Alberto Conde: «En los orígenes de la música cubana Galicia está en un porcentaje enorme»

Andrés García / X. F. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El octeto musical que da vida a Corriente del Golfo
El octeto musical que da vida a Corriente del Golfo Cedida

El pianista coruñés y Diana Tarín presentan Corriente del golfo, un álbum que combina los ritmos latinos, el jazz y los poemas gallegos de Lorca

11 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Corriente del golfo lleva fraguándose desde el año 2015, cuando sus dos creadores, el pianista de jazz Alberto Conde y la cantante cubana Diana Tarín, descubrieron una curiosa placa estando en el Festival de Jazz de La Habana. Aquella placa recordaba la figura de María Muñoz Portal, una poeta coruñesa que a principios del siglo XX llevó a cabo una de las labores pedagógicas musicales más importantes de Cuba. Además, era la anfitriona de Federico García Lorca cuando el escritor visitaba la isla caribeña. De este encuentro trasatlántico surgió la idea de grabar el álbum, en el cual poetisa y poeta tienen un papel indispensable. El resultado reúne ritmos latinos, con reminiscencias de Chucho Valdés, Ernesto Lecuona o los Van Van; jazz, mediante versiones de Duke Ellington o Eden Ahbez, y esa esencia gallega, manifiesta a través de las letras de Lorca y Muñoz. Pero no se queda ahí, ya que este viaje también pasa por Andalucía, Portugal, África e incluso la India. Se trata de un doble disco en el que la agrupación, formada por ocho músicos cubanos y coruñeses, dirige un buque musical que navega de una punta del Atlántico a la otra. Presentarán este proyecto en Coruña este sábado 12 a las 14:00 horas en la Praza de Azcárraga.

Corriente del golfo: un viaje del alma. ¿De dónde parte y hacia dónde va este viaje? 

—El viaje es el viaje de Lorca, que parte de Andalucía, de Granada, y aunque ya había estado antes en Galicia, nosotros nos imaginamos que viaja a Galicia y después viaja a Paris, Nueva York y a La Habana, en donde va a Santiago de Cuba, del cual tenemos uno de los temas. Ese es el viaje, pero Galicia siempre fue un núcleo de contacto para Lorca con sus poemas, con su vida poética y universitaria. En cualquier caso, escribió los seis poemas sobre Galicia, de hecho, hay uno que hemos musicado para este proyecto. Ahí vienen todos esos enlaces, esas conexiones tan interesantes, que hacen que la música no esté tan lejos cuando profundizamos en ella. Las raíces de toda esta música están en torno a la península ibérica, con un fuerte argumento gallego y andaluz y, por otra parte, América y Cuba, principalmente. 

—¿Cómo entra la figura de Lorca en la ecuación?

—Van surgiendo las ideas a medida que nos vamos haciendo con distintos libros y documentos, como el de Irene del Río, María Muñoz de Quevedo, la Escuela Coral Cubana. Fue la creadora de la coral cubana y, junto con otros, la que introdujo el sinfonismo en el afrocubanismo, en los palos de la música popular, el guaguancó, la guaracha, el son… A las sociedades clásicas de Cuba de principios del siglo XX les parecería chocante, no estaban muy de acuerdo. Pero ellos estaban dentro del grupo minorista, la vanguardia, y ahí es cuando surge la llegada de Lorca. El era amigo de Manuel de Falla, del que era alumna María Muñoz. Un hilo conductor a través de Falla, que recomienda a Lorca visitar a esta señora en su viaje del alma, como le llamamos nosotros.

—¿Existiría este proyecto sin la figura de María Muñoz Portal? 

—Este proyecto tal y como se concibe, no. Yo tengo muchas influencias del jazz latino, porque nací en Venezuela y mis padres traían discos. Me vine muy pequeñito, con tres años. Cuando volví a América fui a Cuba y allí conecté con mis orígenes. Tenía mucha relación con la música latinoamericana y esto quedó grabado en mi persona a lo largo de mi carrera. Hubiera sido un disco probablemente dedicado al latin jazz, sin una connotación y un estudio de investigación sobre ciertas músicas históricas y clásicas. Sin María Muñoz no hubiera creado este potencial.

—Parece que la unión de culturas musicales separadas por el Atlántico es un leitmotiv en su carrera musical.  

—Tenemos varios proyectos internacionales. También he grabado un disco como homenaje al brasileño Heitor Villalobos, o más bien una nueva forma de entender su música. He tenido varios discos y proyectos relacionados con América en general, pero también he tenido discos relacionados con la India, con Portugal… Hay bastante variedad. Siempre fui un investigador de las músicas populares relacionadas con el estudio de la música más erudita, como el jazz, la música clásica… Y ahí formé mi propio estilo y mi propia sonoridad.

—El acercamiento entre la cultura gallega y la caribeña a través de la música es algo que hemos podido disfrutar otras veces, sin ir más lejos con proyectos con su firma como el Atlantic Bridge. ¿Qué novedades ofrece Corriente del golfo?

—Ofrece un estilo jazz latino con una estética hispano-cubana, yo lo defino así. Y luego fuera de esto, de lo que sería estilo y estética, podemos hablar de formas, de estilos populares de música, como el chachachá, el bolero, la rumba, el son, la conga, los temas más cool, más funk … Y luego hay afro-cuban y yoruba. Hay un montón de estilos diferentes reconocidos dentro de un contexto. Básicamente es esto, pero claro, también hay reminiscencias del jazz norteamericano y alguna cosita más por ahí.

—¿Cuáles son las aportaciones más importantes de cada cultura, la ibérica y la latina, a este proyecto? 

—Hay bastante variedad. El hacer un doble álbum que dura casi dos horas puede resultar un auténtico coñazo, puede ser como escuchar una de estas obras de ópera o de rock sinfónico. Escuchas a lo mejor 5 minutos y luego empieza a ser repetición de ritmos, de palos, de estilos… Precisamente el disco es todo lo contrario, es un disco que te va metiendo en el viaje, te va enganchando desde una perspectiva orquestal, y en el medio van surgiendo cosas como momentos de salón, músicas más antiguas, de repente entra lo moderno, vuelves a Galicia... Al principio arrancas viajando a Cuba, con una orquesta de cuerda. A partir de ahí empiezan temas en los que aparecen invitados, como Nani Garcia, Sergio Castro, la Orquesta Vigo 430, William Pozo, Roberto Somoza... Viajas continuamente, desde el sueño cubano, desde el sitio en el que te encuentras, hasta el sueño lorquiano… Tema por tema hay una explicación, parte real y parte soñada, de como podrían ser las cosas en tiempos de María Muñoz y Lorca. La música es muy descriptiva.

—¿Sigue habiendo en este disco lugar para su creación más conocida, la «muinheira jazz»? 

—Si, curiosamente la «muinheira jazz» se puede ver reflejada en Unha eira no trigo, que fusiona este estilo con el afro-cuban y luego con el yoruba. Ese mismo tema es como un viaje a Galicia de la mano de Chané (un compositor gallego del siglo XIX). El y Curros Enríquez crearon este tema en Cuba. Nosotros nos imaginamos que el propio Chané vivió rodeado del afrocubismo, de las culturas más ancestrales, que son los cánticos religiosos, el yoruba africano. Y aquí he propuesto hacer una fusión, con una base de blues en la melodía, sin dejar de respetar el hilo melódico del tema. Esto, con los fundamentos del afrocubismo y del yoruba, genera una fusión natural, porque los géneros han convivido. Cuba es un reflejo de la música española. La música en Cuba tiene raíces africanas y posteriormente latinas y hispanas. En los orígenes de la música cubana Galicia está en un porcentaje enorme.

—En sus propias palabras, A Coruña es aquel sitio desde el que partían los inmigrantes hacia América, además de ser una de las ciudades cuna del jazz en Galicia.

—Yo creo que las ciudades cuna del jazz en Galicia son Coruña y Vigo. Pero Coruña tiene unas connotaciones obviamente mucho más fundadas, en el sentido de que Coruña siempre ha cuidado los aspectos históricos de las relaciones internacionales. Esto es muy importante, porque es una ciudad que ya movía desde el puerto a orquestas gallegas para tocar en Latinoamérica desde el siglo XIX. En ese sentido Coruña es pionera. Entiendo que ahí había músicos clásicos y también populares, entre los que probablemente habría improvisadores, gente que ya tenía el jazz dentro sin saberlo, sin saber que existía. Coruña en el disco es fundamental en todos los aspectos.

—¿Cuales son los siguientes pasos que va a tomar el proyecto? 

—El próximo paso es hacer la presentación oficial a nivel nacional en Madrid, en octubre, porque la previa del disco fue presentada en Santiago el 18 de mayo. Ahora tenemos el primer concierto con el disco a disposición pública, pero es que aún no se ha hecho el lanzamiento oficial del disco, aún no se puede comprar con normalidad. Estamos en la previa del lanzamiento, el disco va a estar en octubre o septiembre en las tiendas. Lo que sí se ha lanzado ya son los tres primeros singles

—Encontramos muchos ejemplos recientes de esta mezcla musical entre Latinoamérica y Galicia, como Ortiga, Catuxa Salom, Xackal y Pahua, etc. ¿A qué cree que se debe esto?

—También pasa con gente escandinava, sueca… Por ejemplo, son cubano cantado por una sueca. Yo creo que la música de origen iberoamericano tiene una fuerza enorme de contagio por el mundo. Esto es lo que hace que la gente coree las canciones, se deje llevar por unos ritmos apetecibles, cómodos y, sobre todo, que te relajan. Es soltar la adrenalina en un concierto para poder sentirse relajados. Hay maneras de relajar el cuerpo humano, a través de la mente o a través del ritmo. Creo que el ritmo, al ser fisiológico, tiene más fácil llegar a la gente. Luego ya depende del tipo de texto o letra que puedas tener. Lo fisiológico y las emociones físicas son lo que realmente queda siempre. Como seres humanos necesitamos esto por completo para sobrevivir. Y el resto, pues es una moda.