El filme coral sobre el trabajo diario que hay tras la fiesta ya puede verse en los Minicines Central y tiene el aplauso de los vecinos de Sabucedo
24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Rapa de Sabucedo, inmortalizada en fotografías y documentales de artistas de medio mundo, ya tiene película propia. Es un largometraje dirigido y producido por Alejandro Enríquez, lleva por título Rapa. O Documental y tiene la originalidad de contar la parte que no se ve de la fiesta, es decir, los 365 días de trabajo en el monte que hacen posible su supervivencia.
La película —de 115 minutos— ya se había estrenado con éxito en los cines de A Coruña, Ribeira y Ferrol, pero ayer pasó la prueba de fuego: el estreno en casa. Los Minicines Central acogieron por la mañana un pase privado para las personas que, de una u otra forma, colaboraron en el documental. La película Rapa convenció a sus protagonistas, que se emocionaron viendo su lucha cotidiana en pantalla grande. «Transmite moi graficamente o que acontece durante todo o ano en Sabucedo para coidar as bestas ata o momento en que chega a Rapa», comentaba en las redes sociales uno de los protagonistas. Y eso era precisamente lo que pretendía el director, que en el año 2011 conoció la Rapa gracias a unos amigos que tienen casa en Sabucedo y, poco a poco, se fue enganchando al monte y a las bestas casi hasta convertirse en uno más del pueblo.
«Después de haber estado en la Rapa, cuando volví a Sabucedo en invierno y vi el trabajo que se hace durante todo el año fue cuando me enganché», cuenta Alejandro Enríquez.
A partir de ahí, el director regresó a la parroquia siempre que pudo, aunque sin intención de grabar ningún documental. «Lo disfrutaba como parte de mi vida privada, hasta que un día mi socio, cuando estábamos buscando una idea para un documental, me lo sugirió. Mi primera respuesta fue que ni de coña, que eso eran cosas mías. Yo soy muy pudoroso en ese sentido. Pero luego empecé a darle vueltas, vi que no se conocía ese aspecto de la Rapa y me di cuenta de que a lo mejor tenía que contarlo yo», explica.
Así fue como comenzó el rodaje en el año 2018. La pandemia interrumpió el proyecto, pero tras ella se retomó. «La parte principal del rodaje tuvo lugar en el 2022. La parte del curro es toda de ese año. Haber estado antes fue súper valioso. Aprendes a moverte y a estar cómodo, trabajando con cierta soltura y autonomía. El rodaje en el curro no sé si tiene una parte de inconsciencia. Te lanzas y estás pendiente solo de lo que quieres contar. Vas obcecado. Si te pones a pensarlo mucho igual no vas...», comenta.
En cualquier caso, el curro, que es lo más mediático, no es lo que más le interesa a Enríquez. «Lo que yo quiero es que la gente que va al cine tenga la misma sensación que tengo yo cuando voy a Sabucedo en el invierno. Quiero que la gente viva como si estuviera allí ese triángulo que forman monte, personas y bestas. Detrás de la Rapa hay una comunidad que la sustenta y que es la que yo quería reflejar. Por eso tenía que ser una película tan coral», comenta el director.
La película, por supuesto, invita a la reflexión sobre el futuro. «Como dice una de las personas, en cincuenta años quedaron un tercio de las bestas que había. El problema es evidente», dice Enríquez.
El documental podrá verse también hoy a las 19.00 y a las 21.15 horas en los Minicines Central. Mañana lunes habrá otro pase dentro del ciclo CineEncontros a las 19.00 horas, con coloquio posterior con los estradenses José Francisco Parada Caramés —aloitador y padre de aloitador— y con Iván Sanmartín Eirín para hablar de la tradición de la Rapa, la organización y la problemática eólica.