La Galicia que quieren poner en marcha los candidatos a la Xunta

X. Gago / M. Beramendi / M. Salgado / P. Hermida / C. Punzón LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 18F

Edgardo

La Voz pregunta a los aspirantes de PPdeG, BNG, PSdeG, Sumar, Podemos y Vox sus proyectos para los próximos cuatro años, y repasa sus trayectorias personales

16 feb 2024 . Actualizado a las 17:45 h.

¿Qué Galicia imaginan Alfonso Rueda, Ana Pontón, José Ramón Gómez Besteiro, Marta Lois, Isabel Faraldo y Álvaro Díaz-Mella? ¿Qué puede esperar para los próximos cuatro años de PPdeG, BNG, PSdeG, Sumar, Podemos y Vox? Estas son las ideas, y los perfiles, de los seis principales candidatos que se presentan en Galicia este 18F.

Ilustración: Edgardo

El proyecto de Alfonso Rueda: «Quero unha Galicia con voz forte: non imos tolerar ser menos que ninguén»

El político al que su padre le aconsejó no serlo aspira a una mayoría absoluta

Xosé Gago

«Se os galegos nos dan cinco minutos indo ao colexio electoral, eu dareilles catro anos da miña vida», dijo Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 8 de julio de 1968) en Santiago. El candidato del PPdeG ha dado muchos años al Gobierno de Galicia: fue nombrado conselleiro en el 2009 y vicepresidente en el 2012. Siguió siéndolo hasta el 2022, cuando tras la marcha de Alberto Núñez Feijoo, fue elegido presidente de la Xunta por el Parlamento. Su padre, que fue político, le aconsejó que no siguiera esa carrera ingrata, pero ha llegado a la presidencia y a esa responsabilidad promete entregarse, con la meta de «construír unha Galicia orientada ás persoas, que sexa aberta e unida, e próspera».

Subraya que no son «palabras baleiras», y lo explica: «Aberta porque nun mundo global hai que saber estar conectado [...], unida para defender o noso e porque en Galicia cabemos todos [...] e próspera porque creo nunha Galicia cunha industria potente e sustentable, que xera emprego, riqueza e oportunidades». Todo ello se traduce en «benestar para ás familias, oportunidades para os mozos e futuro para os que veñen detrás: unha Galicia que funcione».

Rueda es padre de dos hijas, Beatriz y Marta, que, como otros familiares, no sin reticencias iniciales, apoyaron su campaña apareciendo en vídeos. Es un hombre de familia. Una enfermedad de su mujer, Marta Coloret, y el miedo a no ver crecer a sus hijas fueron los únicos motivos por los que se planteó dejar la política.

No resulta raro que prometa más medidas de apoyo a las mujeres que quieren ser madres más allá de los 40 años, con la «ampliación ata os 45 anos da idade de acceso á fecundación in vitro» y la eliminación del límite de un único hijo. Además, Sanidade permitirá «que todas as galegas poidan conxelar os óvulos, aínda que non teñan patoloxías».

«Galicia está chamada a ser un referente europeo na transformación industrial verde»

Su plan es «avanzar cara a unha sanidade cada vez máis eficiente nos tempos e nas prestacións» y también hacia una medicina personalizada mediante «o ambicioso Proxecto Xenoma» o con la fabricación en Galicia de fármacos contra el cáncer.

Hizo bachillerato por ciencias puras, con la idea de ser médico. Pero no era su vocación y acabó decidiéndose por el Derecho. Se licenció aprobando en junio y, tras distintas experiencias laborales y la mili, aprobó una oposición de secretario municipal. Tiene su plaza en Marín. Considera la educación otro de sus «piares». «En Galicia temos un dos mellores sistemas educativos de España, recoñecido internacionalmente», dice. Recuerda que el abandono escolar ha caído a «mínimos históricos» y para el futuro tiene un objetivo ambicioso: «Rebaixar aínda máis ese abandono, mesmo ata cero, se é posible». Quiere hacerlo mediante un programa de formación profesional que impulse a los estudiantes a seguir formándose «como mínimo ata os 18 anos».

Ilustración: Edgardo

Ana Pontón: «Aspiramos a máis autogoberno dentro dun Estado plurinacional»

La candidata nacionalista echa en falta pasar más tiempo con su hija Icía, de 4 años; practica yoga y le gusta ir a la Praza de Abastos de Santiago

Abrir las ventanas de San Caetano para dar entrada al aire nuevo era una aspiración política inimaginable en el nacionalismo gallego hace apenas ocho años, cuando el BNG se precipitaba por un despeñadero que amenazaba con convertirlo en una fuerza extraparlamentaria. En poco tiempo, todo ha dado un giro encabezado por la nacionalista Ana Pontón (Sarria, 1977), aspirante a la presidencia por tercera vez consecutiva y cuya Galicia soñada ha adquirido, casi sin darse cuenta, una apariencia algo más real. Ya no parece un simple anhelo.

De ahí su afán por contar estos días qué haría si fuese presidenta. Propuestas, en su mayoría, de interés ciudadano, que han solapado el marco ideológico tradicional del Bloque, tan presente en sus bases y en su programa, pero susceptible de generar cierta aversión en una parte de la sociedad. Es el caso de la cuestión territorial, que tanto ha marcado la agenda política en España, y a la que la candidata apenas ha dedicado tiempo por simple estrategia electoral. Para el 2028, Pontón sí ve posible una «Galiza con máis autogoberno para decidir nós desde o noso, con voz propia dentro dun Estado plurinacional, plurilingüe e pluricultural». Un país que, en definitiva, gane peso en el conjunto del Estado.

«Hai moitas formas de sentirse galego»

En la Galicia que vislumbra dentro de cuatro años, la candidata aspira a que los ciudadanos no tengan que esperar hasta dos semanas para ir al médico (plan de rescate de 200 millones para la atención primaria) y a que las consultas de cabecera sobre salud mental (un 30 % del total) no se despachen con más ayuda que una simple caja de ansiolíticos. «Hai que colocar as persoas no centro», insiste Pontón, porque «coas medidas adecuadas», como un plan de refuerzo a la asistencia en el hogar dotado con 86 millones, en el 2028 habrá más mayores que pasen su vejez en casa, «coa residencia como último recurso».

En el epílogo de una campaña extenuante —que le ha impedido estar más con su pequeña Icía, de 4 años, practicar yoga o pasear por la praza de Abastos de Santiago—, Pontón ve un 2028 en el que los jóvenes tendrán más facilidad para alquilar una vivienda (plan para movilizar pisos vacíos), una industria que ha recuperado pulso (generar 12.000 empleos hasta el 2032) y un país y un medio rural más vivo, que se beneficie de un viento que «é de todos». Por eso, si llega a la presidencia y cumple su promesa, Galicia tendrá en cuatro años «unha empresa pública de enerxía e unha tarifa eléctrica galega que abarate a factura da luz» y que compense los costes sociales e ambientales de producir. Como dice, una Galicia en la que se beneficien todos porque, al final, «hai moitas formas de sentirse galego».

Ilustración: Edgardo

José Ramón Gómez Besteiro: «Soño cunha Galicia grande, tolerante, ben conectada e con máis peso en España e Europa»

El socialista, abogado e hijo de un revisor de autobús, confiesa: «O amor é todo, é o que move o mundo»

«Hagas lo que hagas ámalo, como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando eras niño». Esta frase de película, la favorita de José Ramón Gómez Besteiro, ahonda en las enseñanzas de la infancia, ese lugar maravilloso en el Lugo de los años sesenta y setenta cuando el candidato socialista aprendió a amar la cocina de su abuela materna y las ideas políticas sobre justicia social que escuchaba en casa.

Hijo de un revisor de autobús de la línea que viajaba hasta A Fonsagrada y hoy aspirante a la Xunta, habla, con esa voz grave y radiofónica que ya es seña de identidad, de aquellos primeros tiempos inolvidables. «Ese cariño pola cociña ven de moi pequeno, da miña educación, dos meus pais e avós. Lembro a miña avoa materna cociñando e ensinándome a cociñar. A cociña está moi relacionada cos olores e sentidos. E tamén amo os pasos previos; teño o recordo de ir comprar co meu pai», rememora, y presume de hacer para su familia empanadas, caldos, cocidos, guisos y otros platos de cuchara.

También el socialismo lo mamó casi en la cuna. «A política gústame desde ben cativo, vive en mí desde moi novo porque aféctanos a todos e non podemos vivir de costas a ela. Na miña casa falábase moito de política, que tamén é unha forma de socializar. Son o terceiro de tres irmáns e dunha xeración que xa viu o mundo pola televisión. Adícome ao que me gusta e non me queixo das restricións: sarna con gusto non pica», dice a punto de terminar una campaña electoral que lo ha llevado a recorrer más de 10.500 kilómetros en quince días.

No olvida que estudió Derecho en la USC «grazas ás bolsas de Felipe González» y tiene un proyecto en el desea que los jóvenes tengan igualdad de oportunidades y capacidad para elegir. De hecho, su programa promete la gratuidad de la primera matrícula en grados y máster. «Soño cunha Galicia grande, tolerante, ben conectada e con máis peso en España e Europa», explica.

Reconoce que teme la enfermedad y le incomoda la intolerancia. Cree en dios, está casado, tiene dos hijos y confiesa que «o amor é todo, é o que move o mundo». «A familia é a pedra angular onde me asento». Solo conoció a sus abuelos maternos, pero su figura fue vital: «Lembro o olor ao xabón Magno, a cociña de leña, o agarimo...».

Su estreno en política fue como concejal de Urbanismo de su ciudad natal, para luego convertirse en el «hombre milagro» del partido al lograr la Diputación de Lugo tras 24 años en manos populares. Se hizo 10.000 kilómetros visitando a los militantes antes de ser elegido secretario general del PSdeG, pero tuvo que dimitir en el 2016 al ser imputado por la jueza Pilar de Lara en dos causas que fueron archivadas. «Creo na xustiza, sí, a pesar de todo, da súa lentitude».

«Creo na xustiza, sí, a pesar de todo, da súa lentitude»

Superado el calvario judicial, Pedro Sánchez lo nombró delegado del Gobierno, cargo que dejó para ser diputado por Lugo en el Congreso, donde hizo la primera intervención en una lengua oficial diferente al castellano. También le ofreció ser ministro, pero este «Messi do PSdeG» —como le definieron— decidió jugar la liga de San Caetano asistido por el presidente, los ministros y el omnipresente Zapatero.

Duerme siete horas; está leyendo El último barco, de Domingo Villar; y escucha AC/DC, Queen, U2, El último de la fila y La unión. «Non sabemos o que nos vai deparar o futuro», dice, pero sueña con rescatar la educación y sanidad públicas, reindustrializar el país, y seguir dedicándose a lo que aprendió a amar siendo niño.

Ilustración: Edgardo

Marta Lois: «Queremos un goberno feminista e verde para Galicia»

Amante del mar, madre de una chica de 16 años y un chico de 21, la candidata de Sumar se confiesa fan de Paul Auster o Lucía Aldao

 Tiene Marta Lois (Vigo, 1969) una mirada que traslada ilusión. Siempre con coleta y labios rojos, la candidata menos conocida a la Xunta entre los grandes partidos apuesta por el poder de la calma. Ella misma lo dice: «Deixo sempre fóra as palabras grosas, o ruído e as descualificacións». Al frente de Sumar Galicia, tiene un doble reto para este domingo: poner los dos pies en el Parlamento, y ya de paso formar un tripartito de izquierdas. Politóloga y profesora universitaria, vive esta campaña como en una montaña rusa, desde las bajadas de los actos con pocas personas a las subidas de un lleno como el de la Facultade de Ciencias Políticas. Desde el principio, Lois ha dejado claro lo que quiere para después del 18F: «Un goberno a tres, un goberno de mulleres».

¿Cómo sería su Galicia soñada dentro de cuatro años, si entra en la Xunta? «Sería o resultado das nosas políticas valentes e transformadoras, cun goberno feminista e verde, queremos loitar polos traballadores e rehabilitar os servizos públicos». Para ese tripartito hace numerosos guiños a BNG y PSOE, sobre todo a los nacionalistas. En Políticas, fue profesora de la ahora candidata del Bloque: «Eu dinlle clases a Ana Pontón e agora quero un goberno de mulleres». Lois se iniciaba entonces en la docencia, Pontón finalizaba sus estudios, «e eu compartía con Ramón Máiz a asignatura de Teoría Política». En clase no tuvieron mucho contacto, pero el día del debate en la TVG se dieron un caluroso abrazo.

«Galicia en catro anos? Será o resultado das politicas valentes, verdes e feministas que faremos nun tripartito»

La candidata de Sumar Galicia es celosa de su vida privada. «Teño unha filla de 16 anos e un fillo de 21». En campaña echa de menos «estar con eles, coa familia e amigos». Se considera pragmática y dialogante. «Coa afouteza e capacidade de cumprir que amosamos no Goberno, coa intención de mellorar a vida da xente que tiven en Compostela Aberta», indica. Tiene escritos los compromisos para los cien primeros días de posible tripartito con BNG y PSOE: «Plan de rescate da sanidade pública enfocado á saúde mental, topes no prezo de aluguer, xustiza fiscal, e unha Galicia das mulleres cunha presidenta».

Amante de la vida sencilla, «de ver o mar e ler», cree que «a felicidade pasa por sentirte ben cos que te rodean». Le encantan Paul Auster, Lucía Aldao, Sofía Espiñeira, Guadi Galego, Ataque Escampe, Carlangas... y las películas O Corno (Jaione Camborda) y Fallen Leaves (Aki Kaurismäki). El tiempo dirá si Galicia se convierte en un barco «territorio das mulleres», con Marta Lois de contramaestre.

Ilustración: Edgardo

El proyecto de Isabel Faraldo: «Hai un potencial e unha Galicia que pode estar en vangarda que nos está esperando»

La candidata de Podemos se estrena desde un partido al que llegó hace casi diez años

Isabel Faraldo Calvo (A Coruña, 1966), aspirante a la presidencia de la Xunta por Podemos Galicia-Alianza Verde, tiene claro que lo que precisa la comunidad «é un maior investimento en servizos públicos» y especialmente, concreta, en sanidad y educación, pero también un mayor esfuerzo en industria, cultura e ciencia. «Hai un potencial en Galicia e unha Galicia que pode estar na vangarda que nos está esperando. Estou convencida», expresa.

Administrativa del Sergas y ex concejala no adscrita del Concello de A Coruña, Faraldo espera lograr que la Galicia del 2028 «sexa máis aberta ao mundo, aproveitando moitísimo máis o seu potencial e desterrando as políticas caciquís, amiguismos e nepotismos que estamos a vivir nos últimos tempos». La candidata de Podemos, que nunca militó en ningún otro partido y en el que entró a comienzos del 2014, define en tres ítems las ideas fuerza de su formación para gobernar Galicia: «sanidade pública, vivenda e emprego».

Ilustración: Edgardo

Álvaro Díaz-Mella: «Se puede ir a mejor con un Gobierno valiente que no arrastre los problemas otros 4 años más»

Prejubilado de Telefónica, es el primer candidato a la Xunta que presenta Vox

Álvaro Díaz-Mella (Vigo, 1961), candidato de Vox a la Presidencia de la Xunta, no duda en elegir «la defensa del campo» como la prioridad marcada por su formación a la hora de presentar su oferta electoral a los gallegos. «Galicia puede ir a mejor si tiene un Gobierno valiente que no se resigne a arrastrar los mismos problemas otros cuatro años», manifiesta el cabeza de lista por Pontevedra, licenciado en Derecho y profesionalmente especializado en márketing, organización y control de ventas hasta su prejubilación como empleado de Telefónica.

«La defensa de nuestro campo frente a la burocracia e impuestos verdes es el punto fuerte de nuestro programa para las elecciones de Galicia», destaca desde el punto de vista propositivo. «Solo Vox ha demostrado estar al lado de nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, luchando por sus necesidades reales», mantiene Díaz-Mella, presidente provincial de la formación y también cabeza de lista a las pasadas elecciones generales por Pontevedra y aspirante a las últimas elecciones municipales en Vigo, en ambos casos sin que resultase elegido.