Indiana Jones: ¿Qué objetos de la saga de películas están basados en reliquias reales?

Paulino Vilasoa Boo
P. VILASOA LA VOZ

CULTURA

Harrison Ford como Indiana Jones
Harrison Ford como Indiana Jones CBS

El arca de la alianza, el santo grial, la calavera de cristal, el dial del destino. Te contamos cuáles, de todos los objetos de las películas de Indiana Jones, se basan en algo real

03 jul 2023 . Actualizado a las 08:28 h.

Indiana Jones, ese intrépido aventurero que nos ha hecho vivir ya unas cuantas aventuras cinematográficas, es un personaje inseparable de los tesoros que busca aunque le vaya la vida en ello. Algunos archiconocidos, como el arca de la alianza o el santo grial; otros no tanto, como las calaveras de cristal, y algún otro, como el que da nombre a la nueva película, de historia más reciente. Pero, ¿se basan todos en algo real? El hecho es que de todos los objetos de las películas de Indiana Jones, solo uno de ellos se puede ver de forma física. Otros son ítems legendarios, un par de ellos son completamente inventados y otro se basa en un objeto que nunca fue lo que dijo ser. Hacemos un repaso por ellos.

El ídolo de la fertilidad chachapoyano

La primera reliquia que los espectadores de la saga de películas consiguen ver es este ídolo dorado que se encuentra en un templo abandonado de la Amazonia peruana. Sucede en la escena de apertura de Indiana Jones, en busca del arca perdida, y deja clara desde el primer minuto la condición del protagonista como cazador de tesoros. Se trata del ídolo chachapoyano de la fertilidad, conocido también como Ídolo de Oro.

Esta reliquia y toda la historia concreta que la rodea en la película es básicamente ficcional, aunque el rostro representado se basa en otra supuesta estatua real, una figura que se encuentra en la actualidad en el museo de Dumbarton Oaks, en Estados Unidos, y que muestra a una mujer en el momento del parto, que muchos interpretan que representa a la diosa azteca Tlazolteotl. Muchos expertos consideran que se trata de una figura precolombina, de la cultura azteca, pero la mayoría, dada la rareza de la representación, creen que se trata en realidad de una obra posterior, del siglo XIX. En todo caso, no está hecha de oro, sino de fucsita.

La parte de esta historia que también tiene referencias a la realidad es la fascinación de algunos científicos nazis por la cultura chachapoyana, que se desarrolló en la Amazonia peruana hasta que sus habitantes fueron conquistados por el imperio inca. Si en la película es el colaboracionista francés Bellocq quien se interesa por las reliquias, en la realidad lo fue especialmente Jacques de Mahieu, quien había formulado la loca teoría (basada en escritos coloniales hispanos, muchos de ellos inventados, y en interpretaciones de refutadas excavaciones arqueológicas) de que esta cultura era descendiente de vikingos, que habían llegado a gobernar el Perú precolombino. No tiene nada de real, aunque seguramente los nazis se vieron atraídos por esta idea al ver cómo había descrito a este pueblo indígena Pedro Cieza de León: «Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las indias que he andado», dejó escrito el conquistador. Y claro, cualquier cosa que suene a lo que ellos interpretaban como ario, les tiraba a los portadores de la esvástica.

Por otra parte, la cultura chachapoyana representada en ese primer filme tampoco se corresponde demasiado con la realidad. Ni tenían esas sofisticadas trampas ni construían sus templos en llanuras en lo más profundo de la selva. Por el contrario, tenían ciudades amuralladas que construían en lo alto de las colinas.

El arca de la alianza, en la película
El arca de la alianza, en la película

El arca de la alianza

El ídolo no deja de ser solo el catalizador de la acción en la primera película. Pero la verdadera primera reliquia importante, y la que da nombre al primer filme, es el arca de la alianza. Indy descubre que los generales nazis están excavando en el lugar de Tanis, en Egipto, y deduce que están buscando este objeto, que en opinión de Adolf Hitler hará que el ejército alemán sea invencible.

¿Existe el arca de la alianza? En realidad, se trata de un objeto bíblico. Un cofre de madera cubierto de oro que, según el Éxodo, se usó para guardar, y transportar, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos que dios le dio a Moisés en lo alto del monte Sinaí, mientras el pueblo judío, en pleno éxodo desde Egipto a Jerusalén, lo esperaban a los pies de la montaña. Ya en el Nuevo Testamento, otro texto añadía que dentro del arca estaba también la vara de Aarón y una vasija de maná, el pan que dios les envió a los israelitas mientras deambulaban por el desierto.

Según los textos bíblicos, el cofre se hizo siguiendo el modelo establecido por el propio Yahvé y acabó siendo colocado en el templo de Jerusalén una vez fue construido por Salomón.

Pero, como todos sabemos, la historia de Jerusalén ha sido convulsa desde que hay registros, y por diferentes razones, siempre según los textos bíblicos, se fue trasladando a varios lugares con la intención de que, en algún momento, volviera al templo. Pero nunca sucedió. En algún momento, desaparece sin dejar rastro alguno. Hay quien dice que se escondió en el monte Nebo, en Jordania, y otros creen que está bajo el templo de Jerusalén.

Y, como con todo, hay varios lugares que aseguran tener el arca real, el más famoso de ellos: el templo de Nuestra Señora de Sion en la localidad etíope de Axum, que aseguran que fue llevada allí por un hijo del rey Salomón y la reina de Saba. Aunque solo el monje encargado de su custodia puede verla.

Con la piedra de Sankara
Con la piedra de Sankara

Las piedras de Sankara

Ya en la segunda película, Indiana Jones en el templo maldito, que es en realidad una precuela de la anterior, el protagonista se lanza a la búsqueda de unas piedras robadas en un pueblo del Himalaya, las conocidas como piedras de Sankara, supuestamente entregadas por los dioses hindúes para ayudar a la humanidad a luchar contra el mal.

En realidad, las piedras de Sankara son el único elemento completamente ficcional de entre todas las reliquias principales de la saga de películas. Y están basadas, en realidad, en las piedras lingam, que son representaciones simbólicas del dios Shiva y suelen ser la imagen principal de los templos hindúes dedicados al dios.

Lo que sí se basa en algo real es Shankara, uno de los pensadores de la India más importantes y que consolidó una de las doctrinas del hinduismo.

Lo que tampoco se corresponde mucho con la realidad, ni entonces ni mucho menos ahora, de esta película es la representación que hace de los chinos y los indios, un tema que ha sido objeto de controversia ya desde su estreno. Se muestra a ambas sociedades como atrasadas y todavía dependientes de los sacrificios humanos o del crimen organizado. Los participantes en la película defienden diciendo que es completamente ficcional, pero es uno de los elementos por los que peor ha pasado el tiempo.

Indiana con la cruz de Coronado
Indiana con la cruz de Coronado

La cruz de Coronado

Aunque Indiana Jones y la última cruzada se basa, sobre todo, en la sempiterna búsqueda del Santo Grial, hay otro elemento que sale, como siempre, al inicio de la película. Se trata de la Cruz de Coronado, un objeto escondido en una cueva de Utah que había pertenecido al conquistador español Francisco Vázquez de Coronado y que, en teoría, contiene una pieza de la cruz en la que se clavó a Jesucristo. Según explican en ese prólogo, la pieza habría llegado al general de la mano del mismísimo Hernán Cortés, que se lo habría dado como regalo en 1520.

Francisco Vázquez de Coronado sí fue una figura histórica, nacido en Salamanca en 1510 y capitán general de una expedición que recorrió varios estados del sur de los  Estados Unidos, buscando un legendario oro de las siete ciudades de Cíbola, una ruta que fue un fracaso, pero que pasó a la posteridad por haber sido los primeros europeos en ver el Gran Cañón del Colorado. 

Pero la historia del español en la película tiene varias inexactitudes. Para empezar, no llegó a América en 1520, sino una década más tarde. Y, además, nunca llegó hasta Utah.

Por otra parte, no se tiene constancia de ningún objeto parecido a esa Cruz de Coronado, aunque lo que sí está basado en la realidad son las reliquias de trozos de la santa cruz. Hay varios lugares que aseguran tener algunos de sus pedazos de madera, desde París o Roma hasta un buen número de localidades españolas. La más grande de ellas es la del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria.

Indiana sostiene el santo grial+
Indiana sostiene el santo grial+

El santo grial

El elemento central de la última película de la trilogía original de Indiana Jones es el famoso santo grial, que nuestro aventurero favorito tiene que impedir que acabe en manos de los nazis. 

El santo grial es, al igual que el arca de la alianza, un objeto bíblico. Se trata de la copa que usó Jesucristo durante la Última Cena y su popularidad en la cultura occidental viene, sobre todo, a través del ciclo artúrico, ya que la búsqueda de este objeto era uno de los elementos más comunes e importantes de sus historias, que se expandieron por toda la Europa medieval.

La primera mención es muy posterior a su supuesto uso. Fue en el siglo XI, cuando el poeta Chrétien de Troyes lo nombró en su obra Perceval, que narra la historia del protagonista homónimo, que pretende ser caballero del rey Arturo y se encuentra este objeto durante una de sus aventuras. 

La mística del objeto vendría de obras posteriores, que establecieron que, además de usarse en la Última Cena, también fue utilizada por José de Arimatea para recoger la sangre de las heridas de Jesús tras su crucifixión. Y, de ahí habría sido llevada a alguna parte de Britania.

Desde ese momento, y con la popularización de los relatos artúricos en todo el continente, la leyenda de la presencia del Santo Grial en Europa se expandió como la pólvora. Y hoy son muchas las iglesias que afirman tener el codiciado objeto. En España, quizás el más famoso sea el de la Catedral de Valencia, aunque también en Galicia tenemos el nuestro propio: el de la iglesia de O Cebreiro, en Lugo, que más que identificarse con la copa original de Cristo, muchos creen que dio origen a la leyenda artúrica.

Cáliz de O Cebreiro
Cáliz de O Cebreiro No disponible

El cáliz, además, aparece en el escudo de Galicia. Pero, contrariamente a lo que muchos piensan, no representa originalmente al Santo Grial y ni al de O Cebreiro. En realidad, se utilizó este símbolo desde la Edad Media por la similitud fonética entre Calice (cáliz) y Galice (Galicia).

El Grial, en todo caso, fue un elemento muy codiciado, tanto por los caballeros en las cruzadas, ya que muchos vinculaban la copa a la orden de los Templarios, y también por los nazis, en especial por Otto Rahn, que creían que tenía poderes místicos. En esto sí tiene algo de histórico la película.

Indiana Jones con la calavera de cristal
Indiana Jones con la calavera de cristal

La calavera de cristal

La aventura con la que Indiana Jones regresó casi dos décadas después se centraba en la búsqueda de una reliquia que daba nombre al filme, la calavera de cristal.

Las calaveras de cristal existieron físicamente, de eso no hay duda, pero no eran lo que parecían.

Las vistosas figuras, según sus descubridores, eran objetos precolombinos de Mesoamérica tallados en cristal de roca que empezaron a aparecer en tiendas de antigüedades a finales del siglo XIX. Según varias publicaciones de la época, en las culturas maya y azteca había leyendas de este tipo de cráneos con poderes místicos.

Una de las calaveras de cristal en la que se basa la película
Una de las calaveras de cristal en la que se basa la película

Pero las investigaciones posteriores tiraron por tierra estas teorías, ni eran precolombinos ni especialmente antiguos. Los cráneos transparentes, por llamativos que fueran, eran objetos del siglo XIX o incluso más tarde, y habían sido elaborados, posiblemente, en Europa, en una época en la que había especial fascinación por la estética precolombina, y de figuras como las máscaras mixtecas. Y, a pesar de lo que decían aquellas publicaciones, no hay constancia en la mitología mesoamericana de este tipo de objetos.

La aproximación que se da en la película, sin embargo, es un poco diferente, y, aunque muy criticada, es interesante. Indiana Jones se topa, durante el metraje, con uno de estos cráneos, con la particularidad de tener una capacidad cerebral mucho mayor de lo normal: era de origen extraterrestre y vinculada al área 51.

El dial del destino de la nueva película
El dial del destino de la nueva película

El dial del destino

El objeto central de la última película sí es un objeto real. De hecho, el único objeto verdaderamente real y con historia de todos los que aparecen en cualquier película. Mientras unos son legendarios y otros completamente fabricados para la ocasión, el dial del destino sí existe. Se trata del mecanismo de Anticitera, recuperado a principios del siglo XX del mar Egeo, donde estaba entre los restos de un naufragio.

El mecanismo real encontrado bajo el mar
El mecanismo real encontrado bajo el mar

Se supone que es del primer siglo antes de cristo, y parece un calendario mecánico que predice la posición de las estrellas o los eclipses, así como la posición del sol, la luna de otros planetas, aunque no se ha recuperado por completo.