La pólvora de Bellingham devasta al Almería (1-3)

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

JON NAZCA | REUTERS

El inglés castiga la intrepidez del cuadro indálico con un doblete y una asistencia que refrendan su condición de alfa y omega del equipo de Ancelotti

19 ago 2023 . Actualizado a las 22:01 h.

Bellingham se ha convertido en el alfa y el omega del Real Madrid en tiempo récord. Si San Mamés sirvió como extraordinaria carta de presentación para un jugador fuera de serie, el Power Horse Stadium fue testigo de una faena redonda por parte del británico. Un doblete y una asistencia del 5 sirvieron para que el Real Madrid tumbase a un valiente Almería que, como ante el Rayo, se quedó sin el premio que mereció durante muchos minutos.

Arribas, el talento que se fraguó en La Fábrica, adelantó al Almería cuando los dos equipos estaban tanteando aún sus intenciones. Pero el prematuro revés no afectó al Real Madrid, que empató por mediación de Bellingham cuando no se había llegado al ecuador de la primera mitad. Los de Vicente Moreno, tan corajudos como en su puesta de largo en el campeonato, se recompusieron bien, retaron desde la frontal al cuadro de Carlo Ancelotti antes del descanso y mantuvieron su desafío tras el paso por vestuarios. Pero Bellingham acabó venciendo la resistencia de los indálicos ofreciendo un amplio abanico de registros ofensivos que le convierten en la gran esperanza de este Madrid sin nueve de guardia que ha arrancado la Liga encomendado a la facilidad para ver puerta de su nueva estrella.

Dos cambios realizó Ancelotti respecto al once inicial que se impuso con al Athletic, ambos de carácter forzoso. Rüdiger acompañó en el eje de la zaga a Alaba por la lesión de Militao y Kroos relevó en la medular a Camavinga, sobrecargado. Cuatro variantes sobre la formación que dispuso ante el Rayo planteó Vicente Moreno en el Almería, con la primera titularidad de Arribas como nota destacada. El madrileño se gana la vida en tierras andaluzas tras toda una vida siendo uno de los grandes talentos de La Fábrica.

Ni con Zidane ni con Ancelotti terminó de asentarse en el primer equipo del Real Madrid, pero menos de tres minutos le bastaron en el Power Horse Stadium para refrendar la maldición de los ex que pesa sobre la casa blanca. Una colada por banda izquierda de Robertone y un centro al segundo palo le sirvieron al 19 del Almería para golpear a su club de formación ganándole la partida a Kroos y picando con la cabeza en las mismas fauces de Lunin. La acción castigó el mal repliegue de los visitantes, que concedieron una contra letal a partir de un balón parado a favor.

Al Real Madrid se le presentaba un escenario similar al del curso pasado, cuando Ramazani adelantó al Almería al poco de iniciarse un choque que acabó remontando el cuadro de Ancelotti en la segunda parte. No tardó tanto en reaccionar esta vez el actual subcampeón de Liga, que neutralizó la desventaja en una jugada en la que los locales reclamaron sin suerte tanto mano como fuera de juego de Bellingham. El inglés ha caído de pie en su nuevo equipo, del que ya es comandante en jefe. Y su relación con el gol muestra, por ahora, los números propios de ese nueve que no tiene el Real Madrid. Al igual que en San Mamés, el ex del Dortmund definió con tanta naturalidad como eficacia, cazando una prolongación de Valverde a centro de Carvajal para cruzar ajustado al palo de Maximiano, debutante con el Almería.

El intercambio de golpes respondió a la buena disposición de los dos contendientes para el toma y daca. Vicente Moreno quiere un Almería intrépido. Lo demostró ante el Rayo siendo el equipo con más disparos de la primera jornada y la presencia del Real Madrid no le hizo renunciar a sus principios. Lo agradeció la escuadra de Ancelotti, que acarició el segundo en un remate cruzado de Rodrygo, ubicuo en el frente ofensivo. Amenazó también el Almería con tres latigazos desde la frontal, dos de Robertone y otro de Baba, que le sirvieron a Lunin para reafirmarse en su previsible último baile antes de ceder los guantes a Kepa. Sus paradas fueron fruto de un Madrid permeable en la recta final de una primera parte que, sin embargo, acabó con el tradicional pase a la red de Kroos, aunque el gol del teutón quedó invalidado por un pisotón previo de Carvajal a Akieme.

Otro show

Una de las grandes virtudes del Real Madrid en su estreno liguero fue su capacidad de acorazarse en la divisoria y no permitir apenas llegadas del Athletic. El guion que se desarrolló en Almería fue otro cantar. Los de Vicente Moreno atravesaron un campo mucho menos minado y pisaron la frontal con cierta asiduidad. Las llegadas envalentonaron a los indálicos, pero cuando mejor pintaba el pleito para los locales apareció de nuevo Bellingham para consumar la remontada. Kroos activó el periscopio y el todocampista británico superó a Maximiano peinando la bola con el cogote. Cada aparición del de Stourbridge es un show.

Pudo sentenciar Rodrygo con otro remate que se le fue cruzado al de Osasco, habilitado por un punzante Carvajal. Rozó también el empate Luis Suárez con un testarazo a bocajarro que invitó a Ancelotti a abrigarse con la energía del tocado Camavinga y la pausa de Modric, a costa de sacrificar a Rodrygo y dejar a Vinicius como llanero solitario en la delantera. Claro que el fluminense tenía un escudero de lujo en la figura de Bellingham, que tras sellar el doblete redondeó la faena asistiendo al brasileño para que el 7, que igualaba los 227 partidos de Zidane con el Madrid, apuntillase al Almería con un gol de belleza sublime. Rota su sociedad con Benzema, una cofradía con el británico emerge para una escuadra, de nuevo, quirúrgica.