Elio Berhanyer se alza con el premio a la Mejor Colección en la Mercedes-Benz Fashion Week

g. salgado MADRID / COLPISA

CULTURA

Borja Sánchez-Trillo | EFE

El hilo conductor de la obra del maestro cordobés es la pérdida de su padre en la Guerra Civil

19 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que le cambió la vida a Elio Berhanyer fue la pérdida de su padre en la Guerra Civil. Y ese ha sido el hilo conductor de la colección con la que el maestro cordobés volvió, una década después, a las pasarelas. Era un regreso esperado. Mucho. La ausencia de Elio Beryanher se nota en cada edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde, cuando dejó de dar puntadas, seguía acudiendo a contemplar el trabajo de sus colegas. Lo hacía vestido de punta en blanco, color que para él simbolizaba limpieza, que no pureza, y respeto.

Berhanyer, nacido Eliseo Berenguer Úbeda, tuvo que cerrar su taller por la crisis económica en 2010 y desde entonces siempre tuvo intención de retomar su pasión. No pudo ser. El creador falleció hace un lustro, pero sus herederos decidieron cumplir su voluntad y poner de nuevo en el punto de mira la firma del maestro cordobés. Lo han logrado gracias a Sergio Lázaro, director creativo de la firma Otrura, que coge prestada la aguja del modista andaluz para «continuar con un legado de la que es la decana de la moda española y una de las más antiguas del mundo». El excelente trabajo de Lázaro como nuevo director creativo de la firma se ha alzado con el premio a la Mejor Colección de la edición. Su reconstrucción de patrones, haciendo desaparecer la opresión sobre la silueta en una propuesta que abraza una amplia variedad de prendas, da un giro fresco a la herencia de Berhanyer.

La firma compartió el sábado la tarima con la sobriedad y elegancia de las piezas de Marcos Luengo, confeccionadas con mimo con los tejidos más exquisitos. Mucho más austera fue la propuesta de Fely Campo, que celebraba su 50 aniversario en la moda, donde se mantiene con una salud envidiable tanto en España como fuera de nuestras fronteras. La paleta cromática más vibrante fue la de Custo Barcelona, recién aterrizado de Nueva York y con las maletas ya listas para desfilar en Milán. Para Madrid escogió piezas menos comerciales que las que se vieron en la Gran Manzana, donde, como explicó a este periódico minutos antes de su puesta en escena, tira más lo comercial que lo creativo. Para Europa ha reservado un muestrario de vestidos y prendas de abrigo en los que mezcla con éxito tejidos técnicos con otros artesanales confeccionados en telar.