Francia presiona a Stellantis para que fabrique en el país eléctricos asequibles como los previstos en Vigo

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MASSIMO PINCA | REUTERS

Tavares replica que «la relocalización forzada» no beneficiaría ni a la empresa ni a Francia, por el aumento de costes

05 jul 2023 . Actualizado a las 11:42 h.

El Gobierno francés quiere que Stellantis no se limite a fabricar en el país coches eléctricos de gama alta, sino que se esfuerce por hacerlo también con modelos pequeños destinados a las clases medias, como los que está previsto asignar a la planta gallega Stellantis Vigo, aun sabiendo que su consejero delegado, Carlos Tavares, afirma que es insostenible en términos de competitividad.

El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, señaló este miércoles que quiere que «Tavares afronte este desafío», que a su parecer es asumible.

En una entrevista en el canal de televisión BFMTV, Le Maire recordó que Stellantis, como otros fabricantes, han recibido ayudas públicas francesas para desarrollar los vehículos eléctricos, e hizo hincapié en que «hay que acelerar el paso» con esa tecnología.

El ministro recordó que Europa ha perdido cinco o diez años con China en la carrera por la tecnología de los vehículos eléctricos, en la que el gigante asiático es el líder mundial, pero se mostró convencido de que esa situación se puede remontar.

Para ilustrarlo se refirió a los proyectos de cuatro grandes fábricas de baterías que hay en Francia, con ayuda pública.

Tavares, en una entrevista publicada este miércoles por Le Figaro, replica a las demandas del Gobierno francés insistiendo en que la realidad es que «la estructura de costos del mundo occidental está perfectamente inadaptada para medirse con la de los fabricantes chinos».

En concreto, los coches chinos llegan a Europa con costes entre un 20 % y un 25 % por debajo de los occidentales, y por eso la cuestión para él es ofrecer una movilidad con coches eléctricos a las clases medias a un precio abordable.

Y como relocalizar la producción en Europa supone aumento de costes -subraya- «eso nos aleja del objetivo».

Es decir, que «la relocalización forzada» no beneficiaría ni a la empresa ni a Francia, señala Tavares, que recuerda que entre sus planes está proponer el Citroën C3 eléctrico, fabricado en Eslovaquia, un coche a menos de 25.000 euros o incluso de 20.000, y también con ese y tal vez con otros modelos fórmulas de «leasing social», un alquiler de largo plazo.

De momento, estaría en juego para Galicia la asignación a Vigo de una plataforma de producción denominada STLA Small, necesaria para que la planta gallega pueda fabricar a partir del 2026 una nueva generación de pequeños vehículos eléctricos urbanos, capaces de ofrecer autonomías de hasta 500 kilómetros. Su adjudicación, sigue a la espera.