Francis of Delirium debuta en Galicia evocando con sus guitarras al «indie-rock» de los noventa

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Jana Bahrich, líder de Francis Of Delirium
Jana Bahrich, líder de Francis Of Delirium Holly Whitaker

El grupo de Luxemburgo actúa esta noche en la sala Mardi Gras presentando «Lighthouse», su álbum de debut

15 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No se esconde Jana Bahrich, la cantante de Francis Of Delirum, respecto a su querencia noventera: «Mi madre solía poner mucho en el coche a Nirvana y Chris Hewet —batería y productor del grupo— vivía en Seattle cuando la escena grunge estaba en su apogeo. Definitivamente, eso es algo que siempre ha estado dando vueltas en mi cerebro». La huella de aquel sonido y otros colindantes, como el shoegazing y el indie-rock agridulce con voz femenina de mediados de la década, se detectan claramente en el estilo de la banda que debuta esta noche en Galicia. A Coruña (Mardi Gras, 21.00 horas, 11.50 euros anticipada) es la ciudad elegida.

Proviniente de Luxemburgo, el grupo presentará Lighthouse, álbum de debut editado este mismo año. Un disco lírico y puntualmente atmosférico en donde se afinan los contrastes entre la delicadeza y la agresividad de sus epés previos, All Change, Wading y The Funhouse. «Cuando Francis of Delirium comenzó, solo había batería, guitarra y voz principal, sin bajo ni coros —recuerda Jana Bahrich—. De este modo, había pocas formas de aportar dinámica a las canciones y actuaciones. Ese contraste entre fuerte y suave le dio más color a lo que estábamos haciendo». A mayores de ello, el zigzag le otorga intensidad a las canciones, enganchando al oyente que aprecie a bandas como Belly, Drugstore y Slowdive, entre muchas otras. Algo que el directo realza: «En vivo lo cierto es que las partes agresivas son aún más duras y las partes más suaves, más silenciosas».

Pese a todo, si Jana Bahrich tiene que apuntar a un artista, su corazón palpita por Sufjan Stevens. Aunque su rastro sonoro no resulte tan evidente: «Me influye por lo audaz que es y en cómo hace lo que quiere». Menos palpable es aún su gran amor juvenil, los Pearl Jam del disco Ten (1991). «¡Oh sí! —dice— Solía mirar obsesivamente vídeos de Pearl Jam en directo en YouTube. Pensé que era realmente genial Eddie Vedder actuando. Supongo que algunos de esos elementos del indie-rock de los noventa son cosas que tomamos de Pearl Jam. Esa intensidad en el escenario es algo que siempre he querido llevar».

Ahora ella pisará las tablas gallegas para demostrar cómo se maneja: «La gira están yendo muy bien. En París, por ejemplo, sentí que la gente estaba a tope con nosotros. Y eso es todo un gozo».