Inditex: Ortega la quiere totalmente de verde en el 2040

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez CRÓNICA ECONÓMICA

ECONOMÍA

María Pedreda

El gigante textil aprobó su primera política de sostenibilidad en el 2015 y espera cumplir en menos de 20 años el objetivo de cero emisiones

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de sus más próximos colaboradores insiste en que Amancio Ortega, en eso que se denomina economía sostenible, ha vuelto a demostrar que es un visionario. Explica que en una conversación de trabajo dejó claro que más allá de los márgenes y resultados, se encuentra la sostenibilidad, concepto que asimiló y al que dio valor escuchando a los actores de su propia empresa (jefes comerciales) que ya apostaban por aquello que llaman el join life (prendas elaboradas en procesos y materias primas respetuosas con el medio ambiente); cuando su hija Marta, hoy presidenta de la compañía, insistió en que todas las preguntas que le hicieron en una fashion week en Nueva York estaban relacionadas con la sostenibilidad —«ella fue la gran hacedora del cambio», dice esa misma fuente—, y cuando uno de sus nietos, de corta edad, le insistía siempre en separar el papel del vidrio». La compañía estaba preparada para afrontar el reto y Ortega estaba decidido a hacerlo porque, según explican fuentes próximas al empresario, él solo persigue que Inditex perviva en el tiempo. Fue en ese momento cuando tuvo claro que era necesario evolucionar y, estar convencido de que «lo que quiere el cliente es lo que necesita Inditex». El planteamiento significa abrirse a lo «moderno», a lo que promueven personas de referencia por su compromiso con el planeta y el medio ambiente. Sirvan como ejemplo el actor Leonardo DiCaprio, el nobel William Nordhaus, el cantante Sting y el que fuera vicepresidente de EE.UU. Al Gore. Los costes reputacionales de no afrontar los retos quedaban así superados, y el grupo capitaneado por Zara, una de las pocas empresas que es conocida en todo el planeta, se convertiría de nuevo en referente.

Y tan en serio fue Amancio Ortega con este asunto de vestir de verde a Inditex, que en el 2015 el consejo de administración aprobó su primera política de sostenibilidad, que fue modificada en el 2020, y actualizada de nuevo en el 2022. Firmó el compromiso de la agenda 2030 de la ONU y hoy la compañía está desarrollando un plan estratégico con la vista puesta en el 2040. Según sus compromisos (jurados ante inversores, clientes, trabajadores y proveedores), la multinacional habrá conseguido en ese escenario su objetivo de cero emisiones netas. No solo tiene que reducir las que ella provoca directamente, sino las que generan las empresas que están en su cadena de valor, que es la tarea más complicada de afrontar por no depender de ella directamente. Confiesa también que hay un 10 % difíciles de reducir y que lo hará neutralizándolas con acciones como la puesta en marcha de proyectos para proteger, restaurar o regenerar hasta cinco millones de hectáreas hasta el 2030. En su última memoria confirma que ha llegado a un acuerdo con Maersk por el que verifica que la naviera utiliza combustibles alternativos tales como el metanol verde o biocombustibles de segunda generación, «lo que repercutirá en un 80 % menos de emisiones por cada litro de combustible consumido».

Los 161.281 empleados están involucrados en el plan, y una importante parte de las retribuciones de los principales directivos de la multinacional están vinculadas a la consecución de los objetivos de sostenibilidad marcados. Si no los alcanzan, no los cobran. Los indicadores que miden el cumplimiento de la estrategia de sostenibilidad tienen un peso máximo en la retribución variable anual del consejero delegado del 15 %.

De acuerdo con lo expuesto en la última memoria, la compañía busca fibras que sean totalmente respetuosas con el medio ambiente desde el origen hasta el destino de la prenda, pasando por el proceso de transformación. Tiene una clara apuesta por el algodón orgánico, y por la inversión en investigación de nuevas fibras y tecnologías que reduzcan la utilización del agua y permitan el reciclado de los tejidos a lo largo de la vida de los mismos. Adiós a todos los plásticos. En el 2030, el 40 % de las materias primas textiles utilizadas en los productos tendrán su origen en el reciclado convencional y un 25 % serán fibras de nueva generación.

La compañía resume su estrategia con la biodiversidad con acciones en cinco dimensiones: evitar, reducir, restaurar, regenerar y transformar. Busca un modelo circular, que transforme residuos en recursos, que considera una oportunidad para ser más eficientes en el largo plazo. En este objetivo se enmarca Zara Pre-Owned, una plataforma que ofrece servicios de reparación, venta entre clientes y donación.

Verde que te quiero verde, que diría Lorca.