«El comedor de sandías» de Tamayo subastado en 2,3 millones de euros

EFE

CULTURA

Sotheby's celebró ayer la primera sesión de ventas de arte latinamericano.

30 may 2008 . Actualizado a las 10:10 h.

La primera sesión de ventas de arte latinoamericano en Sotheby's cumplió hoy con las expectativas y no defraudó la obra «El comedor de sandías», del mexicano Rufino Tamayo, que fue la más cotizada de todo el catálogo.

Esa pintura, elaborada en 1949 y que aparecía como el principal atractivo de la velada, halló un comprador dispuesto a pagar un precio total de 3.625.000 dólares (unos 2,3 millones de euros), incluido comisiones, lo que lo convierte en el segundo más elevado que logra una obra de ese artista en una subasta.

Otra pintura, «Trovador», que Tamayo hizo cuatro años antes, se vendió el miércoles en la sede neoyorquina de Christie's por un precio total de 7,2 millones de dólares (unos 4,6 millones de euros) y se convirtió en el más alto que logra hasta ahora una obra latinoamericana en subasta.

La puja de Sotheby's también ofrecía una gran variedad de estilos y de autores, y se percibió notable interés por obras que salían por primera vez al mercado y por trabajos de otros artistas más conocidos y que son cada vez más valorados por los coleccionistas.

Reflejo de todo ello es que en esta sesión se vendió el 88,3 por ciento de los lotes ofertados, y las ventas alcanzaron un total de algo más de 21 millones de dólares (unos 13,5 millones de euros), por encima de lo que preveían los expertos de Sotheby's.

Carmen Melián, directora del departamento de Arte Latinoamericano en esa casa de subastas, no podía ocultar su satisfacción por la forma en que se desarrolló esta primera sesión y destacó que era indicativo de que hay un mercado «boyante» para el arte latinoamericano.

Además de «El comedor de sandías», otras tres obras de Tamayo se situaron entre las diez más cotizadas de esta noche.

«El constructor», también pintada en la década de 1940, salía a subasta por primera vez después de haber formado parte de una colección privada durante cuatro décadas y fue adjudicada por un precio final de 965.000 dólares (622.500 euros).

Otra obra que pintó Tamayo en los años de 1920, «Relojes», se adjudicó por un precio final de 685.000 dólares (442.000 euros) el doble de lo que se preveía y «Retrato Matrimonial», de 1959, se vendió por 553.000 dólares (357.000 euros), muy por encima también de lo estimado y cuyos fondos tienen por destino el Museo de Arte del condado de Los Ángeles, en California.