Una librería de plató de cine en A Coruña: «Es un espacio rico arquitectónicamente, ayudó a crear ese dramatismo»

VIVIR A CORUÑA

Ramón Domínguez, copropietario de la librería Formatos de A Coruña.
Ramón Domínguez, copropietario de la librería Formatos de A Coruña.

Este establecimiento es referencia en su selección en disciplinas artísticas, lo que le llevó a ser el escenario de la película «María (y los demás)»

24 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No es como el Sant Jordi de Barcelona, pero A Coruña también celebró el Día del Libro. Los establecimientos de la ciudad fueron un ir y venir de curiosos con ganas de encontrar su próxima joya literaria, con el 10 % de descuento. La librería Formatos (Fernández Latorre, 5) es una de las pocas de la ciudad que tiene un catálogo especializado en arquitectura, moda o fotografía. Disciplinas que muestra en un escaparate y un entorno siempre atractivo, lo que les llevó en 2015 a ser el plató para la grabación de algunas de las escenas de la película María (y los demás). «Es un espacio rico arquitectónicamente, ayudó a crear ese dramatismo», dice Ramón Domínguez, uno de los dueños.

— ¿Qué tal funcionan jornadas como el Día del Libro?

— Sí se notan jornadas como esta, suele ser un día en el que hay mucho más público de lo habitual. Evidentemente, la dimensión no es comparable, por ejemplo, al Sant Jordi en Barcelona, que es una fiesta que tiene una enorme tradición y tiene un respaldo social masivo.

— El sector del libro impreso mantiene su poder, ¿cómo lo viven desde las librerías?

— En España cada vez se publica más, unos 80.000 al año. Es verdad que también se han reducido tiradas en muchos casos, porque yo creo que los editores prefieren no lanzarse a aventuras y tener excedentes de libros que luego tienen que destruir o tienen que saldar, que siempre es un problema grave. Hay quizá una mayor racionalización. Aún así, queda mucho camino por recorrer y ahí también las librerías jugamos un papel muy importante porque debemos actuar como reguladores, debemos tener esa comunicación de abajo arriba.

— ¿Cómo elaboran el catálogo?

— Cada librería tiene su personalidad diferencial, una propia. En nuestro caso, tenemos literatura al uso, mainstream y tal, pero también ejemplares de editoriales independientes, digamos, menos conocidas, que quizá no tienen esa difusión tan general o no estamos tan acostumbrados a verlas en puntos de venta generales. Evidentemente, tenemos libros dentro de ese catálogo más general que pueden estar perfectamente en esta librería y funcionar. Sin embargo, apostamos por una literatura que aporte una visión más fresca, que arriesgue tanto con clásicos como contemporáneos. Sobre cuestiones que a nosotros nos parece que aportan tanto en lo literario como cuestiones que también invitan al debate público, del ámbito filosófico, de género, familia... Nosotros creemos que la literatura, más allá de algo lúdico, debe tener ese componente de transformación social.

— No obstante, ¿Formatos es una librería especializada en disciplinas artísticas?

— Sí, originalmente fue concebida como una librería especializada en artes. De hecho, en un primer momento, además de libros, también teníamos material de Bellas Artes y una pequeña sección de papelería.

— ¿Funcionó en ese momento?

— Bueno, los inicios siempre son muy difíciles, porque aparte nosotros no venimos de tradición familiar y no habíamos tenido experiencias en el mundo del libro. Pero sí se demostró que había un espacio para una librería especializada y fuimos ganando clientela también de otras zonas más próximas, como Asturias o de la zona de León. Tenemos que pensar que por esa época prácticamente Internet casi ni existía. Y no era tan fácil conseguir determinados libros. 

— ¿Este aire artístico fue el que os llevó a ser el plató de rodaje de la película «María (y los demás)»?

— Sí, sí. Fue una experiencia muy bonita para nosotros y que también habla de la transversalidad que yo creo que debe tener, digamos, el mundo de la cultura. Es decir, que realmente todos somos espacios en los que la cultura está presente. Por lo tanto debería ser muy fácil que colaborásemos. Fue una experiencia muy interesante, y surgió a raíz de una visita, creo recordar, de la directora a la librería, una visita casual. Bueno, y yo creo que en realidad también este espacio es rico arquitectónicamente, ayuda a crear dramatismo.

— ¿Cuánto tiempo estuvieron grabando? ¿Tuvieron que cerrar?

— Estuvieron del orden de una semana y tuvimos que cerrar. Fue curioso ver todo lo que hay detrás de la grabación de una película, que muchas veces no lo sabemos, es decir, el nivel de profesionalización y el nivel también de exigencia que tiene el mundo audiovisual. Fue una experiencia muy interesante, desde luego, vivirla así como en primera persona.