La Rapa, los Xenerais do Ulla, sus rutas jacobeas, los jardines del pazo de Oca o una colección de iglesias románicas son solo algunos de sus atractivos
28 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.DAVID COFÁN, A ESTRADA
Estrada es una de las grandes desconocidas de Galicia. En un turismo que mira cada vez más hacia el rico interior de la comunidad, este concello ofrece todo tipo de experiencias para los visitantes, uniendo tradición, naturaleza, un patrimonio único y fiestas gastronómicas de primer nivel. A Estrada no tiene nada que envidiar a los grandes reclamos turísticos del país. Empezando por su celebración más insigne, la Rapa das Bestas. Una fiesta de interés turístico internacional que aúna naturaleza, tradición y cultura.
Miles de personas acuden cada primer fin de semana de julio a la aldea de Sabucedo para disfrutar de un espectáculo en el que centenares de bestas salvajes se funden con los aloitadores en una danza ancestral que muestra el amor por la fauna de los montes estradenses. Sirviendo para contabilizar el número de cabezas y desparasitarlas.
Compartido con otros concellos de la contorna, A Estrada es el epicentro del Entroido da Ulla, con el Alto dos Xenerais como cita estrella. Regueifas, vivas y encontros a caballo que se transmiten de generación en generación, así como los espectaculares trajes típicos coronados con sus icónicos penachos.
En los últimos años esta tradición regresó a las parroquias estradenses a orillas del Ulla, que volvieron a lucir con orgullo sus vestimentas en una reivindicación del basto patrimonio etnográfico y cultural del concello de la comarca de Tabeirós-Terra de Montes.
Dos Caminos
Por A Estrada transcurren dos rutas jacobeas de gran valor, como son el Camiño da Geira e dos Arrieiros y el Miñoto-Ribeiro. Cada año son más los peregrinos que deciden recorrer una de las rutas a Santiago más desconocidas y espectaculares, avanzando entre impresionantes sierras y montes. Las cifras no dejan lugar a dudas: más de 500 peregrinos realizaron el Camiño da Geira el año pasado, muchos llegados desde Portugal, pero también de otros puntos del globo como Estados Unidos, Bélgica, Italia o Alemania.
El atractivo estradense se realza con las indispensables visitas al pazo de Oca y a sus espléndidos jardines, especialmente en primavera, con la floración de las camelias. Y si el arte es lo suyo, nada mejor que visitar las 19 iglesias de estilo románico que salpican el municipio.
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El curro de Sabucedo repleto de visitantes. FOTo m. souto