Si se hiciera una de esas nubes de palabras que tanto gustaban hace unos años, el conjunto que más destacaría este fin de semana en la campaña gallega sería el formado por dos: voto útil. Lo invocaron ayer los tres partidos de izquierda, llamando a concentrar la papeleta en su marca porque saben que se lo están robando unos a otros. El BNG va camino de un resultado extraordinario, sí, a base de restarle apoyos al PSdeG y a Sumar, segundo y tercer partido en las generales. Los vasos comunicantes derecha-izquierda no se están moviendo. Y ese es el marco que tienen que romper los que quieren cambio.
Sánchez y Vox. No hay un solo partido en Galicia que esté hablando de Vox. Solo lo saca a pasear Pedro Sánchez. Le salió muy bien agitar el miedo a la ultraderecha en las generales, y ayer en Vigo volvió con los de Abascal. Alguien debería apuntarle que ese espanto en Galicia no tiene encaje: ni están ni se les espera en el Parlamento.
Los diputados regresan a casa. Este fin de semana el consejo de ministros, Ferraz y Génova (ignoro el nombre de la sede de Sumar) han desembarcado, otra vez, en Galicia. La novedad es que les acompañan los diputados gallegos en el Congreso, porque ya no hay actividad parlamentaria por Madrid. No son pocos (23) y tampoco actores menores sus señorías: hay desde exconselleiros hasta el líder de la UPG (el partido que manda en el Bloque) o un exministro de Sanidad. Creen que todos suman.
El CIS no defrauda. El anacronismo de no poder publicar encuestas a partir del último martes de campaña —aunque los partidos las siguen teniendo— rige también para el CIS, que mañana se destapará con otro informe de Galicia a solo unas horas de que empiece ese veto. Es inédito que este instituto público realice tres encuestas electorales para una comunidad en apenas dos semanas. Tal vez esta vez sí sea un trabajo completo, con datos por provincias, estimación, intención... Como las encuestadoras privadas. Pero con Tezanos la pulcritud...