La subida de las pensiones le costará a la Seguridad Social 7.650 millones el año que viene

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Martina Miser

El desembolso superará los 102.000 millones durante toda la vida de los perceptores

30 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La rebaja de los precios energéticos, especialmente los de los carburantes, ha permitido enfriar la inflación en noviembre. Según el dato adelantado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística, el índice de precios de consumo (IPC) cerrará el mes con un avance del 3,2 % respecto al mismo período del año anterior. Es una rebaja de tres décimas respecto al incremento del coste de la vida registrado en octubre, favorecido por el abaratamiento de la gasolina y el gasoil (el litro de ambos combustibles ha caído casi diez céntimos en solo cuatro semanas) y por una subida de los alimentos inferior a la que se registraba hace ahora un año.

Aunque el alivio en los precios es más acusado en los productos energéticos y la cesta del supermercado, también se reduce con fuerza la inflación subyacente (la que deja fuera tanto la energía como los alimentos no elaborados, por ser los componentes más volátiles de la cesta de la compra), que cae en siete décimas hasta dejar la tasa interanual en el 4,5 %, la más baja en un año y medio.

Pese a que el dato definitivo del IPC de noviembre no se conocerá hasta mediados del mes que viene, este avance publicado ayer por el INE sirve ya para despejar la incógnita de a cuánto ascenderá la subida de las pensiones para el próximo año. Y es que desde la última reforma de la ley, la revalorización de las prestaciones contributivas de la Seguridad Social se calcula tomando como referencia el promedio de la inflación interanual entre diciembre de un año (en este caso, el del 2022) y noviembre del siguiente. Atendiendo a esa ecuación, a partir de enero las pensiones subirán un 3,8 %, como ayer confirmó también el Gobierno.

¿Qué supondrá este incremento? Teniendo en cuenta que la prestación media del sistema se situaba en octubre ligeramente por encima de los 1.197 euros, la subida del 3,8 % añadirá otros 45,5 euros a la nómina de ese pensionista medio para asegurar que puede mantener el poder adquisitivo. Teniendo en cuenta que jubilados y viudas tienen 14 pagas al año, el aumento anual será de unos 640 euros en promedio.

En el caso gallego, el aumento será ligeramente inferior en términos absolutos, de unos 39 euros, porque el importe de las prestaciones es más bajo.

Y es que esa es otra de las claves a tener en cuenta, pues existe una gran brecha entre las cuantías de las pensiones de jubilación e incapacidad temporal (las más generosas, ya que son las que se derivan del trabajo del propio cotizante) y las que se conceden tras el fallecimiento de otra persona (viudedad, orfandad y en favor familiar). Así, las prestaciones por retiro serán las que más se incrementarán, unos 44,5 euros en Galicia, lo que llevará la pensión media de jubilación por encima de los 1.200 euros por primera vez en la historia. Las de incapacidad aumentarán, en promedio, unos 38,6 euros, mientras que las de viudedad recibirán un pellizco adicional de 27,5. Los incrementos más modestos serán para las prestaciones en favor familiar y de orfandad, con alzas de 23,6 y 18 euros, respectivamente.

El coste para el sistema

La revalorización de las pensiones en un 3,8 % tendrá un coste de 7.647 millones de euros para la Seguridad Social el año que viene, según los cálculos realizados por el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social formado por académicos de las universidades de Valencia y Extremadura. Según este estudio, cada punto de subida de las prestaciones tiene un coste de 1.900 millones para el erario.

En esos 7.650 millones se incluyen otros costes asumidos por la Seguridad Social, como el incremento adicional de las pensiones mínimas (que el año que viene subirán de nuevo por encima del resto en la senda para alcanzar unos niveles marcados respecto al umbral de pobreza), que supondrá un desembolso de 564 millones tomando como escenario un aumento del 8 %, más del doble que la subida general (un dato aún no confirmado por el Ejecutivo). Y hay que sumar también los 776 millones necesarios para revalorizar las pensiones de clases pasivas o los 248 millones para las no contributivas (que según la hipótesis de los profesores subirán un 7,9 %). El estudio hace hincapié, además, en que este no es un gasto puntual de un año, sino que se acumula y engorda la base para calcular las futuras subidas durante toda la vida del pensionista, por lo que el coste de la medida a largo plazo, según sus cálculos, rondará los 102.589 millones de euros.