Candidatos con más de 70 años: cuando la experiencia es un valor para optar a ser alcalde en la provincia de Lugo

Entre Alba Sinde, candidata del PSOE de Castro, y Antonio Gato, de Monterroso, hay 57 años de diferencia. Entre Nicole Grueira, del PP de Pol, y José María López Rancaño, en Abadín, la diferencia es de medio siglo. Y entre Ada Blanco, del BNG de Friol, y Xosé Mosqueira, en Guntín, hay 51 años de distancia. ¿Es la jubilación y la experiencia una buena opción para presentarse como candidato a un cargo público? 

Gato, referencia socialista

«Teño máis ilusión que cando me presentei en 1999», explica Gato Soengas a sus 78 años. Este político, que ha ocupado todo tipo de cargos y puestos dentro del PSOE, busca alcanzar la mayoría absoluta para «acabar coa escuridade e ineficacia que tivo o Concello nos últimos oito anos». Y su receta, propia de la experiencia, es tan sencilla, dice, como complicada de conseguir: «Para gañar unhas eleccións tes que tres cousas, un programa, un equipo de traballo e un candidato».

Gato Soengas indica que regresó a la política, tras la experiencia fallida de hace cuatro años, porque los vecinos se lo pidieron y porque «volvín a conseguir o orgullo e o respaldo dun partido que se volcou comigo e dun presidente, Tomé, que se comprometeu con Monterroso».

Con respecto a si la política hoy es diferente a la que él conoció cuando fue parlamentario y diputado provincial, Gato reconoce que «agora hai que empregarse máis a fondo, porque hai que respostar aos veciños mellor, porque non atenden a promesas que resultaron erróneas e desconfían da política, o que a un candidato lle obriga a ter que dar máis impulso». Afirma que «os cidadáns están de volta de todo, por iso os políticos teñen que atender e escoitar». 

Rancaño, 40 años de alcalde

El popular José María López Rancaño, 71 años, se presenta por undécima vez como candidato en Abadín. Lleva desde 1983 como alcalde y deja claro que se vuelve a presentar «porque manteño a ilusión por seguir mellorando a vida dos meus veciños». Su experiencia política — fue además doce años diputado provincial— le permite analizar cómo han ido variando las necesidades de los vecinos a lo largo de los años.

«A política municipal nada ten que ver co resto de citas electorais, e ademais un alcalde ten que selo 24 horas os 365 días do ano».

Cuando repasa los 40 años de trayectoria municipal, Rancaño señala que lo que han cambiado son las necesidades vecinales. Donde hace cuatro década apenas había cuatro carreteras alquitranadas o falta iluminación en numerosos núcleos, hoy, afirma con orgullo, tienen más de mil kilómetros de vías locales aglomeradas. Y destaca como la residencia de mayores, ya en obras, es una de las prioridades de un municipio, algo que hace años no se veía como una necesidad.

Y Rancaño expone otra ventaja que tiene la experiencia en un cargo público: «Cando contas cun proxecto e o tes que presentar ante unha Administración xa sabes como se debe de facer, coñeces a maneira de como se debe enfocar, e que sen experiencia sería máis complicado de saber».

Mosqueira, el compromiso

Xosé Mosqueira, 70 años, vuelve a ser cabeza de lista del BNG en Guntín (ya lo fue en el 2015). Este migrante en los años 70 en Venezuela y luego 33 años en Cataluña, donde desempeñó trabajos como comercial y como soldador, regresó hace 16 años a Guntín, de donde es su mujer, e intenta aplicar su experiencia vital e ideológica. Reconoce que ganar la alcaldía es misión imposible, pero considera que pueden ofrecer desde la corporación alternativas y propuestas para mejorar el concello.

Mosqueira se afilió en 1979 en Cataluña al BN-PG (germen después del BNG). Vivió en su casa familiar la cultura de izquierdas y cree que hoy los votantes «teñen menos base ideolóxica que hai 40 anos e están máis manipulados por factores externos». Cuando se le pregunta por la experiencia, cree que es positiva, pero a la vez echa de menos que los jóvenes se involucren más en la política: «Creo que había máis compromiso social e político nos anos 70 e 80».

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