Las graduaciones de los institutos generan cada año una mayor demanda
25 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los pasados días de calor y buen tiempo ayudaron a dar un importante impulso a las ventas del comercio local, a lo que se unió una temporada de eventos que arrancó con fuerza. Ayer en alguna tienda de Lalín aún tenían pendiente sacar del almacén la nueva colección de prendas para las graduaciones, mientras que otras ya sirvieron a parte de la clientela. Los comerciantes señalan que entre las más jóvenes, hay una parte que se decanta por el comercio on line, mientras que otra parte, dicen, siguen acudiendo a las tiendas, muchas veces acompañadas y acompañados de sus madres, cosa que agradecen.
En cuanto a los eventos, Inés Sá Rozados de Nereida Novias, explica que «hai noivas que xa veñen a ver traxes en outubro para casarse no verán, pero o forte é en xaneiro, febreiro e marzo». En estos primeros meses del año también es la temporada de la venta de trajes de comunión. Para los trajes de madrina y de fiesta, apunta, «cada vez empezan antes porque dende a pandemia as fábricas recortaron estocaxe e se queres asegurarse de ter o traxe que queres hai que darse presa porque se pode correr o risco de que logo non atopes».
En cuanto a las subidas de precios, señala que la mayoría de las marcas fabrican fuera, incluida alguna nacional, y eso hace que se encarezcan los costes que cifra en torno a un 10 %. Tanto Inés Sá, como Meritxell Silva de Colorín Colorado y Sonia Vázquez de Cousiñas coinciden en las tendencias de comunión que mantienen un estilo romántico en las niñas con toques de color y una mayor sencillez en los niños que van desde tres piezas de lino para levar con zapatillas a los marineros más informales.
Si este tipo de ventas se inician ya por febrero, para los trajes de arras, se suele esperar a mayo para asegurar la talla, ya que son niños más pequeños que pueden crecer en unos meses.
En los últimos años las graduaciones, tanto de universitarios como de estudiantes de Bachiller, han ido asentándose en la zona y cobrando cada vez más fuerza. Laura Cendón de C&C Young señala que «hai vodas nas que a xente vai menos vestida». Es una ocasión especial y ellos y ellas quieren brillar. Entre las chicas, triunfan los vestidos largos ligeros de colores fuertes, los monos entre las que quieren ir más cómodas y los escotes y los tacones son casi un imprescindible.
Karen Fernández Lamela coincide en que «as mamás tamén veñen a buscar traxe, pero para as graduacións das fillas e fillos universitarios». Para las graduaciones en los institutos «buscan vestidos largos, escotes ata a barriga, aberturas polos lados e cores vivos». En cuanto a los precios. Fernández Lamela señala que «a roupa de festa hai anos que non subeu e incluso hai casas que axustaron prezos baixando algo as calidades».
Para las graduaciones se buscan trajes bonitos pero se opta por colecciones más asequibles. A los trajes de ellos y ellas se añaden zapatos y complementos. Ellos se suelen decantar por zapatillas de deporte con traje o mocasines, y ellas prefieren ponerse tacones altos para la ocasión, si es posible sandalias. Los conjuntos se completan con bolsos y bisutería acorde sin que falte el maquillaje, la peluquería y unas uñas que deslumbren.
«Para eles volveu o traxe, os prefiren elásticos e de cores»
La graduación es un acontecimiento tanto para ellos como para ellas, pero dicen los comerciantes que ellos se dan más prisa en comprar, mientras que ellas se lo piensan más. Tamara García Mella, de Carola, en Lalín, señala que «para eles volveu o traxe e logo duns anos que preferían roupa máis informal, os derradeiros dous anos piden traxes». Los confeccionados con telas elásticas, apunta, tienen más tirón ya que suponen un plus de comodidad.
Es la elección que más se repite entre los más jóvenes. A la hora de elegir color, apunta Tamara, son también los más atrevidos y si hace tiempo era difícil encontrar salida a algún traje que se saliera de los clásicos azul marino ahora «os que máis se venden son os de cores, dende rosas, verdes, beis ou granates». Los precios andan, dice, por unos 120-130 euros. En cuanto a las chicas triunfan los vestidos y los monos, generalmente con aire de fiesta y en colores fuertes como verdes, naranjas o fucsias.
Establecimientos como este tienen ya todos los fines de semana de la agenda marcados con eventos varios y, sobre todo, con un gran número de bodas, que arrancaron ya con el inicio de la primavera en toda la zona. Las graduaciones de segundo de BAC en Lalín se celebran ya a mediados de mayo y están a la vuelta de la esquina.
Paréntesis a la espera de la activación del bono de la Xunta
En un recorrido por los establecimientos comerciales de Lalín, los profesionales del sector coinciden que estos días las ventas están paradas. Alguna clientela le echa la culpa a la bajada de las temperaturas, pero aunque se espera ya lluvia a partir de hoy, los primeros días de la semana con el sol luciendo la clientela dicen, entraba, reservaba en algún caso alguna prenda o calzado a la espera de poder comprar empleando el bono comercio que sale mañana viernes.
Aunque cada vez esta ayuda de la Xunta se acaba antes dado el creciente número de peticiones, el que más y el que menos espera conseguir activarlo y poder gastarlo ya. De momento y, a la espera de poder contar con el, se conforma con ir echando el ojo en las tiendas a lo que le gustaría llevarse.