La Mancomunidad fía su futuro a la elaboración de un plan de viabilidad

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN / LA VOZ

DEZA

Miguel souto

Paula Fernández tendió la mano a Crespo para mantener la institución

20 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mancomunidad Terras do Deza es en estos momentos una institución a la deriva, que genera a los concellos que la conforman más quebraderos de cabeza que oportunidades. Para cambiar su rumbo y tratar de revivirla sacándole el mayor partido, el pleno aprobó —con el voto en contra del BNG— la contratación de una consultoría «estratéxica e operativa» para elaborar un informe de viabilidad y un estudio de funcionamiento de la institución por 10.275 euros. Este fue el principal asunto de debate en una sesión plenaria en la que se aprobaron, también con el voto en contra de los nacionalistas, las contas xerais del 2021 y 2022, un reconocimiento extrajudicial de crédito y un presupuesto que roza los 200.000 euros.

El presidente de la Mancomunidad, José Crespo, explicó que una vez realizado el informe, este se presentaría a los cuatro alcaldes de los municipios que conforman Terras do Deza y que ellos decidirían si contratan o no a un gerente que se encargue de diversas tareas, como por ejemplo la tramitación de subvenciones. «Chegamos á conclusión de que ou facemos iso, ou seguimos como estamos», comentó. En este sentido, Crespo puso como espejo en el que mirarse la Mancomunidad del Salnés, indicando que sería muy positivo para los concellos que al menos se mancomunasen el bacheo integral, la limpieza de cunetas y los desbroces.

Esta propuesta encontró el apoyo del PSOE. La portavoz de los socialistas y alcaldesa de Silleda, Paula Fernández, manifestó su intención de arrimar el hombro para que la Mancomunidad salga adelante. «Cremos moito nesta institución, sempre e cando realmente a poñamos a funcionar. Son instrumentos moi necesarios para concellos como os nosos e ter un bo equipo de maquinaria é importante. Mais pensamos que non se pode cinguir soamente á maquinaria, temos que abrir a vista e por iso creo que este estudo non se debe limitar á capacidade que temos de mellorar as nosas pistas, senón tamén abrirse a outras vías de traballo como o turismo ou o medio ambiente», afirmó.

Fernández insistió en la capacidad de las mancomunidades para hacerse con subvenciones de diferentes ámbitos que incluso podrían obtener con mayor facilidad que los concellos por separado. Medio en broma y medio en serio el regidor de Rodeiro, José Luis Camiñas, aludió a la posibilidad de que Terras do Deza se encargase del SAF. Aportación que encontró el visto bueno de Crespo, aunque sin demasiados visos de hacerse realidad.

En cualquier caso, la regidora tendió la mano a su homólogo lalinense «para que isto funcione». Crespo recogió el guante y afirmó querer «quitar a Mancomunidade da contenda política». Añadió que las decisiones que se tomen serán «dos alcaldes, colexiadas e por unanimidade», asegurando que todos deben remar en la misma dirección.

«Coma inducido»  

En esta sesión, a la que no acudieron los representantes de Compromiso, el BNG fue sin duda el más crítico con el estado de la Mancomunidad. Su portavoz, Paco Vilariño, se mostró en contra de esta contratación, asegurando que la institución vaga «sen rumbo e despois de tantos anos nunha situación de coma inducido». También se criticó el «desleixo» a la que está sometida al aprobar con retraso tanto las cuentas generales como el presupuesto, fuera de plazo, recordando que en el 2023 estaba prorrogado.

Señaló que el aumento de la inversión del 25 % acordado por los concellos tuvo como único fin «equilibrar os orzamentos doutros anos». También mostró su preocupación por que los únicos ingresos de la Mancomunidad son aportaciones municipales e ironizó sobre el reconocimiento extrajudicial de crédito de 26.550 euros para reparación de maquinaria, señalando que el interventor apuntó en su informe que se produjeron en el primer semestre del 2023 y sin previsión. Vilariño aludió a que se empleó con fines electoralistas al servicio de ciertos partidos.

Además de lamentar la escasa inversión (4.500 euros), denunció que las reparaciones se están dando a dedo «sen o máis mínimo control e transparencia».

Desconfianza por la falta del interventor durante el pleno

Otro de los asuntos que trataron los portavoces del BNG y el PSOE fue la ausencia del interventor. Vilariño empezó su turno de palabra preguntándose porqué no estaba y tras conocerse que está de baja, cuestionó el motivo por el que no se contrató a nadie en su lugar dada la importancia de los temas a tratar y quién hizo entonces los informes. Paula Fernández insistió en este aspecto, sorprendida por su ausencia en un pleno en el que se debaten dos cuentas generales y unos presupuestos. Aseguró estar sorprendida porque los informes se firmasen en la misma fecha y preguntó cuándo se entregaron. Tanto el secretario como Crespo confirmaron que los recibieron la semana pasada.