El PP encadena su quinta mayoría absoluta y hace insuficiente el fuerte ascenso del BNG

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 18F

PACO RODRÍGUEZ

El PSdeG cosecha el peor resultado de su historia y entra Democracia Ourensana

19 feb 2024 . Actualizado a las 09:03 h.

Alfonso Rueda blindó este domingo para el PPdeG su quinta mayoría absoluta consecutiva. En su primera cita como candidato a la presidencia de la Xunta, el líder de los populares gallegos dio continuidad con un respaldo sobrado en las urnas a la etapa iniciada en el 2009 por Alberto Núñez Feijoo. El PP cerró el escrutinio con 40 escaños, dos menos que hace cuatro años, pese a haber obtenido 72.000 votos más que entonces.

La mayor participación registrada (un 8,3 % más antes del recuento del voto emigrante, que se llevará a cabo el día 26) acabó restando dos escaños a los populares, uno en A Coruña y otro en Lugo. Aún así, el PP llevó la contraria a las fuerzas de la izquierda que aseguraban que con una alta participación contarían con altas posibilidades de forzar un cambio en el Gobierno gallego. La de ayer fue la tercera cita electoral con la afluencia a las urnas más alta de toda la historia autonómica, un índice que superó el 67 % al margen del voto emigrante.

El resultado logrado por Rueda hace insuficiente el fuerte ascenso cosechado por el BNG, que con Ana Pontón como candidata por tercera vez llega a 25 escaños, rompiendo el techo que ella estableció en el 2020 y alcanza los resultados de Touriño en el 2005. Crecen los de Ana Pontón ahora en seis parlamentarios: dos en A Coruña y Pontevedra y uno tanto en Lugo como en Ourense. La formación nacionalista se hizo con más del 31 % de las papeletas, dejando atrás la marca que Xosé Manuel Beiras había establecido en 1997 cuando logró uno de cada cuatro votos.

La subida del BNG se construyó básicamente a costa de la destrucción del PSdeG, que pierde cinco actas en la cámara y tendrá que enfrentar a lo largo de la nueva legislatura su peor resultado en unas elecciones autonómicas desde las primeras que se celebraron en 1981.

José Ramón Gómez Besteiro presidirá un grupo parlamentario de tan solo nueve integrantes, tras bajar dos en A Coruña y Pontevedra y otro en Ourense, donde solo contará con un representante. El descenso de los socialistas, que incluso quedaron terceros en Vigo, dejó por tanto lejos la posibilidad de un gobierno de coalición por la izquierda. Eso sí, sumados los votos de BNG y PSdeG, más los de Sumar y Podemos, rebasan ligeramente el respaldo obtenido por el PP. Sin embargo, la formación de Yolanda Díaz se queda muy lejos de pelear siquiera por un escaño, situándose incluso por detrás en número de votos de Vox, que sigue teniendo en Galicia el único parlamento autonómico de toda España donde no logra entrar. Sumar no llega al 2 % de los votos emitidos, y a Podemos, las urnas lo situaron en apoyos por detrás del partido animalista Pacma.

Cuatro fuerzas

Al margen de la nueva distribución de escaños entre las tres primeras fuerzas, el único cambio en la composición del Parlamento autonómico lo constituye la entrada de Democracia Ourensana, partido que lo logra con un parlamentario en su quinto intento. Pero su acta no será decisiva en las votaciones. Vuelve así la Cámara autonómica a contar con cuatro fuerzas, como ya ocurrió con las elecciones del 2012 y 2016.

Queda por contabilizar el voto de la emigración, que obliga a poner la vista en Ourense y Lugo. El PSOE amenaza un escaño del PP en la primera al quedarse a solo 112 votos de distancia. La dinámica electoral registrada en estos comicios no apunta, en principio, a que se vaya a producir allí ese baile. En Lugo los socialistas se quedaron a menos de 3.000 del BNG, lo que obliga a esperar al escrutinio definitivo. En el 2020, el PP logró el parlamentario 42 con el voto exterior, arrebatándoselo a los socialistas en la provincia de Pontevedra por un estrecho margen de medio centenar de papeletas.