Sondra Radvanovsky: «Las artes son un aspecto crucial del desarrollo personal»

Con un recital de la soprano Sondra Radvanovsky (Chicago, 1969) concluye hoy (Teatro Rosalía, 20.00 horas) la Programación Lírica de Amigos de la Ópera de A Coruña. El programa está concebido a modo de homenaje a Montserrat Caballé. «Cantantes como ella solo aparecen una vez cada siglo», elogia la soprano. «Su voz era impecable y plena de emoción... pero también tenía una técnica perfecta. Podía hacer lo que quisiese con su voz».

-¿Cómo se alcanza ese equilibrio entre técnica y emoción?

-Para mí, el canto siempre ha sido un equilibrio entre interpretar -emoción- y cantar -técnica-. Si se no se da ese equilibrio, la actuación se resiente. Esto también me parece válido para la vida en general. Creo que la seguridad en mi técnica vocal me permite explorar mejor el lado emocional del canto, una cierta libertad para explorar más colores vocales y aspectos. También creo que el público quiere algo que lo emocione y no oír solo una voz bonita. ¡Lo quieren todo!

-¿Qué ha aprendido de los papeles femeninos operísticos que ha interpretado en su carrera?

-Oh, casi siempre aprendo algo de esos personajes que han vivido antes que yo. Por ejemplo, Isabel I de Roberto Devereux. Una mujer que renunció a todo en la vida, incluso al amor, por el poder y la realeza. Como decía antes, la vida es equilibrio, algo que aprendí documentándome sobre su vida. Ser una mujer fuerte es bueno, pero otra cosa es ser demasiado fuerte.

-¿Qué opina del impacto del Me Too en la música clásica?

-Mi único comentario sobre este movimiento en su conjunto es que creo que es desafortunado que estén metiendo a todos los culpables en un mismo grupo. Creo que ha habido diferentes grados en sus actuaciones y odio que se les trate por el mismo rasero, al menos en los medios de comunicación.

-¿Cómo ve los recortes de artes y humanidades en educación?

-Me asombra que no solo en España, sino en todo el mundo, se han recortado de forma dramática los presupuestos para las artes en la última década. Mi temor es que muy pronto seamos testigos de una generación de adultos jóvenes sin el vocabulario artístico con el que nosotros crecimos. Esto repercutirá en menos público, ya que no entenderán el medio. Veo las artes como un aspecto crucial en el desarrollo de una persona: nos enseña de dónde venimos en términos culturales. También creo que es una válvula de escape emocional, algo que necesitamos desesperadamente en estos tiempos de redes sociales.

-¿Y qué consejo le daría a quien quiera dedicarse a la música?

-Siempre digo lo mismo: ¡seguid vuestro corazón! Nunca te arrepentirás si lo haces. Mi voz ha sido un don, eso seguro, pero si mis padres no me hubiesen aconsejado que siguiese mi pasión, hoy no estaría aquí.

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