El Gobierno se abre a la opa húngara en Talgo si hay socios españoles

La Voz

ECONOMÍA

VINCENT WEST | REUTERS

La CNMV admite a trámite la solicitud presentada por Magyar Vagon para lanzar una oferta pública de adquisición por el 100 % de las acciones de la empresa

22 abr 2024 . Actualizado a las 19:40 h.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) admitió este lunes a trámite la solicitud presentada por Ganz-Mavag (Magyar Vagon) para lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100 % de las acciones de Talgo, que valora en 620 millones de euros. Así lo resolvió este lunes el regulador, al entender que el folleto y los demás documentos presentados por el grupo húngaro, tras la documentación complementaria y las modificaciones registradas el pasado lunes, 15 de abril, se ajustan a lo dispuesto en el reglamento.

La CNMV recuerda que la admisión a trámite no supone pronunciamiento alguno sobre la autorización de la oferta, o cualquiera de sus términos y condiciones. El regulador no se pronunciará ni a favor ni en contra de la opa hasta que Magyar Vagon cuente con la autorización del Gobierno respecto a las inversiones procedentes del extranjero, un plazo que inicialmente es de tres meses, aunque el Ejecutivo puede ampliarlo si así lo decide.

Y es que el Gobierno está constatando en los últimos días las dificultades para construir una alternativa de sello nacional que pueda comprar Talgo, una posibilidad que avanzó el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, para tratar de sortear la opa húngara.

Los contactos que el mismo Ejecutivo ha confirmado solo han dado fruto, y parcialmente, con Criteria, el brazo inversor de La Caixa. La entidad está dispuesta a acompañar financieramente la operación, pero pide un liderazgo industrial aportado por una empresa que conozca el sector. Y esto no llega. Ni la firma guipuzcoana CAF, ni la francesa Alstom ni la suiza Stadler —con plantas en España— han aceptado participar en una operación que requiere el desembolso de más 617 millones, asumir la deuda de 400 millones de Talgo y afrontar las inversiones necesarias para atender la cartera de pedidos de más de 4.200 millones que ahoga a la compañía.

Así las cosas, fuentes conocedoras de las negociaciones han confirmado que el Gobierno, desde la oficina económica de Moncloa, analiza una solución replicando el modelo de Celsa o el de ITP Aero. Es decir, autorizar la operación de Magyar Vagon (que se ha comprometido a mantener la sede de Talgo en España), pero con la condición de que reserve un porcentaje de referencia en el capital de la compañía —en torno a un 15 %— para socios españoles. Esas acciones darían derecho a tener presencia en el consejo de administración y la opción de vetar determinadas decisiones.

El Gobierno quiere asegurar así el control español del fabricante de trenes. Otras alternativas, como una entrada del Estado a través de la SEPI (como se ha hecho en Telefónica), son más complicadas, ya que sería complicado defender que el Gobierno participa en un fabricante que vende trenes a un operador público como Renfe.