixar de observar que os resultados obtidos na Coruña, Cambre e Culleredo nos darían as alcaldías se tivesen sido municipais», estimó. Julio Abalde, número 2 del PSdeG por A Coruña, tras felicitar al PP por los resultados, admitió que si bien «non conseguimos o noso obxectivo, que era impulsar un cambio en Galicia liderado polo Partido Socialista, como anunciou Besteiro, traballaremos desde a oposición facendo política útil e construíndo un proxecto alternativo ao do PP para o futuro».

Pontevedra: el PP salva los 11 diputados en Pontevedra sin esperar a la emigración

El PP salvó ayer los 11 diputados que tenía en la provincia de Pontevedra, con la lista que encabezaba Alfonso Rueda. El número once era un escaño que los populares sabían que podían perder. Hace cuatro años, con Alberto Núñez Feijoo como número 1 y Alfonso Rueda como segundo, lo habían perdido inicialmente en el recuento de las urnas gallegas, y solo el voto emigrante les permitió recuperarlo. Pero ayer el PP gallego mantuvo bien cimentados todos sus apoyos e incluso creció hasta 227.000 papeletas, que son 34.000 más que hace cuatro años. Gracias a ello, los populares logran once escaños sin sorpresas.

Un 44 % de los electores se decantaron por la formación que ya gobernaba Galicia, casi dos puntos más que hace cuatro años. Los datos quedan a la espera de la emigración, nuevamente, pero la distancia con el resto es tan grande que difícilmente podrá producirse ningún baile de escaños.

Eso sí, Pontevedra sigue siendo la provincia donde los populares tienen menos apoyo. Es un territorio que reconquistaron en las últimas elecciones locales, cuando obtuvieron la presidencia de la Diputación para Luis López tras ocho años de Carmela Silva.

En el otro lado del tablero electoral hay movimiento, pero el BNG y el PSOE experimentan un trasvase de votos de suma cero. El Bloque gana dos escaños y se encarama a los ocho. El PSdeG cede dos diputados y se queda en solamente tres.

El resultado de los nacionalistas lo resumió anoche el cabeza de lista, Luís Bará: «Obtivemos o mellor resultado de toda Galicia con diferenza, encabezando por Vigo». Se refería a que los nacionalistas se acercan al 35 % de los votos, un porcentaje que no logran en ninguna otra provincia del país. Son diez puntos más que hace cuatro años, de manera que el Bloque crece más que en Pontevedra que en el conjunto de Galicia.

El Bloque alcanzó las 179.000 papeletas, de manera que convenció a casi 70.000 ciudadanos más de la provincia que hace cuatro años de que los votasen. Los ocho diputados obtenidos en la provincia de Pontevedra empatan su mejor registro histórico, el que había posibilitado su pacto de gobierno con el PSOE en el año 2005.

Mientras esto sucede en el flanco nacionalista, el PSOE se desploma. Los socialistas, impulsados por el área urbana de Vigo y el dominio de Abel Caballero, tenían en la provincia de Pontevedra su principal bastión en Galicia. Hace cuatro años habían convencido al 23 % de los votantes, con la candidatura que encabezaba Gonzalo Caballero, en aquel momento candidato a presidente. En esta ocasión, Gonzalo Caballero fue vetado por la dirección provincial para el número 1 y la lista socialista cayó ocho puntos, hasta quedar por debajo del 15 %.

El secretario provincial de los socialistas no le puso paliativos a la opinión de las urnas. «El resultado no es, ni de lejos, el deseado por el PSOE, tampoco aquí en la provincia de Pontevedra», reconoció David Regades. En el territorio que tiene a su cargo, su partido lograba resistir mejor que en otros, pero esto ya no es así.

El PP es más fuerte en el rural, pero su triunfo en la provincia de Pontevedra no viene solo del rural. Los populares crecen en las principales ciudades y también en las villas. En Vigo, pierden la primera posición a pesar de crecer casi tres puntos, hasta el 35 %. En Pontevedra, sí repiten como fuerza más votada, gracias al 45% de los sufragios, que son casi dos puntos más que en el 2020. En Vilagarcía, rebasan el 44 %, un resultado prácticamente calcado. En Redondela, igual que en Vigo, ceden la primera plaza a pesar de crecer hasta el 37 % de los votos. En Cangas, sucede lo mismo que en Redondela. En Lalín, los populares logran el 64% de las papeletas.

Los referentes municipales socialistas quedan tocados. Tanto Abel Caballero en Vigo como Alberto Varela en Vilagarcía se implicaron en la campaña socialista, y en ambos municipios su partido se desploma. La situación contraria es la de Miguel Anxo Fernández Lores, en Pontevedra, sumido en un pulso con el PSOE de Iván Puentes que, al menos a nivel autonómica, se decanta del lado del nacionalista.

La ría de Vigo concentra los principales feudos del BNG

La ría de Vigo es el epicentro del crecimiento nacionalista. El BNG gana en la ciudad más poblada de Galicia, pero también en Redondela, Soutomaior, Cangas y Moaña. Son concellos que en conjunto suman 375.000 habitantes. Actualmente, el Bloque ya gobierna tres de ellos, Cangas, Moaña y Soutomaior, si bien en el primero con una coalición muy precaria. Pero el dominio del PSOE es claro en Vigo, con Abel Caballero y su gran mayoría de votos, y los socialistas también dirigen el Ayuntamiento de Redondela. En estos dos concellos, la fuerza numérica del BNG es muy limitada. Sin embargo, se convierten en los más votados.

Los otros dos municipios donde ganan los nacionalistas en la provincia de Pontevedra son los de Catoira y O Grove. En el primero de estos dos municipios ya gobiernan los nacionalistas, pero en O Grove el poder lo tiene el PSOE.

Son, por lo tanto, siete municipios en los que el Bloque Nacionalista Galego se impone. Es cierto que Pontevedra es la provincia en la que el BNG logra ser primera fuerza en más municipios. Pero todos los demás (54), los populares son el partido más votado.

También lo son en Rodeiro, el concello en el que es concejal el presidente de la Diputación, Luis López, tras haber hecho dimitir a toda la lista. El PP logra el 60 % de los apoyos, pero es uno de los pocos donde baja, un punto.

La participación sube más de ocho puntos y alcanza el 67,3 %, el tercer registro más elevado

La participación en las elecciones gallegas celebradas ayer subió en ocho puntos respecto al 2020, sin contar el voto exterior, y se situó en el 67,3 %. Es el tercer nivel más elevado en unos comicios autonómicos, un punto por debajo del 2005, y 3,2 menos que en el 2009, los dos últimos procesos en los que hubo cambio de gobierno. Si se incluye el voto exterior, ese aumento es de más de 18 puntos.

Los datos oficiales muestran así una abstención del 32,6 %. La provincia con mayor participación fue Lugo, con el 69,74 %, 21,4 puntos más que hace cuatro años. Pero donde más se incrementó esa movilización fue Ourense, al elevarse en 25,01 puntos y colocarse en el 68,9 %. En Pontevedra la participación fue del 67,2 %, 16,8 puntos más, y en A Coruña del 66,17%, 16,5 puntos por encima de la de 2020, según los datos de la web oficial de estas elecciones y comparando con el voto total de las elecciones del 2020, incluido el de gallegos en el extranjero. En total acudieron a votar 1.483.891 gallegos, unos 160.000 más que en las últimas elecciones, cuando se registró uno de los porcentajes más bajos en unos comicios que se celebraron en contexto de pandemia. El del 2020 fue el dato más bajo desde 1989.

Lugo: el PP, otra vez el mejor porcentaje de Galicia

La provincia de Lugo volvió a ser la que cosechó el mayor porcentaje de voto para el PP de las cuatro gallegas. Un 53,4 % de los votos fueron a parar a la candidatura de Rueda, cuya lista en la provincia encabezó Elena Candia. Un porcentaje más elevado que Ourense y mucho más que Coruña y Pontevedra.

La participación en la provincia subió un 21,5 % y, por ello, los tres partidos en liza tuvieron más votos. Pero en porcentaje, el PP cedió el 1,24 % y el BNG subió 3,6 %, lo que hizo que los nacionalistas ganasen un diputado a costa de los populares.

El PSOE también bajó ligeramente (0,22 %), pero en la provincia de Lugo fue donde sufrió la caída menos estrepitosa de las cuatro provincias. No le sirvió ni la presencia del muy conocido candidato Besteiro, que fue ocho años presidente de la Diputación, ni haber sacrificado a la alcaldesa de la ciudad de Lugo, Lara Méndez, para llevarla en el segundo puesto de la lista.

La ciudad de Lugo fue el único lugar donde el PSOE tuvo una simbólica subida de sufragios del 0,61 %, pero como el BNG subió un 3,5 %, los nacionalistas afianzaron su segunda posición e incrementaron la diferencia con respecto al PSOE. Hay que recordar que en las municipales las cifras se intercambian: el PSOE es la segunda fuerza y el Bloque, la tercera.

En las grandes localidades de la provincia no hubo excepciones con respecto al resultado general. El BNG creció en Monforte, en Vilalba o en Viveiro, mientras el PSOE bajó en todos estos municipios a pesar de que los gobierna. Donde menos crecieron los resultados del Bloque fue en los municipios de A Mariña, e incluso bajaron ligeramente en algunos como Burela, Barreiros, Cervo o Xove. En Sarria, el municipio natal de Ana Pontón, donde gobierna una coalición de independientes y donde ella se hizo la foto de arranque de campaña, el Bloque creció un 3,7 %, lo mismo que en la provincia.

Todas las demás fuerzas políticas quedaron en cifras simbólicas, por debajo de los mil votos. Excepto Vox, que alcanzó los 3.334, aunque también cayó un cuarto de punto en porcentaje y tuvo incluso menos papeletas que hace cuatro años.

La noche electoral fue de largo festejo en la sede lucense del PP, capitaneada por Elena Candia, para celebrar los buenos resultados cosechados. También hubo celebración en el BNG. Aunque moderada, por no haber podido conseguir la coalición de gobierno. La cabeza de lista por la provincia lo celebró en Santiago, con la cúpula del Bloque. No se celebró en el partido socialista. De hecho, ni siquiera hubo foto de los líderes provinciales del partido para los medios.

Un mapa provincial azul excepto los tres históricos de la «montaña roja»

Exactamente igual que en el 2020, el PP fue el partido más votado en todos los municipios de la provincia excepto en los tres históricos, donde gana el PSOE desde hace años. Se la conoce como la montaña roja, porque todos están en la cordillera oriental.

El más grande es Pedrafita de O Cebreiro, con casi mil habitantes, donde gobierna un alcalde socialista desde hace décadas. Otro es un municipio también de la montaña oriental pero más al norte, Ribeira de Piquín, con 500 habitantes y un alcalde joven. Y el tercero donde ganó otra vez el PSOE fue Negueira de Muñiz, un pequeño municipio limítrofe con Asturias, en el que votan menos de 200 personas y por eso lo hacen con voto directo. El único de Galicia.

El BNG tiene dos alcaldes en la provincia, en Muras y Pobra de Brollón, pero en ninguno se vio reflejada la subida general de los nacionalistas ya que el PP fue el más votado, con cifras similares al 2020.

El PP se mantiene en Ourense en las primeras elecciones sin Baltar

Después de treinta años con la política ourensana dirigida por el baltarismo, estas eran las primeras elecciones autonómicas sin ese apellido al frente del PP. Tras el mal resultado de las elecciones municipales del pasado mayo y señalado públicamente por sus multas por exceso de velocidad con el coche oficial, José Manuel Baltar renunció a seguir como líder provincial de los populares. Ahora es senador, pero se mantiene en un segundo plano en la política ourensana después de ceder el liderazgo a Luis Menor. Había muchas dudas sobre cómo este relevo podría afectar a los resultados electorales del PP, pero los populares han resistido.

Este domingo, la candidatura ourensana, encabezada por la conselleira de Promoción de Emprego e Igualdade, Elena Rivo, logró 86.144 votos en la provincia, un 49,90 % del total, lo que supone un 3,19 % menos que en las elecciones del 2020. Ese respaldo es suficiente, en todo caso, para mantener la indiscutible hegemonía del PP en Ourense, quedándose con ocho de los catorce diputados en liza, los mismos que los logrados hace cuatro años.

En aquellas elecciones del 2020 se confirmó, por poco, el sorpasso del BNG al PSOE y los comicios de este domingo han ratificado con holgura que el segundo puesto en las preferencias electorales de los ourensanos es para los nacionalistas. La candidatura encabezada por Noa Presas consiguió 43.758 votos, un 25,3 %, es decir, un 5,45 % más que hace cuatro años. Ese resultado se traduce en un incremento de representación, al pasar de tres a cuatro diputados. Nunca en la historia democrática de la autonomía el Bloque había obtenido tantos parlamentarios por Ourense.

Ese representante que ganan los nacionalistas es a costa del PSOE, que se tuvo que conformar con un solo representante por la provincia, que será su cabeza de lista, Carmen Rodríguez Dacosta. Los socialistas consiguieron 21.425 votos, lo que su supone un 12,41 % del total (es decir, un 7,28 % menos que en las elecciones del 2020). Tal ha sido la caída del PSOE que no solo ha cedido un diputado al BNG sino que también perdió otro en favor de Democracia Ourensana. Lejos queda el mejor registro socialista, logrado en el año 2009, con cinco representantes por la provincia.

El partido de Gonzalo Pérez Jácome logró un 8,87 % este domingo, 15.312 votos, que son muchos más que la última vez que DO se presentó en las autonómicas, en el año 2016. Entonces fueron 7.723 las papeletas que reunieron. Como en aquel momento, en este 18F el peso electoral de Democracia Ourensana se concentra en la capital de la provincia, donde logró 10.236 de sus votos. En cualquier caso, el registro del partido se queda muy lejos del logrado en las municipales, cuando había reunido 18.450 papeletas solo en la ciudad.

En estas autonómicas cualquier otra opción diferente a las citadas se quedó muy lejos de obtener representación. Vox, cuarta fuerza en la provincia, logró un 1,5 % y Sumar, un 0,5 %.

A la espera de la emigración

Ahora el reparto de diputados salido de las urnas directamente queda a expensas del recuento del voto exterior, que comenzará el lunes de la semana que viene. Más de 100.000 ourensanos de la emigración tenían derecho al voto y al PSOE solo le haría falta obtener 112 papeletas más que el PP para subir ellos de uno a dos diputados y para bajar a los populares de ocho a siete.